Chover Sánchez, Antonio Miguel. Játiva (Valencia), 1.XII.1778 – ?, 2.V.1858. Comandante de Caballería con grado de teniente coronel.
Militar casi legendario, procedente de la clase de soldado, merecedor de que una de las salas del Museo Específico de la Academia de Caballería lleve su nombre.
Hijo de Antonio Jover y de Josefa Sanchis. Sus antepasados, por línea paterna, eran oriundos de Galicia y se apellidaban Yover; los maternos procedían de Granada y su apellido figura en algunos documentos como Sanchiz o Sánchez (él mismo firmaba como Sánchez). Aunque su fecha de nacimiento también varía en algunos documentos, la del 1 de diciembre de 1778 es la certificada por su partida de bautismo, acto que tuvo lugar —al día siguiente, en su pueblo natal— en la iglesia parroquial de Santa Tecla.
El 11 de enero de 1795 ingresó como soldado en el Regimiento de Caballería de Línea Alcántara, permaneciendo con su escuadrón en Extremadura. En 1797 fue destinado el Regimiento a Andalucía, donde permaneció hasta septiembre de 1800 en que regresó a Extremadura.
En 1801 intervino en la guerra contra Portugal, entre el 20 de mayo y el 17 de julio, actuando en varias acciones en el país vecino. Volvió en junio de 1807, ascendió a cabo 2.º el 4 de mayo de 1808. En el mes de junio de este año, al igual que todos los componentes de los regimientos españoles de guarnición en Lisboa, fue desarmado por el ejército francés, hecho prisionero y conducido a bordo de unos pontones.
A los dos días de hallarse prisionero, aprovechando la oscuridad de la noche, se arrojó al mar, burló a los centinelas y lanchas cañoneras que custodiaban los pontones y, sin pérdida de tiempo, volvió a España y se presentó en Badajoz, siendo recompensado por esta fuga y destinado al Regimiento de Caballería de Húsares de la Reina Doña María Luisa, hasta que pasó al recién creado de Cazadores de Caballería de la Granada de Llerena.
En pocos meses ascendió a cabo 1.º (1 de julio de 1808); se le concedió el grado de sargento 2.º, a los 24 días; y ascendió a este último empleo el 15 de agosto del mismo año.
Durante 1809 participó en varios combates en Extremadura, tomando parte —el 26 de julio— en el ataque de Alcabón (Toledo), en el que recibió dos heridas “mortales” (sic en su hoja de servicios) y se distinguió, siendo recompensado por la Junta central del reino y ascendido a alférez —el 12 de agosto— con antigüedad de aquella fecha: 26 de julio.
Fue a partir de este momento cuando comenzó la aventura que le llevó a la fama. En los combates de la mañana del dicho día 26 de julio fue hecho prisionero.
En esta situación dio muerte a un oficial francés, edecán del general en jefe, sufriendo a continuación veintiuna heridas de bala y sable y siendo abandonado por muerto.
Según su hoja de servicios, permaneció dos días entre los muertos y subsistió cuatro meses prisionero.
Según su propio relato (en una instancia a S. M. la reina Doña Isabel II), al amanecer del día siguiente, con mil trabajos, pudo arribar a un pueblecillo inmediato y guarecerse en una casa deshabitada, hasta que la fortuna le deparó el auxilio de una anciana que, de cuando en cuando, le llevaba un corto alimento y lo necesario para que cicatrizaran sus heridas.
Él mismo nos sigue relatando que —una vez cerradas sus heridas, aunque no del todo— emprendió la marcha por montañas y sendas extraviadas hasta Sevilla, presentándose al marqués de Palacios, inspector general de Caballería (de 4 de mayo de 1809 a 13 de julio de 1810), quien le mandó volver a su Regimiento.
El 27 de octubre de 1810 se le concedió el grado de teniente. El 7 de agosto del año siguiente —1811— pasó agregado, por causa de sus padecimientos, a la Caja de Inválidos de Játiva; y el 23 de octubre se le concedió licencia para contraer matrimonio con Vicenta Justa Martínez Picalqués.
A pesar de las numerosas heridas recibidas, cuyas secuelas le acompañaron toda su vida, no se acabó aquí la vida activa de Antonio Chover. El 7 de febrero de 1817 pasó destinado al Estado Mayor de la plaza de Valencia, siendo nombrado ayudante de la Ciudadela el 17 de septiembre. Ascendió a capitán de Inválidos el 21 de septiembre de 1820, y el 30 de marzo de 1821 fue destinado al Ejército Realista de Valencia.
En 1823 se le dio de baja en la revista del mes de julio, “por haberse ausentado en fin de marzo, e ignorando su paradero”. Sin embargo, el 21 de octubre de 1825 se le concedió el escudo de distinción, establecido para recompensar a todos aquellos que habían abrazado la causa del Soberano.
La hoja de servicios que presentó, del Regimiento de Caballería 7.º Provisional o Valencia (antes Lanceros del General), acredita que se incorporó al Ejército Real el 21 de marzo de 1823 y tomó parte —entre esa fecha y el 7 de octubre— en los dos sitios contra Valencia y en la entrada en dicha plaza, con el Ejército aliado, y en diversas acciones —en la provincia de Alicante— en las inmediaciones de dicha capital, Elche, Santa Pola y San Vicente del Raspeig.
El 9 de agosto de 1824 se le concedió el grado de teniente coronel y el 1 de octubre de 1825 se vio obligado a regresar al Cuerpo de Inválidos, pasando a la situación de retirado el 1 de junio de 1829.
Habiendo enviudado y encontrándose, como él mismo describe, “agobiado de sus males y sin tener quien le prestase consuelo o hiciese los medicamentos necesarios para calmar las incomodidades que le causaban sus mal cerradas heridas”, en 1846 solicitó y obtuvo permiso para matrimoniar en segundas nupcias con Valentina Teresa Cuevas Caballero, de diecisiete años de edad.
El 1 de diciembre de 1850 pasó destinado al cuartel de Inválidos de Atocha (Madrid), siendo ascendido a comandante de Caballería con antigüedad de 13 de julio de 1854, en atención a los relevantes y distinguidos servicios que había prestado en su dilatada carrera.
Falleció el 2 de mayo de 1858.
Fuentes y bibl .: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. CH-183.
“Breve reseña de los hechos heroicos de D. Antonio Chover, teniente coronel de Caballería, en la batalla de Talavera de la Reina el año 1809”, en Revista de Caballería (noviembre 1910), págs. 329-338 (enero de 1911), págs. 89-94; J. Repollés de Zayas, “Un Sargento de Cazadores en la batalla de Talavera”, en Jarama, 8 (julio 1975), págs. 5-8; J. Albi de la Cuesta, L. Stampa Piñeiro y J. M. Silvela Milans del Bosch, Un eco de clarines: historia de la caballería española, Madrid, Tabapress, 1992.
Antonio Bell ido Andréu
