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Basilio Augustín Dávila

Biografía

Augustín Dávila, Basilio. Cádiz, 12.II.1840 – Vitoria (Álava), 7.VIII.1910. Militar, gobernador general de Filipinas.

Sale de la Escuela Especial del Cuerpo de Estado Mayor en 1859 y dos años después asciende a capitán de dicho cuerpo. En 1864 es destinado a Puerto Rico, tomando posesión del destino al año siguiente en la sección de Estado Mayor, donde desempeña el cargo, con carácter de interino, de jefe de Estado Mayor de la Capitanía General en distintos períodos. Su estancia en Puerto Rico coincide con las revueltas de dicha isla y con la guerra de Cuba. En septiembre de 1868 parte de la capital al frente de varias unidades con el fin de sofocar la rebelión independentista que había prendido en Lares, en cuyo ayuntamiento se había constituido un gobierno republicano presidido por Francisco Ramírez (grito de Lares); logra reducir a los agitadores y liberar a los españoles retenidos.

En 1869, desencadenada la guerra en Cuba (guerra de los diez años), fue comisionado para interceptar el desembarco de un grupo de dominicanos que intentaban llegar a Cuba para unirse al bando rebelde, en calidad de jefes; por los méritos contraídos durante su estancia en Puerto Rico se le concede el grado de teniente coronel y, ya en la Península, tras jurar la Constitución y lealtad al rey Amadeo de Saboya, se le confiere el grado de coronel, siendo nombrado ayudante de órdenes de dicho Monarca.

A partir de 1873 pasa destinado al Ejército del Norte interviniendo activamente en la liberación de varias ciudades sitiadas por las fuerzas carlistas (Laguardia, Bilbao, Vitoria) y también en batallas (Monte Montano, Treviño, Montejurra); por su actuación en la Guerra Carlista fue ascendido a brigadier del Ejército (1875) y permaneció en las provincias Vascongadas al mando de la Segunda Brigada de Caballería así como desempeñando otros cargos de responsabilidad. Ya como general de división en 1893, nombrado segundo cabo de la Capitanía General de Vascongadas y gobernador militar de Álava y plaza de Vitoria; como autoridad de mayor empleo militar, en ausencia del capitán general, declara el estado de guerra en Álava tras los tumultos que desembocaron al conocerse la noticia de que a Vitoria se le quitaba el rango de capital con la nueva organización.

Después de veintiún años desempeñando diversos destinos en el norte es nombrado segundo jefe del Sexto Cuerpo de Ejército y gobernador militar de Burgos (1894). Ascendido a teniente general (1895), fue capitán general de Galicia y comandante en jefe del Octavo Cuerpo de Ejército, y más tarde capitán general de Burgos, Navarra y Vascongadas así como comandante en jefe del Sexto Cuerpo de Ejército.

Su brillante carrera militar sufrió un gran revés cuando en vísperas de la guerra de España con los Estados Unidos (marzo de 1898) Sagasta lo nombra gobernador y capitán general de Filipinas, sustituyendo al general Fernando Primo de Rivera en el mes de abril. En estas fechas, la escuadra norteamericana amenazante en Hong Kong ultimaba los preparativos para atacar a la española. Con la voladura del Maine las relaciones hispano-norteamericanas alcanzaron su máxima tensión, de tal forma que el 27 de abril recibe en Manila la declaración de guerra por parte de los Estados Unidos. El 1 de mayo los modestos buques del almirante Montojo eran destruidos por la potente escuadra norteamericana; a partir de entonces norteamericanos y filipinos fueron cerrando el cerco a las tropas españolas que se concentraron en Manila. Ante la inminente toma de la capital, Augustín moviliza a civiles filipinos favorables a España; asimismo, crea una “asamblea consultiva” dirigida por Paterno, negociador de la Paz de Biak-na-bató, que logra atraer a una parte de los generales filipinos (Buencaminos, P. del Pilar, E. Flores, etc.) para que colaborasen en la defensa de Manila, pero la idea no prosperó. La única esperanza de Augustín era la llegada de la escuadra española que había zarpado de Cádiz al mando del almirante Cámara. Tres acontecimientos iban a precipitar el fatal desenlace: la derrota de la escuadra de Cervera en Cuba, el regreso de la escuadra de Cámara a España tras cerrársele el paso en Port Said y la llegada de tropas estadounidenses a Filipinas al mando del general Merrit. Ante el abatimiento y pesimismo latente en los telegramas enviados por Augustín al Gobierno de Madrid, Sagasta decide sustituirle el 4 de agosto por la segunda autoridad del archipiélago, Fermín Jaúdenes.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, hoja de servicios.

I. Salinas y Angulo, Defensa del general Jaúdenes hecha por el general de brigada Ignacio Salinas y Angulo: leída el 29 de septiembre de 1899 ante el Consejo Supremo de Guerra y Marina, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1899; E. Reverter, La Insurrección de Filipinas, Barcelona, Centro editorial de Alberto Martín, 1899; M. Sastrón, La insurrección en Filipinas y Guerra Hispano-Americana, Madrid, Imprenta de la sucesora de M. Minuesa de los Ríos, 1901; S. Gómez, La guerra hispano-americana: Puerto Rico y Filipinas, Madrid, Imprenta del Cuerpo de Artillería, 1902; J. Andrés- Gallego, El separatismo filipino y la opinión española, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Jerónimo Zurita, 1971; A. Ubieto, J. Regla, J. M. Jover y C. Seco, Introducción a la Historia de España, Barcelona, Teide, 1986; F. Rodríguez Coro, Los Carlistas 1800-1876, Vitoria, Fundación Sancho el Sabio, 1991; J. Barón, La guerra hispano-norteamericana de 1898, Sada (La Coruña), Ediciós do Castro, 1993; A. Bullón, Las guerras carlistas en sus documentos, Barcelona, Ariel, 1998; A. Castellanos, Filipinas de la Insurrección a la intervención de EE. UU., Madrid, Sílex, 1998.

 

Alicia Castellanos Escudier