Arce Mata, Honorio. Ubierna (Burgos), 21.IX.1913 – Monasterio cisterciense de Oseira (Orense), 15.VI.1992. Cisterciense (OCist.), secretario, administrador apostólico y prior del monasterio de Oseira.
Descendiente de una familia numerosa muy cristiana; en ella florecieron varios vástagos que se consagraron a Dios en la vida religiosa. El primero en abrir camino fue fray Efrén, quien ingresó como hermano lego en la Trapa de San Isidro de Dueñas (Palencia), falleciendo santamente en Oseira en 1970. La satisfacción que hallaba este hermano mayor en la vida monástica arrastró en su seguimiento por el mismo camino a Honorio, que ingresó en el mismo monasterio en 1925, donde cursó la carrera sacerdotal, en la cual se halla comprometido en 1936 cuando estalla el "Movimiento Nacional". Le llamaron a filas porque su quinta fue de las primeras en tomar parte en la contienda. El 10 de agosto salieron del monasterio al mismo tiempo para servir a la patria, veinte monjes jóvenes, quienes fueron llevados a Burgos para distribuirlos por los distintos cuerpos del ejército, destinándole a él un batallón de infantería. En los primeros meses de lucha en los frentes cayó herido, y tras restablecerse le llevaron a trabajar en oficinas del Ejército por ser un mecanógrafo destacado. Finalizada la guerra, fue uno de los monjes fieles a su vocación, retornando al monasterio, a pesar de ver a su lado tantos y tantos religiosos que se quedaron en el mundo. Continuó su carrera sacerdotal hasta ser ordenado en 1940.
Se especializó en la contabilidad bajo la dirección del hermano Pablo García Gorriz, de quien sería sucesor en el cargo, al par que le nombraron procurador del monasterio. A él se debe el montaje de una granja agropecuaria modelo que sirvió y aún sirve hoy de fuente principal de ingresos para la comunidad, que siempre ha sido numerosa.
Continuaba en el cargo en 1958, cuando los superiores optaron por confiarle la misión delicada de administrador apostólico del monasterio de Oseira (Orense). La Orden intentaba cerrar el monasterios por algunos problemas que tenía, en los que se incluían las pésimas condiciones del edificio a causa de la ausencia de ayudas estatales. De hecho se cerró el monasterio de manera oficial, aunque nunca faltaron del edificio un pequeño grupo de monjes. Pero ante la insistencia de Fernando Quiroga Palacios, cardenal- arzobispo de Santiago de Compostela, de Ángel Temiño, obispo de Orense, y de algunos sacerdotes y religiosos para que fuera abierto de nuevo, la Santa Sede accedió a que Oseira volviera a abrir sus puertas de manera oficial, renovándose con brío en él la vida monástica. En octubre de 1966 se reanudó la vida oficial de la comunidad, al par que se llegó a un acuerdo entre Bellas Artes, el obispado de Orense y la comunidad de San Isidro de Dueñas, comprometiéndose cada entidad a prestar la ayuda necesaria para proceder a la restauración total del edificio, como así se hizo en el espacio de treinta años. Oficialmente se iniciaron las obras en la primavera de 1966, cambiándose la techumbre del ala de mediodía del claustro de caballeros, y éstas continuaron bajo la sabia dirección de un monje de la comunidad, el padre Juan María Vázquez Rey, verdadero artífice de la restauración de Oseira.
En el momento en que la reforma se puso en marcha de manera oficial, al tiempo de pasar la paternidad de Oseira a la abadía de San Isidro de Dueñas, el padre Honorio cesó en el cargo de superior en octubre de 1966, siguiendo en el monasterio de segundo superior y secretario, dando siempre ejemplos de monje chapado a la antigua y trabajando por la casa con todo el entusiasmo mientras le fue posible, puesto que al par de la contabilidad que pesaba sobre él, llevó a cabo la iniciativa de montar un colmenar con medio centenar de unidades, que producía notable ayuda a la modesta economía de la casa. Un cáncer en la columna vertebral le arrebató la vida el 15 de junio de 1992.
Solía repetir con frecuencia que era el monje que más libros había escrito en San Isidro y Osera, pero que nunca gozaría fama de escritor, por cuanto esos libros que escribió se referían a la contabilidad, en la cual era un maestro, tal como se llevaba en aquellos tiempos.
Honorio Arce falleció a los setenta y nueve años tras desempeñar una labor callada y oculta.
Fuentes y bibl.: Datos tomados de las crónicas del monasterio de Oseira.
D. Yáñez Neira, Continuación de la Historia de fray Tomás de Peralta, Santiago de Compostela, Consellería de Cultura e Comunicación Social, 1997, págs. 157-158; “Monjes restauradores del Monasterio de Oseira, Padre Honorio Arce Mata”, en Museo de Pontevedra, LVII (2003), págs. 144-146; “Tres monjes de Oseira, Padre Honorio Arce”, nota necrológica en Cistercium, n.º 192 (enero-marzo de 1993), págs. 364-365.
Damián Yáñez Neira , OCSO
