Miró, Cipriano. Buenos Aires (Argentina), 11.XI.1797 – Montevideo (Uruguay), 17.II.1890. Militar independentista.
El 18 de febrero de 1818 se alistó en el puerto de Buenos Aires como voluntario en la goleta Congreso para hacer el corso en las costas peruanas. Enseguida se incorporó al Ejército de los Andes, en Chile, el cual se aprestaba para marchar al Perú y obtuvo el grado de subteniente de cazadores el 20 de junio de 1820. En agosto partieron desde Valparaíso y en setiembre desembarcaban en la playa de Pisco. A las órdenes del general Arenales, Miró marchó a la primera campaña de la Sierra, la cual resultó exitosa tras varios encuentros coronados por la victoria de Pasco el 6 de diciembre de 1820. Miró recibió por su actuación una medalla de plata. También estuvo en el primer sitio de Callao y en el asalto a dicha fortaleza el 14 de agosto de 1821, por lo cual obtuvo una medalla de oro. Intervino en el combate de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, y en la difícil expedición a los Puertos Intermedios —a las órdenes del teniente coronel Román Antonio Deheza— participando en las sangrientas batallas de Calana (1 de enero de 1823), Torata y Moquehua (19 y 21 de enero). La pérdida de hombres fue inmensa y Miró fue uno de los pocos combatientes que pudo embarcarse rumbo a Callao. Allí debió enfrentar el sitio entre junio y julio de 1823 cuando los realistas se acercaban a Lima. En enero de 1824, por orden de Bolívar, la guarnición de Callao quedó constituida por fuerzas argentino-chilenas y Miró permaneció con el 11 de los Andes. En la sublevación de sargentos y cabos, el 5 de febrero de 1824, Miró quedó como prisionero de los amotinados, los cuales entregaron a los prisioneros a los españoles. Enviados a pie hasta la isla de Chucuito, en el lago Titicaca, debió presenciar los fusilamientos en San Juan de Matucana el 22 de marzo de 1824. Los prisioneros se rebelaron y consiguieron escapar, aunque algunos, como Miró, fueron nuevamente capturados en la montaña de Songos por los españoles y permanecieron en prisión hasta la victoria de Ayacucho. Recuperada la libertad el 26 de diciembre de 1824, se incorporó en Puno al ejército y, a las órdenes del general Alvarado, marchó en persecución de Olañeta hasta La Paz. Terminada la campaña regresó a Buenos Aires en agosto de 1825, obtuvo el alta en la división de los Andes y, promovido a capitán, participó en la batalla de Ituzaingó (20 de febrero de 1827) por la cual recibió los cordones decretados por el presidente Rivadavia a los vencedores.
En marzo se le otorgaron las presillas de sargento mayor por su comportamiento. También tomó parte de los combates del Ombú y de Yerbal. En 1831 se unió al ejército de la República del Estado Oriental y fue ascendido a coronel con el mando de un batallón de Infantería de línea de nueva creación. Aunque el vicepresidente Pérez le dio de baja, fue reincorporado por Oribe, a quien sirvió contra los revolucionarios cuando Rivera se sublevó contra él. En la batalla del Palmar (15 de junio de 1838) estuvo al mando de la infantería de Oribe pero cuando quedó completamente solo con su infantería, debió rendir sus fuerzas frente al general riverista Aguiar. El 14 de junio de 1846, el general Rivera derrotó en la villa de Mercedes al coronel oribista Jaime Montoro y Miró fue tomado prisionero. Tras su liberación fue destinado a la comandancia del departamento de Mercedes. Con posterioridad a la batalla de Caseros, Miró siguió sirviendo al ejército oriental alcanzando el grado de teniente general. Falleció pobre y olvidado.
Bibl.: A. Carranza, “El general Miró”, en Revista Nacional (Buenos Aires), t. XI (1890), pág. 40; R. Yaben, Biografías argentinas y sudamericanas, t. III, Buenos Aires, Editorial Metrópolis, 1938, págs. 797-799; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino, t. IV, Buenos Aires, Editorial Elche, 1978, pág. 569; Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres, t. II, Buenos Aires, Editorial Elche, 1994, pág. 801.
Andrea María Bau