Cobo, Juan Francisco. Valle de Aras (Navarra), 28.X.1754 – Mendoza (Argentina), 24.VI.1835. Comerciante, regidor, alférez real, notario eclesiástico de la vicaría foránea de Cuyo.
Según Udaondo, nació el 27 de octubre de 1755. Descendiente de una familia de origen nobiliario, era hijo de Felipe Cobo y de María Azcona. A comienzos del siglo xix se trasladó a Chile en compañía de sus hermanos para dedicarse a los asuntos comerciales de la familia. Allí contrajo matrimonio con Juana Correa y Labrada. En 1808 falleció ésta y Juan Francisco se radicó en Mendoza, ciudad en la que permaneció hasta su muerte. Contrajo segundas nupcias con María Dominga Sáez y Guevara, de distinguido abolengo, lo cual le abrió las puertas de la ciudad y posibilitó su ascenso socio-político. En 1814, el Cabildo de Mendoza le otorgó la carta de ciudadanía gracias a la gestión del por entonces gobernador intendente y amigo suyo, el general José de San Martín. Juan Francisco prestó una importante y desinteresada ayuda pecuniaria al Libertador para la formación del Ejército de los Andes.
Desempeñó en Mendoza las funciones de regidor, alférez real y, durante más de veinte años, ejerció el cargo de notario eclesiástico de la vicaría foránea de Cuyo. Fue también ministro de la Orden Tercera de San Francisco.
Se le debe a este personaje la implementación del cultivo del álamo en Mendoza, de incalculable riqueza para toda la provincia, pues a poco tiempo de haberse establecido en la ciudad cuyana, recibió de Cádiz unas pocas estacas de álamo italiano y algunas semillas de otras especies exóticas, que plantó en su quinta de Guaymallén con el fin de cultivarlas.
A pesar de militar en el Partido Unitario, sus propiedades no sufrieron perjuicios durante las guerras de independencia. Estaba eximido del pago de contribuciones, decisión respetada hasta por los caudillos más arbitrarios de la provincia.
Fue siempre considerado un patriota virtuoso y un benemérito ciudadano. La actual Plaza San Martín, en Mendoza, llevó su nombre durante muchos años, y aún lo conserva un característico paseo de la ciudad.
Bibl.: VV. AA., Revista de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza (Mendoza), t. VII (1937), pág. 232; H. Velazco Quiroga, Perfiles, t. I, Mendoza, 1942, págs. 47-53; E. Udaondo, Diccionario biográfico colonial argentino, Buenos Aires, Editorial Huarpes, 1945, pág. 253.
Sandra Fabiana Olivero
