Celdrán de Alcaraz, Alonso. ?, m. s. xvi-s. m. s. xvi – 1605. Escribano real, coadjutor de gobernador y baile general de Aragón.
Coincidiendo con la llegada del marqués de Almenara a Aragón en 1587, Alonso Celdrán de Alcaraz, caballero y escribano de raciones de su majestad, recibió el encargo de Felipe II de ayudar al gobernador Juan de Gurrea a perseguir a los delincuentes que actuaban en el reino. Para ello se le confirió el título de “coadjutor”, “teniente” o “lugarteniente” de gobernador, según las denominaciones que utilizan los cronistas de modo indistinto, con lo cual, en feliz expresión de Lupercio de Argensola, lo cierto es que Celdrán “hacia oficio de gobernador de Aragon”.
De hecho, era coadjutor cuando Antonio Pérez entró en Aragón y se desplazó a Calatayud con intención de capturarlo, objetivo que no pudo cumplir por la resistencia que halló en los dominicos del convento de San Pedro Mártir, que dieron asilo al fugitivo en tanto solicitaba su manifestación ante la corte del justicia de Aragón. Respetuoso con los fueros, se limitó a vigilar que Pérez no escapase durante su traslado a Zaragoza.
La muerte de Juan de Gurrea supuso su cese como coadjutor y no consta que tuviese participación alguna en la crisis abierta en 1591. El 3 de mayo de este año presentó su renuncia a ejercer cualquier oficio del reino y en agosto se encontraba en Madrid, quizá con la pretensión de solicitar alguna merced por sus servicios.
Entre tanto declaró ante el inquisidor Pedro Pacheco, que instruía las primeras causas abiertas por el motín contra el Santo Oficio que se había producido el 24 de mayo anterior. No queda noticia de sus actividades hasta fines de 1592, cuando los representantes de Felipe II incluyeron su nombre en la lista de los adaptadores que debían redactar los fueros promulgados en las Cortes de Tarazona recién concluidas. En 1601, además, se le encomendó elaborar unas nuevas “ordinaciones” para la ciudad de Jaca, encargos ambos que muestran la confianza que la Monarquía siempre tuvo depositada en él.
El 1 de febrero de 1593 fue nombrado baile general de Aragón, oficio que desempeñó hasta su muerte y que desde entonces hasta 1612 fue regido por su hijo.
En el Archivo Provincial de Zaragoza se conserva una copia de las capitulaciones matrimoniales entre Jerónimo Celdrán de Alcaraz y Elena de Bolea, donde se indica que los padres del novio eran Alonso Celdrán de Alcaraz, caballero, baile general de Aragón y escribano de ración de la casa y corte de su majestad, y Juana de Gurrea, y los de la novia, Martín de Bolea y Ana Fernández de Heredia.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Actos Comunes, ms. 258, fols. 126-127; Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Osuna, leg. 843, n.os 1-11; Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, Híjar, sala i, leg. 227/15; Real Academia de la Historia, ms. 9/1861, fols. 301-302.
J. M. de Mezquita, Lucidario de todos los señores Justicias de Aragon, s. f. (Archivo Municipal de Zaragoza, ms. 59, fol. 139) (ed. facs., Zaragoza, El Justicia de Aragón, 2002); V. Blasco de Lanuza, Ultimo tomo de historias eclesiasticas y seculares de Aragon, desde el año 1556 hasta el de 1618, Zaragoza, Juan de Lanaja y Quartanet, 1619, págs. 83, 108, 110, 116, 139 y 158; F. de Latassa y Ortín, Biblioteca nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año de 1500 hasta 1599, t. i, Pamplona, Joaquín de Domingo, 1798-1802, pág. 323 [Zaragoza, Institución Fernando el Católico y Universidad de Zaragoza, 2001 (ed. electrónica)]; L. Leonardo de Argensola, Informacion de los sucesos del Reino de Aragon, Madrid, Imprenta Real, 1808, pág. 46 (ed. facs., Zaragoza, Edizions de l’Astral y El Justicia de Aragón, 1991); L. Mur Ventura, “Importancia del cargo de Bayle general en el antiguo Reino de Aragón”, en Linajes de Aragón. Revista Quincenal Ilustrada. Reseña histórica, genealógica y heráldica de las familias aragonesas, vii, n.º 10 (1916), pág. 194; J. Gascón Pérez, “Don Martín de Lanuza y Manuel Donlope: precisiones y nuevos datos biográficos y genealógicos”, en Argensola: Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses, 113 (2003), págs. 293-314.
Jesús Gascón Pérez