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Melchor Silvestre Escudero

Biografía

Silvestre Escudero, Melchor. Peralta (Navarra), 12.I.1781 – ?, 1860. Militar, mariscal de campo procedente de Ingenieros.

Fue nombrado cadete de Infantería el 26 de mayo de 1797, estudiando las matemáticas particularmente. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros como ayudante de ingeniero en promoción, después de haber superado el preceptivo examen, el 31 de diciembre de 1799, siendo destinado a Madrid. Anteriormente había sido cadete de Ingenieros Cosmógrafos del Estado.

Por orden de Godoy, en 1796 fue organizado el Cuerpo de Ingenieros Cosmógrafos de Estado y del Real Observatorio. Entre sus cometidos figuraba la formación de la carta geométrica del reino y las de las cartas geográficas, particulares y generales, de la metrópoli y de las colonias. Esta iniciativa tuvo una vida efímera y la corporación desapareció en 1804, pasando sus miembros al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

En 1801 se destinaba a Silvestre Escudero al Ejército de Castilla la Vieja, con motivo de la guerra con Portugal (Guerra de las Naranjas), y en 1802 era destinado a Alcalá de Henares, al Regimiento de Zapadores Minadores, entonces en formación. Ascendía a capitán segundo del Cuerpo el 12 de junio de 1804, permaneciendo en el Regimiento. En marzo de 1805 marchaba con su compañía a la isla de Menorca, donde permaneció hasta el comienzo, en 1808, de la Guerra de la Independencia, momento en el que se incorporaba con su unidad al Ejército de Cataluña. Había ascendido a capitán 1.º el 20 de marzo de 1806.

Con el citado ejército de Cataluña, tomaba parte en numerosas acciones, combatiendo en el Llobregat al mando de una compañía de zapadores, recibiendo como premio el grado de teniente coronel de Ejército el 3 de noviembre de 1808 (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad). Más tarde, se halló en el bloqueo de Barcelona y en la batalla de Molins del Rey el 21 de diciembre. En 1809, fortificaba la plaza de Hostalrich, asistiendo a su defensa y distinguiéndose el 7 de noviembre y el 7 y 14 de diciembre de ese año, por lo que era promovido al grado de sargento mayor de brigada de Ejército el 8 de abril de 1810.

El 19 de marzo de 1811 tomó parte en la sorpresa al castillo de Montjuic, asistiendo luego a la defensa de Tarragona, donde caía prisionero de los franceses el 29 de junio de 1811, con la rendición de la plaza. Al conseguir evadirse, antes de ser conducido a Francia, se presentaba al ejército de Cataluña, siendo destinado nuevamente a la isla de Menorca. Era promovido a teniente coronel del Cuerpo el 15 de abril de 1811.

En 1812, después de un periodo de permanencia en Mahón, donde se recuperaba de una enfermedad, se incorporó al Ejército de Valencia, donde permaneció hasta la finalización de la guerra. Con el citado ejército realizaba importantes acciones de combate en ese año de 1812, como en la batalla de Castalla el 21 de julio o la dirección del sitio y posterior ataque al castillo de Consuegra, en la que se lograba su rendición el 22 de septiembre, quedando como gobernador de la plaza hasta el 26 de ese mes, siempre de 1812. En 1815, por méritos en campaña, era promovido a coronel del Ejército.

Durante los “Cien Días” (regreso de Napoleón) estuvo destinado en el ejército de Observación de los Pirineos Occidentales como ayudante general del Estado Mayor, permaneciendo en su cometido hasta la disolución del ejército citado, pasando posteriormente a Pamplona, como jefe de la comandancia de Ingenieros de la plaza. En noviembre de 1820 se le destinaba como teniente coronel mayor del Regimiento de Zapadores-Minadores. En marzo de 1823 marchó a Granada y al producirse la entrada en España, en abril de 1823, de “Los Cien Mil Hijos de San Luis” para reponer a Fernando VII en el absolutismo, marchó a Madrid.

En marzo de 1824, fue comisionado por el duque del Infantado para la rehabilitación en Alcalá de Henares de cuarteles para Infantería y en Ocaña para Caballería. En 1826 era rehabilitado por real orden (había sido depurado por constitucionalista) y hasta 1829 estuvo mandando el Regimiento Real de Zapadores Minadores y Pontoneros, como coronel efectivo del Ejército y teniente coronel de Ingenieros. Pasaba posteriormente destinado a la Dirección Subinspección de Ingenieros de Cataluña. El 29 de enero de 1831 había ascendido a coronel del Cuerpo y a brigadier del Ejército el 6 de marzo del mismo año.

Partidario del infante don Carlos, fue confinado en las islas Baleares en diciembre de 1833. Al poco de morir Fernando VII solicitó la licencia absoluta y en 1834 se le autorizaba para que residiese en la plaza de Cartagena. El 30 de septiembre de ese año se veía obligado a refugiarse en un bergantín austriaco, ante los sucesos revolucionarios que ocurrieron en la plaza. Trasladado a Marsella en el citado barco, se dirigía a Navarra, donde se presentaba al pretendiente carlista, don Carlos, ingresando en el ejército carlista del Norte, del cual fue nombrado comandante general de Ingenieros. En el citado ejército organizaba un batallón de zapadores para operar en Navarra y Álava y dos compañías destinadas a Vizcaya y Guipúzcoa. Por méritos de guerra ascendió a brigadier de Ingenieros del ejército carlista en 1835, distinguiéndose principalmente en los sitios de Valmaseda, Plencia y Lequeitio, y se cubrió de gloria en el tercer sitio de Bilbao, durante el cual estuvo constantemente en las trincheras, baterías y puntos avanzados y de mayor peligro, conquistando al asalto el convento de San Agustín. Silvestre fue quien llevó el diario del sitio de Bilbao y quien con sus zapadores y dos batallones vizcaínos protegió la retirada de las tropas carlistas en la nefasta noche de Luchana, en la cual también se batió bravamente. Era promovido a mariscal de campo en 1837.

El general Silvestre proyectó también una escuela de aplicación con el título de Real Academia de San Carlos, que estableció en Mondragón. Los alumnos formaban una compañía con sus oficiales, maestros de matemáticas, dibujo y parte militar. Por privilegio especial, se le concedió dar “guardia a S.M. cuando allí reside el Cuartel Real, o S.M. visita el establecimiento, y del mismo privilegio gozan los cadetes de Oñate”.

Al firmarse el “Convenio de Vergara” (agosto de 1839, con el que se pretendió inútilmente dar fin a la guerra), emigró a Francia al no adherirse al mismo, donde permaneció hasta 1849. En ese año, se acogió al decreto de amnistía de la reina Isabel II, de fecha 8 de junio, siendo reconocido como mariscal de campo del Ejército, pero quedó sin destino hasta su fallecimiento, ocurrido en 1860.

Fue premiado con una Cruz de 1ª Clase de San Fernando, ganada durante la Guerra de la Independencia. Escribió varios libros de interés militar y figura en los papeles reservados de Fernando VII como adscrito a sociedades prohibidas.

Escribió una Memoria sobre atrincheramiento y fortificación de líneas y puntos estratégicos, tanto de la costa cantábrica como del interior del territorio dominado por las armas carlistas y lo que pudiéramos llamar sus fronteras.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1800-1832; Galería militar contemporánea: colección de biografías y retratos de los generales…con una descripción particular y detallada de las campañas del norte y Cataluña, t. II, Madrid, Sociedad Tipográfica de Hortelano y Compañía, 1846; B. de Artagan, Príncipe heroico y soldados leales, Barcelona, La Bandera Regional, 1912; M. Ferre, Historia del tradicionalismo español, vols. 12-13, Madrid, Editorial Tradicionalista, 1941; J. Mazarrasa, El Mariscal Mazarrasa, Edición homenaje a D. Fermín de Sojo y Lomba, Santander, 1973; A. Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, La Primera Guerra carlista, Madrid, ACTAS, 1992; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; E. Roldán, Estado Mayor General Carlista en las tres guerras del siglo XIX, Madrid, Actas Editorial, 1998 (col. Luis Hernando de Larramendi); L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.º 63-66 (2001 y 2002); A. Torres Santo Domingo, “El Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército en la Guerra de la Independencia: Cataluña”, en A. Quesada Gómez (coord.), Ingenieros Militares en la Guerra de Independencia (1808-1814), Madrid, Ministerio de Defensa, 2009; M. Silva Suarez, Técnica e ingeniería en España. VI: El ochocientos. De los lenguajes al patrimonio, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico”, 2011; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; J. Pardo San Gil, Organización Militar. Ejército Carlista. 1839, en Museo de Zumalacárregui [en línea], disponible en https://www.zumalakarregimuseoa.eus/es/files/juan-pardo-san-gil.-ejercito-carlista-en-1839.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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