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Sancha Alfonso

Biografía

Alfonso, Sancha. ?, p. m. s. xiii – Monasterio de Santa Fe (Toledo), 25.VII.1270. Infanta de León, religiosa cisterciense (OCist) y venerable.

Hija de Alfonso IX de León y de Teresa Gil de Soberosa. Frecuentemente se la confunde con otra princesa del mismo nombre, hermana suya, hija del mismo padre pero de distinta madre. Alfonso IX de León estuvo casado tres veces. La primera con Teresa de Portugal, hija de Sancho I y de Aldonza de Aragón, matrimonio que fue disuelto por el Papa por haberlo contraído sin la debida dispensa canónica, ya que había por medio impedimento de afinidad. Tuvieron tres hijos, Sancha, Fernando y Aldonza. Obligado a separarse de su esposa, contrajo matrimonio con Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla, que corrió la misma suerte, por idénticos motivos. Entre los hijos que tuvieron de este segundo matrimonio, uno fue el futuro Fernando III el Santo, sucesor en el reino de Castilla y León. Viéndose el Rey libre de todo vínculo matrimonial, se lió —algunos quieren que hubiera matrimonio— con Teresa Gil de Soberosa, de la cual tuvo varios hijos, entre ellos una hija llamada Sancha. Se tiene en escena dos Teresas, con una hija Sancha cada una de ellas, causa de la citada confusión.

La primera Teresa —que se halla hoy en el catálogo de los santos— se decía que le dio tres hijos al rey Alfonso: Sancha, Fernando y Dulce o Aldonza.

Al verse separada de su marido, regresó a Portugal con la hija más pequeña, que tenía pocos meses. Sancha y Fernando quedaron en León bajo la vigilancia de su padre, quien procuró educarlos convenientemente.

Pasados algunos años, Teresa llevó a León a la hija pequeña, mientras ella reformaba el monasterio de Lorvâo, en el cual ingresaría años adelante. El padre, que primero pensó dejar el trono leonés a su hijo Fernando, como surgieran ciertas fricciones entre Alfonso VIII de Castilla y él, cambió de parecer y lo dejó a sus dos hijas, Sancha y Dulce, puesto que su hermano Fernando había fallecido.

En 1230, cuando el monarca bajó al sepulcro, hubo peligro de guerra civil, que hubiera estallado si no estuvieran por medio dos mujeres a cuál más santa, Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla —ambas antiguas esposas de Alfonso IX—, las cuales se reunieron en una conferencia de alto nivel, acordando dejar el reino leonés a Fernando III —heredero del de Castilla—, a cambio de pasar anualmente una pensión digna a las princesas. Fue lo mejor que pudieron hacer, porque así se vieron libres de dolores de cabeza proporcionados por los caciques que las rondarían para su provecho. Como las princesas se vieron rodeadas de doncellas, la madre, que no las perdía de vista, viendo su inclinación a la vida consagrada, se decidió a convertir el palacio de Villabuena en monasterio, y en él se consagraron ambas con gran parte de las doncellas que las rodeaban. Permaneció el monasterio hasta el siglo xvi, en que una crecida del río Gúa lo arrasó por completo, teniendo las religiosas que fusionarse con el monasterio de San Miguel de las Dueñas. La madre, una vez establecidas las hijas en el monasterio, se marchó a Lorvâo, donde se recluyó para siempre, llevando una vida santa hasta el año 1250, en que falleció y mereció el culto de los altares.

Su fiesta se celebra el 17 de junio.

En cuanto a su hija primogénita, Sancha, es rigurosamente histórico que falleció antes de 1243, según atestigua un historiador coetáneo de la mayor garantía, Rodrigo Giménez de Rada. Se ofrece el testimonio de Flórez: “En el año 1243 en que acabó su obra el Arzobispo de Toledo, ya había muerto Doña Sancha, y creo que algo antes. Pues escribiendo el capítulo veinticuatro del libro siete dice que doña Sancha y don Fernando murieron sin dejar sucesión, y doña Dulce vivía. Esto convence que había muerto entonces Doña Sancha, y por consiguiente fue diversa de otra hija del Rey que tuvo el mismo nombre y yace con fama de Santidad en Santa Fe de Toledo”. Para simplificar, se dirá que esta segunda Sancha ofrece su identidad y la de su madre en un documento cuando dice: “Yo, doña Sancha Alfonso, hija del rey de León y de doña Teresa Gil”. A la otra Sancha, hija de doña Teresa, la primera esposa del Rey, en manera alguna le corresponde el apellido Gil, porque la madre ni las demás hermanas de ella nunca emplean el apellido, y de llevarlo, tendría que ser santo, como hijas que fueron de Sancho I de Portugal. En cambio, la segunda Sancha Alfonso se complace en mencionar el nombre del padre y el de la madre, Teresa Gil, por lo tanto es distinta de la otra, como se viene diciendo.

Se sabe que ésta vivió santamente y murió el 25 de julio de 1270.

Para evitar prolijidad, se resumirá con estas frases luminosas de Flórez: “Consta pues, que doña Sancha Alfonso que se venera en Santa Fe de Toledo, no fue la que el rey tuvo en Santa Teresa, sino de doña Teresa Gil, después de estar separado no sólo de la reina Santa Teresa, sino de doña Berenguela, por cuyas anulaciones de matrimonios quedó el rey libre de todo vínculo y pudo casar con otra también libre, la cual se llamaba Teresa Gil”.

 

Bibl.: A. Quintanadueñas, Sereníssima infanta gloriosa Virgen Doña Sancha Alfonso, Comendador de la Orden Militar de Santiago, hija del rey de León don Alonso el Nono y de la Infanta de Portugal doña Teresa Gil de Soberosa, Madrid, Imprenta Real, 1651, pág. 148; H. Flórez, Memorias de las reinas católicas, t. I, Madrid, 1761, págs. 327, 369 (ed. facs. de F. J. Campos y Fernández de Sevilla, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2002); D. Yáñez Neira, “Santa Teresa, reina de León y Monjas del Císter”, en Nova et Vétera (Zamora), 7 (1979), págs. 115-130 [y en Cistercium, XXI (1979), págs. 281-300]; “Dos hijas de Alfonso IX del mismo nombre”, en Hidalguía, XXXII (1983), págs. 47-67; “La venerable doña Sancha Alfonso”, en Espiga (hoja parroquial del obispado de Palencia), 9-15 de noviembre de 1986, págs. 2-3.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO

 

 

 

 

 

 

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