Valonga, Jacinto. Monzón (Huesca), f. s. XVI-p. s. XVII – Madrid, 1644. Magistrado aragonés, regente del Consejo Supremo de la Corona de Aragón.
Inició su formación jurídica en el Colegio de Santiago de Huesca, donde estudió desde abril de 1618 hasta junio de 1619, en que se licenció en Cánones.
Llegó a ocupar una cátedra en la Universidad de Huesca, antes de ingresar en el Colegio de San Bartolomé de Salamanca, donde se licenció en Leyes en 1624. De ahí pasó a ocupar la plaza de fiscal de la Audiencia de Mallorca, donde en 1625 era ya presidente. Ascendió a la Audiencia aragonesa, donde ejercía como oidor de la Sala Civil en diciembre de 1632.
Su condición de colegial salmantino debió de influir en su rápida carrera, como señala De Lario, y puede comprobarse también en los otros casos de magistrados de los Reinos de la Corona de Aragón ya antes del siglo XVII. Tan claro es el fenómeno de la vía rápida de los colegiales y su imbricación en las élites judiciales y administrativas sobre esa base, como el hecho de que en la Corona de Aragón no se promocionara debidamente la institución colegial de alto nivel, como bien señala De Lario. Durante la Guerra de Cataluña fue auditor general del Ejército del principado en Tarragona y participó activamente en los momentos bélicos de primera hora. Se hallaba visitando los cuarteles de Gerona cuando se produjeron los hechos de Santa Coloma de Farners. Desde esa posición se mantuvo en constante comunicación con el virrey (13 de mayo de 1640). Los acontecimientos del “Corpus de Sang” le sorprendieron en la misma ciudad de Barcelona, donde tuvo que estar varios días escondido.
De Cataluña pidió volver a Zaragoza, por motivos de salud, para ejercer su cargo de oidor de la Audiencia Civil. No sólo volvió, sino que se le recompensó con el nombramiento de regente la Cancillería de la Audiencia aragonesa, en julio de 1641 (privilegio de 31 de julio de 1641), donde ocupó la vacante dejada por el fallecido Antonio Agustín de Mendoza. Apenas un año más tarde, en mayo, accedió al Consejo de Aragón (privilegio de 31 de mayo de 1642) en el hueco dejado por Agustín Morlanes (aunque es dudoso que éste llegara a ejercer el cargo, en aquellas difíciles circunstancias de la Guerra de los Segadores). Entre las cuestiones en las que le tocó intervenir, formó junta con el cardenal Tribulcio, por Real Decreto dado en Zaragoza el 17 de agosto de 1643. Tras su fallecimiento en 1644, Vicente Hortigas fue quien ocupó su lugar en el Consejo, de la misma forma que había ocupado la vacante de regente de la Cancillería de la Audiencia. El 31 de agosto de 1644 se trató de la provisión de la plaza que su fallecimiento había dejado vacía, en la que se descartaba a Agustín Navarro de Burena. Su viuda Leonor Valonga y Rosinol debió de vivir muchos años, pues se dirigió al Consejo de Aragón en agosto de 1673 en petición de ayuda económica.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 33, doc. 222, 285, doc. 22 (13 de mayo de 1640); leg. 27 (Real Decreto de 17 de agosto de 1643); Registros de Cámara, 12, fol. 15 (privilegio de 31 de julio de 1641); 10, fol. 134 (privilegio de 31 de mayo de 1642).
J. Arrieta Alberdi, El Consejo Supremo de la Corona de Aragón, 1494-1707, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1994; D. de Lario, “Catalanes en los Colegios Mayores españoles (1560-1650)”, en Pedralbes. Revista d’Història Moderna, 18-II (1998), págs. 265-271.
Jon Arrieta Alberdi