Porta Bussons, Pablo. Barcelona, 17.XI.1923 – 27.I.2009. Directivo de fútbol y abogado.
Licenciado en Derecho en la Universidad de Barcelona durante la posguerra. Posteriormente se doctoró en Madrid y fue profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Barcelona. Accedió al deporte en sus tiempos de estudiante a través del boxeo, en el que llegó a ser campeón universitario de España de peso semipesado amateur. En 1948 fue presidente de la Federación Catalana de Boxeo. Debido a su vinculación, como socio, con el Club Deportivo Español de Barcelona, el presidente Miramón le encargó en la directiva la vocalía del fútbol juvenil del club, pero antes de finalizar esa temporada 1958-1959, pasó a ser secretario de la junta directiva.
En diciembre de 1960 entró a formar parte de la comisión gestora de la Real Federación Española de Fútbol, tras el cese de De la Fuente Chaos; al año siguiente fue designado vocal del fútbol juvenil en la junta federativa.
En octubre de 1964 fue nombrado presidente de la Federación Catalana de Fútbol, cargo que ejerció durante once años; este cargo era compatible con la vicepresidencia de la Real Federación Española y con la presidencia del fútbol juvenil de esta entidad. También desempeñó la vicepresidencia de la Mutualidad de Jugadores, fue presidente de la comisión de campos de fútbol y representante del fútbol en el Comité Olímpico Español.
El 26 de mayo de 1975 fue nombrado presidente de la Real Federación Española. Tal cargo, en diciembre de 1976, tuvo que ser ratificado democráticamente por los estamentos futbolísticos nacionales.
Ganó poco menos que por unanimidad. Su valía le hizo ser elegido miembro del Comité ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), donde desempeñó los cargos de presidente de la Comisión de Estatutos y también del Comité de Protocolo, así como vocal del comité organizador de la Copa del Mundo de 1986 en México.
Durante su presidencia se desarrolló en España la Copa del Mundo de 1982; bien que fuera poco menos que orillado al nombrarse un Real Comité Organizador en el que tuvo menguado cometido, aun cuando nadie pudo arrebatarle el timón del fútbol español que, desgraciadamente, tuvo un deslucido papel.
Si bien parte de la prensa deportiva le combatía inmisericordemente por presuntas corruptelas mínimas, ejercía el cargo sin retribución alguna. Simplemente le abonaban los gastos de alojamiento durante los días que pasaba en Madrid y el coche oficial que mantenía en Barcelona.
Pero las sucesivas elecciones para el cargo de presidente eran ganadas de una forma avasalladora. Sin embargo, el poder político no le consideraba compatible con sus formas de gobierno y emitió un Decreto Ley por el que no podía presentarse a más reelecciones; tal incompatibilidad, que se conoció popularmente como “decreto anti Porta”, se publicó en el Boletín Oficial del Estado, n.º 80 de fecha 3 de abril de 1984. Tuvo que abandonar el cargo. Ello no empecía para que continuara en la FIFA como presidente de la Comisión de Disciplina. Optó a la presidencia de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), pero tuvo que retirar su candidatura porque la Real Federación Española le negó el voto.
Se retiró de toda actividad futbolística, dedicándose exclusivamente a su acreditado bufete de abogado en la Ciudad Condal.
Fuentes: Archivo del Centro de Investigación de la Historia y Estadística del Fútbol Español.
Félix Martialay
