Martín Abril, José. Teruel, ú. t. s. XIX – p. m. s. XX. Ceramista.
Uno de los últimos olleros tradicionales de Teruel, que cesó en su actividad poco después de 1940. Su obrador, conservado prácticamente intacto hasta la actualidad, es una buena muestra de cómo fueron los talleres de cerámica tradicional turolenses. Está situado al sur de la ciudad, en el barrio de San Julián, en terrenos que lindan con la rambla del mismo nombre, el barranco de las Ollerías y el camino de Villacisneros, y es contiguo al que fue el último obrador de los hermanos Górriz, con anterioridad instalados al norte de la población, en las Ollerías del Calvario.
Se ordena en torno a una era en la que se localizan el pozo y las balsas para hacer el barro; conserva todavía un rulo de piedra y varios cribillos para triturar y limpiar la arcilla, manteniendo también lo esencial del taller, dispuesto a cubierto, en el que se guarda la rueda y el banco de obra en el que se sentaba el alfarero para tornear las piezas. Se ha mantenido además otra dependencia aneja con el molino del barniz; se hallan aún en pie dos hornos para cocer cerámica, uno grande y otro pequeño, con chimeneas accesibles desde la parte trasera en la que el terreno se encuentra más elevado, así como la padilla u horno de cocer el barniz y la vivienda familiar.
José Martín Abril produjo en este obrador todas las especialidades que se habían realizado desde hacía más de siete siglos en la ciudad de Teruel, si bien, la decadencia final de esta industria, desde los comienzos del siglo XX, le llevó progresivamente a abandonar la obra esmaltada con barniz de estaño y a centrarse, casi exclusivamente, en las producciones comunes de ollería y cantarería. A pesar de ello, todavía hizo alguna pieza de vajilla blanca (cubierta estannífera), básicamente de capricho, de las que son ejemplo los tres platos que —poco antes de 2000— todavía conservaban sus hermanas Carmen y María, fechados en 1936 y 1941. Uno de ellos presenta las iniciales del alfarero (“J. M.”), la fecha de realización (“Teruel, 21 de julio de 1936”) y el recuerdo histórico de las primeras bombas que estallaron en la ciudad en la Guerra Civil, que él oía mientras acababa de decorarlo (escribió: “PUN”), en tanto que los otros dos muestran el nombre de cada una de sus hermanas (“CARMEN”, “MARÍA”) y el año de su fábrica (“Teruel, 1941”). Su sencilla decoración vegetal, algo torpe, sigue la de las últimas producciones turolenses, con las que conecta asimismo al reunir los tres colores con los que se ornamentaron sus dos series cerámicas más características, el azul, y el verde y morado.
Obras de ~: Tres platos firmados y fechados de la colección familiar, Teruel, 1936 y 1941; Morteros de colección privada, Zaragoza, c. 1920-1930.
Bibl.: M.ª I. Álvaro Zamora, Cerámica aragonesa, vols. I y III, Zaragoza, Ibercaja, 2002, pág. 30 y pág. 276, respect., figs. 828 y 829; “La cerámica mudéjar: investigación y tutela”, en J. Criado Mainar (coord.), Actas del X Coloquio de Arte Aragonés, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institución Fernando el Católico y Departamento de Historia del Arte, 2002, págs. 21-84.
María Isabel Álvaro Zamora
