Echesortu, Ciro. Bilbao (Vizcaya), 12.IV.1852 – Buenos Aires (Argentina), 25.XII.1921. Empresario, colono agrícola.
Desde muy joven se dedicó a las actividades comerciales. En 1860 llegó a Argentina y se radicó en Santa Fe. Años más tarde, hacia 1876, estableció con éxito varias empresas de colonización agrícola en la provincia. La afluencia de un elevado número de inmigrantes europeos al país y la política de “puertas abiertas” que los gobiernos liberales de Sarmiento, Avellaneda y Roca fomentaban, posibilitaron el establecimiento de colonias agrícolas. El objetivo era consolidar el asentamiento del capital humano recién llegado a un país extenso y próspero, pero con escasa población. Las posibilidades de adquirir tierras eran casi inexistentes, pues unas pocas familias, miembros de la oligarquía dirigente, se erigían como propietarias terratenientes de la mayor parte de los campos. Los inmigrantes, que habían llegado a estas latitudes con la esperanza de conseguir una mejora en sus condiciones económicas, soñaban con un país rico, con extensas llanuras donde podrían cultivar y criar ganado. La realidad, sin embargo, era otra; los innumerables latifundios ya tenían dueño y el trabajo agrícola estaba lejos de sus intereses económicos y políticos. Para hacer frente a esta situación adversa, se conformaron cooperativas y colonias de inmigrantes cuyo propósito consistía en aunar esfuerzos y medios para lograr establecerse en los campos y dedicarse a la actividad agropecuaria. Muchos comerciantes que habían obtenido una considerable fortuna se convirtieron en empresarios agrícolas, favoreciendo y estimulando el crecimiento de estas colonias en el interior del país, especialmente en el litoral. Ciro Echesortu era uno de ellos, y así lo recuerda la provincia de Santa Fe, centro de su acción empresarial, donde llevó una vida de intensa labor trabajando para el crecimiento de la región.
Así, en 1883, dirigió la sociedad La Buena Esperanza, la que colonizó ciento treinta leguas de campo en la provincia de San Luis. Fue, además, fundador de varios pueblos y colonias en la provincia de Santa Fe. En la ciudad de Rosario colaboró pecuniariamente en la extensión del tranvía y en el establecimiento de barrios suburbanos.
Por su gran influencia económica ocupó los cargos de consejero del Banco de la Nación y del Hipotecario Nacional, presidente de la Bolsa de Comercio, director de la compañía de seguros La Royal y de varias compañías anónimas. Como vicepresidente de las Obras del Puerto de Rosario, fomentó la canalización de los ríos.
En 1910 apoyó la construcción del Hospital Centenario de Rosario, considerado el más importante en su género en aquella época, que sirvió de base para la creación de la Facultad de Medicina, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral.
Hombre emprendedor y pragmático, de gran voluntad, logró una acomodada posición económica y una de las más sólidas fortunas del país.
Bibl.: E. Udaondo, Diccionario Biográfico Argentino, Buenos Aires, Huarpes, 1945; R. Piccirilli, F. Romay y L. Gianello, Diccionario Histórico Argentino, Buenos Aires, Ediciones Históricas Argentinas, 1953-1954; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930), Buenos Aires, Editorial Elche, 1971; R. Molina, Diccionario biográfico de Buenos Aires (1580-1720), Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 2000, pág. 168.
Sandra Fabiana Olivero
