Gómez Fernández, Francisco. Villanueva de los Castillejos (Huelva), 1755 – Cádiz, 15.X.1813. Diputado, abogado.
Realizó sus estudios en el colegio mayor de Santo Tomás en el que cursó tres años de Filosofía y cinco de Teología, graduándose de bachiller en esta última disciplina. En la Universidad de Sevilla obtuvo su graduación como bachiller en Leyes y, además, asistió dos años a los cursos de Derecho Civil de la academia de José Pablo Valiente y a su cátedra en dicha Universidad.
Fue diputado por la provincia de Sevilla en las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813). Elegido el 4 de noviembre de 1810 en el Ayuntamiento de Ayamonte, por estar Sevilla ocupada por los franceses, según la Instrucción del 1 de enero, y juró su cargo el 21 de diciembre de 1810. Absolutista, tuvo una notable participación activa, perteneció a la comisión de Justicia e intervino en debates tales como el reglamento del Consejo de Regencia, reformas de ultramar, reglamento del Poder Judicial, indultos, abolición de señoríos... En su opinión, el objetivo de las Cortes debería ser “la conservación de la religión, la salvación de la Patria y la mejora de la Constitución”. Quiso potenciar la figura del Rey, al que consideraba la única autoridad investida por Dios, mostrándose siempre receloso de la soberanía nacional. A propósito de la ley de señoríos, se mostró, al decir de Tomás y Valiente, “de manera inteligente y brillante”, apostando por la indivisibilidad de la gran propiedad, pues ello traía consigo la improductividad, pidiendo que fuesen indemnizados aquellos señoríos a los que se privase de sus monopolios. Muy interesado por las cuestiones militares, propuso que se implantara el servicio militar obligatorio sin excepciones, presentando una proposición a la regencia acerca de lo que consideraba un excesivo número de asistentes que había en el Ejército, lo que, a su juicio, eran soldados que se restaban de las armas y se ocupaban exclusivamente de llevar los niños a la escuela, así como en tareas domésticas y particulares que, no sólo desdecían de su condición militar, sino que perjudicaban el servicio. La respuesta de la Comisión de Guerra fue la de mantenerlos, alegando el escaso sueldo de los oficiales y la imposibilidad de sustituir a los asistentes por paisanos.
En el debate sobre el poder judicial y, frente a los que pedían la unidad jurídica, defendió el establecimiento de tribunales especiales, los Tribunales de Cortes. Asimismo, pidió que las futuras Cortes tuvieran potestad para poder alterar el texto constitucional, pues pensaba que sus poderes deberían ser iguales a los de las Cortes Extraordinarias. Fue uno de los firmantes de la Constitución. Vivió en Cádiz en la calle de Cuna Vieja, n.º 183, y murió en la ciudad, víctima de la epidemia de fiebre amarilla.
Tuvo tres hijos, uno de los cuales, Tomás Gómez Fernández, fue empleado de la Tesorería General.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, legislatura 1810-1813, leg. 2, exp. 17.
Congreso de los Diputados, Diario de sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; R. Comenge, Antología de las Cortes de Cádiz, vol. II, Madrid, Hijos de J. A. García, 1910, pág. 743; L. Sánchez Agesta, Historia del constitucionalismo español, Madrid, 1955, pág. 75 (Madrid, Instituto Estudios Políticos, 1964); F. Tomás y Valiente, El marco político de la Desamortización, Barcelona, Ariel, 1977, pág. 59; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, vol. I, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, pág. 358; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD-Rom).
José María García León
