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Juan José Ovejas Diez

Biografía

Ovejas Díaz, Juan José. Marqués de Casa Torre (I). Igea (La Rioja), 19.III.1682 – 4.V.1732. Teniente de capitán general y corregidor de Arica en Perú.

Hijo primogénito de Juan Francisco Ovejas Layasa y de Josefa Díaz Pérez. En febrero de 1702 pasó a Indias, a Charcas (Bolivia), como criado del capitán Alonso de Castrillo Fajardo —corregidor de la provincia de Carangas—, haciendo expediente de información y licencia de pasajero a Indias en la Casa de Contratación de Sevilla, siendo “soltero, alto, lampiño”. Alférez en un fuerte del Tucumán (Argentina) en 1704, fue ascendido a capitán en las campañas contra los indios mocovíes. En 1706 se instaló como comerciante de tejidos y plata en Arica, donde fue nombrado corregidor en 1712, así como justicia mayor de minas de su distrito. De 1713 a 1717 construyó y dotó el Convento e iglesia de San Francisco de San Marcos de Arica. Pasó los dos años siguientes en España durante su juicio de residencia como corregidor, por su comercio sobre todo con Francia y también con Inglaterra y Holanda, volviendo a América en 1720.

Casó en 1721 en Tacna (Perú) con María Isabel de Loaisa y Valdés, viuda desde 1713 y con dos hijas, quien ya le había dado tres hijos más: Juan José (1715), Micaela (1717) y José de Ovejas Loaisa y Valdés (1719). Amasó una inmensa fortuna, a pesar de ser conminado continuamente por el virrey de Perú a cesar su trato con los franceses y de ser investigados sus negocios. Regresó definitivamente a Europa en 1722 con un capital de 14.000.000 de reales, falleciendo su esposa durante la travesía y siendo enterrada en el Convento franciscano de Port Louis (Francia). En París se reunió con el embajador de España, a quien hizo entrega de un extenso informe sobre la generalizada corrupción de la Administración española en Indias y un plan que desbaratase en lo posible el comercio ilícito con los franceses. Posteriormente se entrevistó en el Palacio de La Granja con Felipe V, llevándole como presente una gallina con doce huevos de oro, finalizando el encuentro con la célebre exclamación del Monarca: “¡Jamás ví una ovexa con tanta lana!”.

Abandonó los negocios mercantiles reconvirtiéndose en terrateniente y prestamista. Señor de los derechos del uno y dos medios por ciento, con alta y baja jurisdicción, de la ciudad de Arnedo, villas de Autol y Ribafrecha en 1728. Construyó su palacio de estilo florentino en Igea —declarado Monumento Nacional desde 1983—, probablemente el mejor edificio de arquitectura civil de La Rioja, finalizado en 1729.

Marqués de Casa Torre por Real Despacho de 18 de abril de 1731, con el vizcondado previo de Larrate, obtenido por compra de uno de los cuatro títulos de Castilla concedidos al Monasterio de San Victorián (Huesca). Hizo espléndidas donaciones, principalmente a los franciscanos. Murió repentinamente en su pueblo natal sin hacer testamento cuando preparaba su regreso a Arica. Tres años después llegaría la dispensa papal para casarse con Josefa Gertrudis Mundaca, su hijastra menor. Los litigios por su herencia durarían hasta 1768.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Casa de Contratación, Informaciones y Licencias de pasajeros a Indias, 5460, n.º 3, r. 10; Indiferente, 445, l. 41, págs. 189-190v.; Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 8977, exp. 747; Archivo Parroquial de Igea.

A. de Otazu y Llana, Hacendistas navarros en Indias, Bilbao, Gráficas Ellacuría, 1970, págs. 131-148; J. I. Sáenz Díez, “Palacio del Marqués de Casa Torre”, en Palallana, n.º 3 (enero de 1980); C. Daniel Malamud Rikles, Cádiz y Saint Malo en el comercio colonial peruano (1698-1725), Cádiz, Diputación Provincial, 1986, págs. 265-271; J. I. Sáenz Díez, Los riojanos en América, Madrid, Mapfre, 1992, págs. 191-193; “El Marqués de Casa Torre”, en Hoja Parroquial, n.º 208 (noviembre de 1997); R. Maruri Villanueva, Repintar los blasones. El Marqués de Casa Torre, un riojano en Indias (1682-1732), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2007.

 

José María San Martín Pérez