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Adrián del Prado

Biografía

Prado, Adrián del. ?, s. m. s. XVI – p. m. s. XVII. Poeta.

De Adrián de Prado apenas se conoce su nombre y su pertenencia a la Orden Jerónima, como se deduce del título de su Canción Real publicada en pliegos sueltos en diferentes fechas del siglo xvii. La búsqueda de su nombre en las diferentes historias publicadas o manuscritas de la Orden Jerónima ha resultado infructuosa y ni siquiera se puede afirmar con certeza su fecha de nacimiento y muerte, que se ha situado entre la segunda mitad del siglo xvi y primera del siglo xvii, dato basado en la primera fecha de edición de la Canción Real a San Jerónimo, que vio la luz impresa en un pliego suelto granadino en 1616.

Toda su obra poética conocida se reduce a esta Canción Real a San Jerónimo, poema ampliamente difundido en pliegos sueltos y en manuscritos a lo largo de todo el siglo xvii. Su historia editorial comienza en 1616, fecha del primer impreso conocido que recoge este poema, un pliego de 8 hojas editado en Granada por Martín Fernández. Vuelve a imprimirse en 1619, esta vez en Sevilla. Se trata de una edición de la que hoy no se conserva ningún ejemplar y cuyo texto Böhl de Faber incluyó en su Floresta de rimas antiguas castellanas (1821). Este texto presenta una versión muy reducida del poema: 130 versos frente a los 300 que completan el poema en el resto de versiones conocidas, lo que sugiere una intervención del propio editor, en la que se eliminan todas las estrofas en las que se describe la cueva y el paisaje en los que se refugia el santo eremita, suprimiendo de este modo lo que el poema tiene de más original.

De 1622 se conserva una edición valenciana realizada por Vicente Franco, y en 1628 y 1629 sendos pliegos impresos en Sevilla vuelven a reproducir la Canción de Adrián de Prado. Este último pliego de 1629 se encuentra actualmente perdido pero se conoce gracias a la edición que de él hizo Justo de Sancha para incluirlo en el Romancero y Cancionero Sagrados, en 1849.

También de 1629 se conoce otra edición del poema, esta vez como parte de una recopilación poética realizada por fray Gerónimo de la Madre de Dios: Ramillete de divinas flores para el desengaño de la vida humana, Amberes, 1629.

Tras ocho años sin tener noticia impresa del poema, se imprime de nuevo en 1637, en la imprenta sevillana de Pedro Gómez de Pastrana, y una última vez en 1669, igualmente en Sevilla por el impresor Juan Izquierdo Malo Esta difusión generosa a lo largo de la primera mitad del siglo xvii se ve reflejada también en las copias manuscritas que de él se conocen, en misceláneas poéticas o en copias exentas personales.

Para comprender el éxito de esta composición a lo largo de buena parte del siglo xvii, es necesario situarlo en una tradición que, desde el siglo xvi, se empeñó en la renovación de las vidas de algunos santos transmitidas desde la Edad Media. El interés por la figura de san Jerónimo se ve reflejado en el creciente número de ediciones que vieron sus obras, especialmente las Epístolas, y en las numerosas biografías, más o menos realistas, que de él se escribieron desde la que escribió Erasmo en 1515, y que en España continuaron Pedro de la Vega (Flos Sanctorum, 1521), Alonso de Villegas (Flos Sanctorum, 1585), fray José de Sigüenza (Vida de San Jerónimo, 1595), Pedro Rivadeneyra (Flos Sanctorum, 1599-1601), o la obra en verso de Bartolomé Cayrasco de Figueróa (Templo Militante Flos Sanctorum, 1615).

Pero lo que destaca en la Canción de Adrián de Prado es la original adaptación que lleva a cabo de un episodio de la vida de san Jerónimo, el de su retiro en Siria, y lo hace mostrando el lado más humano del personaje, acercándolo de ese modo a la sensibilidad más primitiva. Los elementos expresivos, simbólicos y “emblemáticos” — que lo sitúan plenamente en la cultura visual del barroco— le ayudan a mostrar con gran intensidad la experiencia tormentosa del santo.

Su difusión en pliegos lo convierte en una lectura “popular”, destinada a un amplio número y variedad de lectores, lo que hace aún más incomprensible el silencio sobre su autor y el hecho de que sea esta su única obra conocida.

 

Obras de ~: Canción del gloriosísimo Cardenal y Doctor de la Iglesia San Gerónimo, Granada, Martín Fernández, 1616; “Cancion Real a S. Gerónimo”, en J. de Varayz y Vera, Jardín divino hecho el año de xpo de 1604, fols. 301v.-307v., c. 1617 (ms.); [Un yermo hay en la Siria destemplada, | cuyos montes, guarida de animales], Sevilla, 1619 (ed. de J. Nicolás Böhl de Faber, Floresta de Rimas Antiguas Castellanas, Hamburgo, Librería de Perthes y Besser, 1821, págs. 129-132); De la rigurosa y áspera penitencia que el glorioso Cardenal y Doctor de la Iglesia, S. Gerónimo hizo, y de cómo nos enseña a hacerla, Valencia, Vicente Franco, 1622; Canción del gloriosísimo Cardenal y Doctor de la Iglesia San Gerónimo, Sevilla, Simón Fajardo, 1628; “Canción real a San Jerónimo en Suria, compuesta por Hortensio Palavesino”, en Cancionero de 1628, fols. 264r.-268r. (ms.) [ed. de J. M. Blecua, Cancionero de 1628, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1945, págs. 207- 219]; “Canción a la penitencia de san Jerónimo y lugar donde la hizo”, en Fray Gerónimo de la Madre de Dios, Ramillete de divinas flores para el desengaño de la vida humana, Amberes, César Joaquim Trognesius, 1629, págs. 230-242; Al gloriosísimo Cardenal y Doctor de la Iglesia, San Jerónimo, Sevilla, Pedro Gómez de Pastrana, 1629 (ed. de J. de Sancha, Romancero y Cancionero Sagrados, Madrid, M. Rivadeneyra, 1849 (Biblioteca de Autores Españoles, t. 35), págs. 289-291; ed. facs., Madrid, Atlas, 1950); Canción del gloriosísimo Cardenal y Doctor de la Iglesia San Gerónimo y el riguroso modo de su penitencia, Sevilla, Pedro Gómez de Pastrana, 1637; “Canción Real del gloriosísimo Cardenal y Dor de la Iglesia s. Gerónimo”, en Fray Juan Márquez, Miscelánea Historia Política, Segundo tomo, fols. 90v.-93r., ¿1652? (ms.); Canción del glorioso Cardenal y Doctor de la Iglesia San Gerónimo, Sevilla, Juan Izquierdo Malo, 1669; Canciones a Sant Hierónimo, s. f. (ms.)

 

Bibl.: J. N. Böhl de Faber (ed.), Floresta de Rimas Antiguas Castellanas, Hamburgo, Librería de Perthes y Besser, 1821; J. de Sancha (ed.), Romancero y Cancionero Sagrados, op. cit., 1849 (ed. facs., 1950); J. M. Blecua (ed.), Cancionero de 1628, op. cit., 1945; R. Osuna, “La fuente de dos pasajes del San Ignacio de Loyola de Domínguez Camargo”, en Thesaurus: Boletín del Instituto Caro y Cuervo, t. XXIV, n.º 1 (1969), págs. 12- 22; P. de la Fuente, “The Hermit as Baroque Conceit: Adrián de Prado’s ‘San Jerónimo’”, en Modern Language Notes (The Johns Hopkins University Press), 90, n.º 2 (1975), págs. 167- 182; M. Ambrogetti, La “Canción Real” del geronimita Adrián del Prado (sec. xvii), Firenze, Università degli Studi di Firenze, 1982; J. M. Blecua (ed.), Poesía de la Edad de Oro II, Barroco, Madrid, Castalia, 1984; Á. Pariente, “Góngora y la poesía culterana”, en Caligrama: Revista Insular de Filología, vol. 2, n.º 2 (1987), págs. 97-110; A. Martínez Pereira, “La difusión popular de la faceta eremita de San Jerónimo en el siglo xvii español”, en Eremitismo na Época Moderna: Modos e Lugares, Via Spiritus, n.º 9 (2002), págs. 147-183.

 

Ana Martínez Pereira