Guerra y Páez, Juan de la. Caracas (Venezuela), 31.XII.1808 – Madrid, 14.I.1870. Brigadier y caballero de la Orden de San Fernando.
Ingresó en 1825 como soldado distinguido en el batallón ligero de España, pasando posteriormente al de Cataluña en clase de cadete, prestando servicios con estos Cuerpos y con el Regimiento de Cuba durante los años siguientes en La Habana, Cuba y Puerto Príncipe.
En 1829 fue trasladado al Regimiento de la Corona, embarcando en el mes de julio hacia Nueva España formando parte de la expedición del brigadier Barradas, con la que se halló en diversas acciones, entre ellas en la toma de Tampico.
Entre 1830 y 1833 prestó servicio de su clase en la Isla de Cuba, concediéndosele en dicho último año venir a la Península a tomar parte en la guerra civil.
En 1834 se le destinó al Regimiento de Gerona, perteneciente al ejército del Norte, siendo al año siguiente promovido a subteniente y nombrado ayudante de campo del general Tello, a cuyas órdenes destacó por su valor en la batalla de Mendigorría, en la que al lado de dicho general y a la cabeza de la 1.ª división concurrió a tomar a viva fuerza la altura de la Corona, llave de la posición del enemigo, atravesando el puente, que se hallaba defendido por seis batallones, los que tras ser puestos en fuga fueron perseguidos por este oficial con quince caballos, con los cuales subió a las eminentes posiciones. Seguidamente combatió en la acción de Estella, siendo recompensado por ambas acciones con el empleo de teniente por méritos de guerra y la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase.
Al año siguiente alcanzó el empleo de capitán sobre el campo de batalla por su destacada actuación en la acción de los Berrios, en la que resultó herido de gravedad, siendo posteriormente trasladado al 3.er Regimiento de la Guardia Real.
Combatió en 1837 en las acciones de Santa Marina y Galdácano, Zornoza, Oriamendi, Hernani, Urnieta, Andoain y Lecumberri, ganando en esta última una segunda Cruz de San Fernando de 1.ª Clase y el grado de teniente coronel.
En 1838 fue destinado al ejército de Filipinas con el empleo de mayor comandante, siendo a su llegada a Manila colocado en el Regimiento del Rey, destacando en 1843 cuando durante la navegación desde Manila a Cebú se enfrentó a varias naves piratas, a las que batió.
Los años siguientes desempeñó la alcaldía mayor de Cebú, hasta que en 1848 regresó a la Península, siendo destinado a las inmediatas órdenes del capitán general de Cataluña, cesando en este puesto antes de finalizar el año y marchando a Madrid en situación de reemplazo.
En noviembre de 1850 le fue expedido el retiro, retornado al servicio activo en el mes de abril del siguiente año y siendo dos meses después ascendido a teniente coronel con destino al ejército de Filipinas, en el que desempeñó el cargo de ayudante del capitán general de las Islas, alcanzando en 1852 el empleo de coronel por gracia especial.
Vuelto a la Península en 1854, pasó al distrito de Castilla la Nueva en situación de reemplazo, en la que permaneció hasta que en 1857 fue nombrado inspector de Estadística de la provincia de Málaga y posteriormente de la de Cádiz.
En 1858 volvió a la situación de reemplazo y al año siguiente fue destinado al Ejército de Operaciones de África y nombrado gobernador del Cuartel General del 2.º Cuerpo de Ejército, hallándose en ese año en varias acciones contra los moros, entre ellas en la de las alturas del Serrallo, en la que ganó la Encomienda de Carlos III, y en la batalla de Sierra Bullones.
En 1860 combatió en la batalla de Los Castillejos, en la que cayó herido de gravedad al recibir dos balazos que pusieron en peligro su vida, teniendo que solicitar licencia por enfermo para recuperarse en Madrid y al año siguiente en Oviedo. Su intervención en esta acción le valió una tercera Cruz de San Fernando de 1.ª Clase.
Como consecuencia de las heridas recibidas en África, en 1862 fue declarado inútil para el servicio, pasando a la situación de retirado con residencia en Madrid y el sueldo mensual de 2.300 reales.
Dos años más tarde se le concedió la vuelta al servicio y el empleo de brigadier como recompensa a su actuación en la Guerra de África, destinándosele de cuartel a la Isla de Cuba. Era comendador de las Órdenes de Carlos III e Isabel la Católica.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. G-4119.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez