Vergara, Francisco. El Mayor, El Viejo. Valencia, 1.III.1681 – 16.VIII.1753. Escultor.
Francisco Vergara el Mayor fue cabeza de una destacada familia de artistas valencianos, que contó con miembros tan destacados como sus hijos el escultor Ignacio Vergara y el pintor José Vergara, y su sobrino el escultor Francisco Vergara Bartual. A caballo entre dos siglos, vivió en un momento sociocultural marcado en Valencia por la apertura hacia corrientes exteriores innovadoras, tanto en el plano científico como artístico.
En la capital, ligados al movimiento novator, matemáticos como Tomás Vicente Tosca, Juan Bautista Corachán y Félix Falcó de Belaochaga participaban en tertulias científicas y difundían sus conocimientos en academias privadas, al tiempo que manifestaban sus opiniones en algunas de las empresas constructivas valencianas más ambiciosas de la época. En el terreno artístico, precisamente, se desarrollaba también una actividad académica importante, centrada en el dibujo y la pintura y abierta a los aires renovadores que venían de Italia. A esas influencias exteriores fue permeable Francisco Vergara el Mayor a través del contacto directo con importantes artistas llegados a la capital de Turia. Las fuentes contemporáneas al escultor ya señalaron lo decisivo de esas relaciones, también visibles en algunas de las obras más señeras en las que él participó, entre las que sin duda destaca la portada barroca de la Catedral de Valencia. Pero lamentablemente buena parte de su producción se ha perdido, lo que ha dificultado la valoración de su arte.
En 1696, a los quince años de edad, Francisco Vergara entró como aprendiz en el obrador del escultor valenciano Leonardo Julio Capuz, donde permaneció hasta 1716, año en que se independizó profesionalmente al examinarse de maestro carpintero, gremio al que pertenecían los escultores. Siendo oficial de Capuz, Vergara conoció a los escultores extranjeros llegados a Valencia en los últimos años del siglo xvii y primeros del XVIII, como el italiano Antonio Aliprandi, el alemán Conrad Rudolf, y, especialmente, el estrasburgués Nicolás de Bussy, de quien se dice que murió en sus brazos. Gracias a estos contactos aprendió técnicas nuevas de trabajo de la piedra, el estuco, la cera e incluso el bronce, a la vez que se impregnó de nuevos modos estilísticos, especialmente gracias a valerse del natural. A su maestro Capuz se le encargaron las obras de ornamentación llevadas a cabo en el paseo de la Alameda de Valencia. Allí se le atribuye a Vergara, entre otros trabajos, la desaparecida estatua marmórea del príncipe Luis (1715-1716), de cuerpo entero, que se alzaba sobre una columna triunfal en el último óvalo de la Alameda, para cuya ejecución siguió un modelo de su maestro. También partió de un modelo de Capuz para labrar en 1717 las estatuas de San Bernardo y de sus hermanas Gracia y María colocadas en sendos casilicios sobre el puente de San Bernardo de Alzira (Valencia), muy maltrechas durante la Guerra Civil Española.
En 1722 Francisco Vergara el Mayor y su hermano Manuel llevaron a cabo la ornamentación y el retablo de la capilla de San Blas de la iglesia parroquial de Bocairent (Valencia). Estos trabajos, en estuco, que han sido objeto de alguna intervención posterior, son ejemplo del lenguaje decorativo manejado por sus autores en esos años, impregnado de enseñanzas italianizantes. Concretamente los motivos decorativos de esta ornamentación están próximos a los practicados por Aliprandi en la iglesia valenciana de los Santos Juanes. Al artista también se le atribuyen en el mismo templo el desaparecido retablo mayor y la decoración en estuco que adorna la nave principal de la iglesia, así como el también desaparecido retablo de la capilla de la Virgen del Rosario, actual capilla de la Comunión.
A principios del siglo xviii fue elegido el proyecto del escultor y arquitecto Conrad Rudolf para la realización de la portada principal de la Catedral de Valencia.
Este artista alemán se encargaría en 1703 de la obra de escultura y adorno. Para llevarla a cabo contó con la ayuda de Francisco Vergara, que aún estaba unido profesionalmente a Capuz. Concretamente, refiere Orellana, que le ayudó a realizar el modelo de la portada, aprendiendo el modo de trabajar la cera, material en el que a partir de entonces tuvo la costumbre de llevar a cabo los bocetos para sus obras.
Los trabajos se paralizaron en 1707 por la Guerra de Sucesión, que provocó la huida de Valencia de Rudolf en pos del archiduque Carlos de Austria. La empresa se retomó en 1713, siendo decisiva en ella la presencia de Francisco Vergara a partir de 1727, año en que se le encargó lo que restaba de arquitectura, escultura y adorno de la obra de piedra blanca. De las esculturas que llevó a cabo en el imafronte catedralicio destaca el berninesco relieve de la Asunción, derivado iconográficamente del cuadro que pintó Poussin con el mismo tema en Roma en 1650. También labró personalmente en la portada los relieves de los papas valencianos Calixto III y Alejandro VI y las Virtudes que los acompañan, las cuales acusan influencias de Leonardo Julio Capuz. Igualmente son suyas las estatuas de San Lorenzo, San Luis Beltrán y San Vicente Ferrer.
Durante los años en que trabajó en la portada de la Catedral de Valencia Francisco Vergara el Mayor asumió otros encargos, entre ellos, el retablo de la ermita de la Virgen de la Misericordia y San Sebastián de Vinaròs (Castellón), cuyo contrato firmó en 1753, junto con su hijo Ignacio Vergara, que contaba entonces dieciocho años. Aparte de varias obras ya inexistentes, entre las que abundan los retablos, se le atribuyen los adornos ligados a la remodelación llevada a cabo en el interior del templo de San Martín de Valencia entre 1735 y 1753, los cuales podrían ser elocuentes de lo que había aprendido con Rudolf, Bertessi y Aliprandi. En esta iglesia se considera también suya la traza de la portada principal, que consta de dos cuerpos: el primero, con dobles columnas corintias estriadas, con el tercio inferior adornado con relieves alusivos a los titulares del templo, y el segundo, con un gran nicho de compleja bóveda capialzada con cornisa y jarrones de trazado oblicuo.
Muy importante es el hecho de que Francisco Vergara conociera el trabajo del bronce, dada la prácticamente nula tradición de esculturas en este material en Valencia. A su muerte, en 1753, según consta documentalmente, dejó inconclusas una serie de obras de escultura y pintura, que acabaron sus hijos Ignacio y José Vergara, respectivamente. En cuanto a las últimas, es muy posible, como indica Pingarrón Seco, que él fuera autor de las composiciones pictóricas, al igual que otros escultores que practicaron este arte; pero también pudo ser que él ajustara con el comitente su ejecución como director del conjunto de las obras y que materialmente las llevara a cabo algún pintor de su confianza a través de él, quizá, en concreto, su propio hijo José Vergara, que luego sí consta documentalmente que las finalizó. Cuando murió, el mayor de sus hijos, Ignacio Vergara, entonces aún soltero, quedó al frente del taller familiar y con el tiempo ostentaría la hegemonía de la escultura en Valencia, llegando su fama a superar a la suya.
Obras de ~: Esculturas y retablos: Luis I sobre una columna de la Alameda, Valencia, 1715-1716 (desapar.); San Miguel, San Rafael y San Gabriel en la portada de la ermita de la Soledad, Valencia, c. 1716 (desapar.); San Bernardo, Gracia y María en el puente de San Bernardo, Alzira (Valencia), 1717; Virgen de los Desamparados en el puente del Mar, Valencia, 1719 (desapar.); estatuas y adornos de la capilla del Santo Sepulcro de la iglesia de San Bartolomé, Valencia (desapar.); revoque interior de la iglesia parroquial, Antella (Valencia), 1704-1722; adornos y retablo de la capilla de San Blas (desapar.), retablo de la Virgen del Rosario (desapar.), decoración en estuco de la nave principal y retablo mayor (desapar.) de la iglesia parroquial, Bocairente (Valencia), 1722-1748, retablo de la ermita de San Juan Bautista, Bocairente, 1728; dirección de la obra de piedra blanca, relieves de la Asunción, de los papas Calixto III y Alejandro VI acompañados de Virtudes y estatuas de San Lorenzo, San Vicente Ferrer y San Luis Beltrán en la portada principal de la catedral, Valencia, 1727- c. 1738; con I. Vergara Gimeno, retablo mayor de la iglesia del convento de San Agustín Valencia, 1732-1737 (desapar.), y retablo de la ermita de la Misericordia y San Sebastián, Vinaroz (Castellón), 1733-1734 (desapar.); ornamentación interior de la iglesia de San Martín, Valencia, 1735-1753; talla del retablo de piedra, relicario y peana de madera del nicho en el camarín de la capilla de Santo Tomás de Villanueva de la catedral, Valencia, 1736-1739. De cronología desconocida: Santo Domingo y Santa Catalina de Siena en la capilla de Nuestra Señora del Rosario del convento de Santo Domingo, Valencia (desapar.); Cristo yacente del convento de la Presentación, Valencia (desapar.); retablo de la iglesia del Milagro, Hospital de Pobres Sacerdotes Enfermos, Valencia (desapar.); retablo de San Dimas en el trascoro de la catedral, Valencia; retablo de San Agustín de la iglesia del antiguo convento del Socorro, Valencia; retablo de San Joaquín de la iglesia del convento de agustinos, Paiporta (Valencia) (desapar.); retablo mayor y esculturas del convento de San Agustín, Játiva (Valencia) (desapar.); retablo mayor y esculturas del convento de San Agustín (desaparecidos, salvo quizá la imagen del titular), Alzira (Valencia); Inmaculada del Salón de la Casa Consistorial, Alzira (Valencia), c. m. s. XVIII (atrib.); inicio del retablo mayor de la Virgen de Gracia del convento de San Agustín, Valencia, c. 1753 (desapar.); inicio del retablo de Nuestra Señora de los Ángeles de la ermita de esta advocación, Nules (Castellón), c. 1753 (desapar.); inicio del retablo de la capilla de la Comunión de la iglesia de San Salvador, Valencia, c. 1753 (desapar.); inicio del órgano y tarjón de estuco sobre la iglesia de la iglesia parroquial de Santa Catalina, Valencia, c. 1753 (desapar.).
Obras de arquitectura: trazas de la ermita de la Soledad (atrib.) (desapar.),Valencia, c. 1716; traza de la portada principal de la iglesia de San Martín, Valencia, 1739-1750.
Bibl.: M. A. Orellana y Mocholí, Biografía pictórica valentina o vida de los pintores, arquitectos, escultores y grabadores valencianos, Valencia, Xavier de Salas, 1967; L. Tramolleres Blasco, “La familia Vergara. Nuevos datos para completar las biografías de los escultores valencianos Manuel, Francisco e Ignacio, y del pintor José”, en Archivo de Arte Valenciano (AAV), 1917, págs. 146-152; F. Vañó Silvestre, “La Capilla de la Marte de Déu del Roser”, en Bocairente. Moros y cristianos, 1976; F. Pingarrón Seco: “Nuevas referencias documentales sobre la vida y la obra de Francisco Vergara el Mayor (1681-1753) y su familia”, en AAV, LXIII (1982), págs. 54-65; B. Montagud Piera, “Alzira. Los casilicios del demolido puente de San Bernardo”, en Catálogo Monumental de la Provincia de Valencia, Valencia, Caja de Ahorros de Valencia, 1986, págs. 56-58; F. Pingarrón Seco, “Portadas de la iglesia parroquial de San Martín de Valencia”, en AAV (1990), págs. 67-82; J. Bérchez Gómez, “Cultura artística, entre la tradició i la novetat”, en Historia del País Valencià, IV, Valencia, Edicions 62, 1990; F. Pingarrón Seco, Arquitectura religiosa del siglo XVII en la ciudad de Valencia, Valencia, Ajuntament, 1998; P. González Tornell, Arte y arquitectura en la Valencia de 1700, Valencia, Institut Alfons el Magnànim, 2005; A. M. Buchón Cuevas, Ignacio Vergara y la escultura de su tiempo en Valencia, Valencia, Secretaría Autonómica de Cultura y Política Lingüística de la Generalitat Valenciana, 2006; A. M. Buchón Cuevas, “Inmaculada”, en La Luz de las Imágenes. Xàtiva, Valencia, Generalitat Valenciana, 2007, págs. 564-567.
Ana María Buchón Cuevas