Isalguer, Miguel. San Juan de las Abadesas (Gerona), c. 1420 – 1484. Político, canónigo regular agustiniano (CRSA).
Estudió Derecho sin que se sepa en qué universidad, porque era doctor in utroque jure. En 1447 era párroco de Sant Pol. Profesó como canónigo regular agustiniano de San Rufo de Aviñón, en la abadía de San Juan de las Abadesas (Gerona), de donde fue abad nombrado por Calixto III en 1456, y lo fue hasta su muerte. Asimismo, fue miembro de la Diputación General de Cataluña, que en 1461 le envió como embajador al rey Juan II de Aragón, para tratar de la excarcelación del príncipe Carlos de Viana, cosa que alcanzó del Rey, que además nombró al príncipe su lugarteniente en Cataluña. Intervino activamente en la guerra civil catalana de los remenses, que reivindicaban el derecho de abandonar sus tierras sin pagar tasa alguna a sus señores. Combatió contra el célebre cabecilla Francisco de Verntallat y sus partidarios, que querían apoderarse de San Juan de las Abadesas, pero el 29 de agosto de 1462 Verntallat lo encarceló unos meses en Camprodón por haberse negado a dar la obediencia al rey Juan II.
En 1465 la villa de San Juan de las Abadesas cayó en manos de los rebeldes y entonces Isalguer se puso del lado del Rey, defendiendo la villa contra las tropas francesas de Juan de Lorena (1467-1469). En 1469 tomó parte en la reunión que hubo en Gerona con el obispo Juan Moles Margarit, para organizar la defensa de aquella ciudad. En 1468 protegió, en un episodio bélico, a Alfonso de Aragón, que en 1473 le concedió diversas exenciones fiscales y privilegios para la villa.
En 1484, cuando los franceses tomaron la villa y la saquearon igual que el monasterio, fue hecho prisionero y conducido a Francia, exigiendo un rescate a cambio de su libertad. Mandó copiar todos los documentos de su monasterio, que reunió cronológicamente en cuatro volúmenes, llamados Canalars, y en otros cuatro llamados Manuales fueron registrados los contratos y otros documentos de la prepositura y limosnería.
Fue el último abad regular del monasterio, pues sus sucesores fueron abades comendatarios. Uno de sus resobrinos, llamado Onofre Isalguer (1539-1572), fue canónigo regular y abad en el mismo monasterio, muy devoto de la Virgen, cuyo rosario propagó y murió en olor de santidad, tras haber profetizado el día de su muerte.
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Ernesto Zaragoza Pascual
