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Francisco Ficardo

Biografía

Ficardo, Francisco. Amberes (Bélgica), p. m. s. XVII – Cartagena de Indias (Colombia), 1693. Ingeniero militar y teniente de ingeniero mayor, ingeniero mayor de Cartagena y costas de Tierra Firme, capitán del Ejército.

Muy joven entró al servicio de la Monarquía Hispánica, trabajando entre 1658 y 1662 en Flandes. En 1662 se trasladó a Hispanoamérica, donde llevó a cabo sus primeros trabajos en Puerto Rico.

En 1664, siendo el gobernador de Santa Marta D. Salvador Barranco, se enviaba al ingeniero Francisco Ficardo, desde su anterior destino en Puerto Rico, a la citada plaza, para su fortificación. La amplitud de la costa y la trascendencia estratégica de su bahía del mismo nombre, convirtieron al puerto de Santa Marta en un punto significativo dentro de las rutas de penetración hacia el interior del virreinato del Perú. Como contrapunto, tan solo una serie de pequeñas torres construidas a la manera de fuertes durante los siglos XVI y XVII constituían el sistema de defensa de la ciudad, en una situación de evidente riesgo puesta de manifiesto por los ingenieros Betín y Ficardo en varios informes fechados a fines del Seiscientos.

En principio, Ficardo comenzaba el estudio de la reforma de la plataforma de San Vicente y del castillo de San Juan. En 1667 realizaba modificaciones en el fuerte de San Vicente, una estacada triangular con foso húmedo, con puente levadizo y cerrando el reducto con un muro de mampostería, con troneras, traveses, garitas, almacenes, ampliando las defensas hasta los acantilados de la Pedrera. Allí construía una torre-fuerte, que luego se conocería como fuerte de la punta de Lipe o de San Fernando, y adicionó el pequeño fuerte de San Antonio. El conjunto de obras defensivas, sin embargo, no logró evitar el desembarco de piratas franceses en la playa de Lipe y la posterior toma del fuerte, aunque poco después fueron expulsados.

El gobernador de Maracaibo, D. Jorge Madureira Ferreira, encargaba al ingeniero Francisco Ficardo en 1678 la defensa del lago del mismo nombre. Entre 1614 y 1678 se registraron diversos ataques de piratas a la zona, con constantes hostigamientos que frenaron su desarrollo económico. En ese año de 1678 se iniciaban los trabajos de la fortificación de la isleta principal de la barra de Maracaibo, el llamado fuerte de San Carlos, con el fin de mejorar la protección del principal acceso a la laguna. La construcción del fuerte de San Carlos en la Barra Grande (Planta del Castillo de San Carlos de Barra Grande de Maracaibo, 1680) fue el proyecto más ambicioso emprendido por la gobernación de Maracaibo en las últimas décadas del siglo XVII. La intención del ingeniero era construirlo en la punta de la isleta, ampliando de esta forma su campo de actuación y vigilancia a todo el canal de acceso. Constituido por un cuadrado con cuatro baluartes en sus ángulos, al que se añadió un revellín en la cortina norte, llamado la Media Luna de Nuestra Señora de la Soledad, frente al canal navegable, era terminado en 1682. En su diseño, Ficardo recurrió a una estructura convencional en el contexto de la fortificación de fines del siglo XVII. De esta forma, la barra principal se defendió con un fuerte regular, simétrico e inspirado en los modelos teóricos del momento. El fuerte fue reconocido en 1778 por el ingeniero “visitador general de las Fortificaciones”, Agustín Crame, quien aceptó la conservación del cuadrado abaluartado como estructura básica para el conjunto.

El castillo de Zaparas, en la isla de Toas, cerca de la entrada de la bahía El Tablazo (situada a la entrada del lago Maracaibo), también comenzado hacia 1679, fue concluido por Ficardo en 1684 (Planta fuerte de Zaparas de Maracaibo, 1680). Su construcción tenía por objeto controlar otro de los caños de entrada al lago Maracaibo. En cuanto a su diseño era de planta hexagonal, rodeada de un camino cubierto, una estacada y un patio triangular en el centro, según informe del citado ingeniero. La fuerza de la marea fue socavando los médanos que separaban el castillo de la orilla, por lo que requirió en poco tiempo la preparación de nuevas estacadas. La ruina parcial de baluartes obligó a realizar muros de contención en piedra. Ficardo también proyectaba la Torre del Santo Cristo de Barbosa, erigida a dos millas del fuerte de Zaparas, terraplenada en talud en su base, con dos plantas, una con troneras y otra para alojamiento de la tropa.

En 1685 Ficardo era destinado a Cartagena de Indias. Allí el gobernador, don Juan Pando de Estrada, le encargó la construcción de los parapetos del tramo de la muralla de la ciudad, que iba desde San Pedro Mártir hasta la puerta del Puente de Getsemaní. Nombrado teniente de ingeniero mayor, en 1688 dibujó los planos de la reconstrucción de la muralla de la Marina. En 1690 fue nombrado ingeniero mayor de Cartagena y costas de Tierra Firme, falleciendo en 1693 en esa plaza.

La segunda mitad del siglo XVII se caracterizó por el carácter continuista del sistema defensivo de Cartagena. Uno de los más importantes proyectos de la época fue la reconstrucción del citado sector noroeste de la muralla, llamado “la Marina”. Este frente había sufrido importantes daños estructurales por el golpeteo continuo de las olas, que había ocasionado unos desperfectos que debilitaban este flanco. Por ello, el ingeniero Francisco Ficardo proyectó una serie de parapetos que, sin alterar significativamente el perfil original, permitían reducir la erosión de las mareas, anticipándose a la construcción de la escollera que más tarde idearía el ingeniero Juan de Herrera y Sotomayor.

Las defensas contra temporales en Cartagena de Indias fueron realizadas al mismo tiempo que su cerramiento con murallas el año 1586, diseñado por Antonelli. En 1668 el ingeniero del Ejército Juan Betín informaba e insistía en que la ciudad corría peligro de ser arrasada. Quizá por ello un año después comenzaban las obras según planeamiento del propio Betín; una Real Cédula de 9 de enero de 1675 ordenaba que las obras no sufriesen retraso porque “la imporancia del Puerto de Cartagena, por ser el Antemural de las Indias y el primero donde hazen escala los galeones y flotas, de cuyos viajes se sigue tanto beneficio y utilidad de los havitadores de esas provincias”.

El capitán D. Alonso de Somovilla, como procurador general de la ciudad, daba cuenta en 1685 de las obras en curso. A su frente estaba el ingeniero militar D. Francisco Ficardo, quien, al respecto, realizaba un plano que enviaba a la Corte, para “denotar la ruyna y el remedio que se propone”, y el 11 de diciembre de 1688, planteaba “hazer pilotage que defendiese de la mar”. Después de su fallecimiento, una Real Cédula de 1697 ordenaba efectuarla en forma de diente de sierra, como preconizaba Ficardo.

 

Bibl.: E. Marco Dorta, Cartagena de Indias. La ciudad y sus monumentos, Sevilla, CSIC, 1951, pág. 118; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones Españolas en América y Filipinas, Madrid, Editorial Mapfre, 1996; R. Gutiérrez Dacosta, Fortificaciones en Iberoamérica, Madrid, El Viso, 2005; J. Pérez Rencon, “Vauban en Maracaibo. Agustín Codazzi, de las Fortificaciones al Territorio”, en Portafolio, 15, 1 (2007), págs. 8-19; C. Laorden Ramos, “Ingeniería Hidráulica en Colombia”, en Memorial del Arma de Ingenieros, 80 (julio de 2008), págs. 105-124; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; N. Arcos Martínez, “Territorio y fortificación del Caribe: Agustín Crame, visitador de plazas 1777-1779”, en Biblio 3W: Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, 21 (2016), págs. 1-38; M. Gámez Casado, Ingeniería militar en el Nuevo Reino de Granada. Sistemas defensivos para las rutas comerciales del Caribe sur (1739-1811), tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla. 2019; A. Ospino Valiente, Las fortificaciones de la ciudad de Santa Marta (Colombia) [en línea], disponible en https://www.monografias.com/trabajos38/fortificaciones-santa-marta/fortificaciones-santa-marta2.shtml.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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