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Julio Spínola

Biografía

Spínola, Julio. Génova (Italia), s. m. s. xvi – Madrid, 27.IV.1614. Banquero y asentista del Rey, depositario general y pagador de los Consejos.

Julio Spínola era hijo de Alejandro Spínola. Se casó con Octavia Spínola y juntos tuvieron cinco hijos: dos niñas y tres varones.

Se estableció en Madrid para hacer negocios en la Corte y firmó asientos con la Corona desde la década de 1590. En 1593 se ocupó de financiar con 200.000 ducados al ejército estacionado en Aragón.

Fundó una compañía en Génova junto a Paulo Bautista Spínola, hijo de Simón, para invertir en las ferias italianas. En 1602 compitió con una compañía genovesa de Amberes por un asiento en Flandes. Logró hacerse con él tras mejorar sus condiciones y aumentar su cuantía hasta los 900.000 escudos, obligándole a asociarse con Juan Jácome y Domingo Doria.

Además de sus operaciones con la Corona, también se involucró en operaciones comerciales. Fundó una compañía junto a Esteban Lercaro para trabajar en Génova, Lisboa y Madrid. Esteban residía en la capital portuguesa; su yerno Francisco Salvago se ocupó de las operaciones en Génova, y su nieto, Ambrosio Salvago, fue su cajero en Lisboa. Julio Spínola era el contacto de la compañía en Madrid y, durante un tiempo, también en Valladolid. Su relación parece haberse liquidado entre 1607 y 1608, aunque Esteban siguió adelante en solitario. La compañía “Esteban Lercaro y Julio Spínola” sirvió al Rey de España con, al menos, dos asientos entre 1602 y 1604. El primero de ellos, por valor de 250.000 escudos en Flandes, se concertó para evitar el procesamiento de Julio después de ser denunciado por practicar cambios ilícitos.

En 1606, Julio fue nombrado depositario general y pagador de los Consejos. Se le ofreció el puesto por su reputación en la Corte y por los servicios financieros que venía prestando. Se le exigió la entrega de una fianza de 140.000 ducados, que presentó en títulos de deuda. A partir de entonces, Julio se hizo cargo de pagar los salarios a los miembros de los Consejos.

A partir de 1602, constituyó, junto a Agustín Spínola, el banco de Corte que la Corona les concedió en régimen de monopolio. En este negocio, Julio participaba con un 60 por ciento, mientras el resto correspondía a Agustín. Desde entonces, el banco intervino en muchas de las operaciones financieras que concertó Julio, incluidos los asientos de dinero. La relación entre ambos socios se mantuvo hasta 1605, cuando decidieron finiquitar sus cuentas. Desde esa fecha, parece que Julio se hizo cargo del banco en solitario.

El banco quebró en noviembre de 1607 a raíz de los atrasos que con él acumulaba la Real Hacienda. Hubo quien lo interpretó como una quiebra intencionada para recuperar la licencia y acabar con el monopolio.

Julio murió a finales de abril de 1614. Su cuerpo fue enterrado en el Monasterio de la Victoria, de la orden de San Francisco de Paula en Madrid. Además de su mujer, entre sus albaceas estaban Octavio Centurión y su futuro cuñado, Juan Andrea Spínola. Un mes después falleció su hijo Felipe María, por lo que Octavia quedó a cargo de los otros dos varones, Alejandro María y Jácome María, que eran aún menores de edad. A los pocos meses, concertó la boda de sus hijas con dos importantes banqueros genoveses en Madrid. Juana María se casó con Nicolás Balbi y Pelegrina María, lo hizo con Juan Andrea Spínola, el socio de Bartolomé Spínola. Las dos se casaron en 1615, con apenas catorce y quince años y, curiosamente, las dos enviudaron a la vez, cinco años después.

La mayor parte de la hacienda de Julio eran deudas por cobrar del banco de Corte. En 1622 aún no habían podido ser esclarecidas, aunque Octavia alegaba debérsele más de 115.000 ducados. La escasez de efectos y la cuantía del descubierto enzarzaron durante años a todos sus acreedores.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Consejo y Juntas de Hacienda, 467, 475; Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Madrid, Protocolos 1367.

F. Ruiz Martín, “La Banca en España hasta 1782”, en El Banco de España. Una historia económica. Madrid, Banco de España, 1970, pág. 52; M. Ulloa, La Hacienda Real de Castilla en el reinado de Felipe II, Madrid, Fundación Universitaria Española, Seminario “Cisneros”, 1977, pág. 815; E. Neri, Uomini d´affari e di gobernó tra Genova e Madrid, Milán, Vita e Pensiero, 1989, pág. 50; I. Pulido, La Real Hacienda de Felipe III, Huelva, Artes Gráficas Andaluzas, 1996, pág. 188; E. Grendi, I Balbi, Turín, Einaudi, 1997, pág. 66; C. Álvarez Nogal, “Las compañías bancarias genovesas en Madrid a comienzos del siglo xvii”, en Hispania LXV/1, 219 (2005), págs. 67-90.

 

Carlos Álvarez Nogal