Valle, Diego del. ¿Segovia?, 1500 ant. – ¿Segovia?, 1545 sup. Platero.
Es artista del que se tienen aún escasas noticias personales. Su nombre figura entre el 1500 y 1517 en las cuentas de la catedral de Segovia en relación con diversos trabajos de orfebrería —reparaciones y limpiezas y labores de dorado—, compartiendo desde 1506 la condición de platero oficial con Antonio de Oquendo. Estaba casado con una hermana del canónigo Alejo Rodríguez, de quien recibió en cesión a perpetuidad una casa en la Almuzara, en la que vivía y que en 1545 revirtió a la catedral. Trabajó en la diócesis de Segovia, pero también para la de Sigüenza.
Fuera de lo referido a sus trabajos catedralicios, en lo esencial reparaciones y adobos —también la hechura de unos cetros (1503)—, se sabe que entre 1516 y 1517 hizo la cruz procesional de plata de la parroquial de Valdesimonte y que en este último año realizó un cáliz para la de Cantalejo.
El estilo de sus cruces procesionales es gótico, siguiendo dos modelos. El más arcaizante queda significado en la de Valverde de los Arroyos (Guadalajara), en que está su marca: con brazos flordelisados, decoración de nudo, manzana en forma de castillete gótico, elementos romboidales en el árbol, crucero cuadrangular con un trébol y un pequeño arco conopial, bajorrelieves y figuras originalmente esmaltadas, brazos con ensanchamientos cuadrilobulados y medallones en bajorrelive. La de Valdesimonte (1517) representa una propuesta más evolucionada, con manzana ovoide, brazos flordelisados y bajorrelieves originalmente esmaltados. Su característica marca (“Diego —bajo acueducto— / Valle”), aparece además en las cruces de Labajos, Lovingos y San Marcos de Segovia, y en las de Pinarejos, Valseca, San Miguel de Cuéllar y Carbonero el Mayor, que conforman sendos subgrupos del modelo más complejo, con decoración vegetal o de claraboya, manzanas de diseño arquitectónico de dos cuerpos, a veces con contrafuertes, y pequeñas capillitas u hornacinas con figuras. También se le debe el Relicario del Lignum Crucis de Zamarramala, con forma de cruz hierosolomitana, de doble travesaño, y manzana acastillada gótica de tres cuerpos, próximo a sus creaciones más tempranas.
Hay dos notables cálices con su punzón en el Victoria and Albert Museum (Londres), con pie acucharado con semilóbulos, adorno de cordoncillo, astil prismático, nudo ovoide, subcopa vegetal y copa lisa, según modelo muy usual en Segovia. También punzona las cajitas hostiarias de Santo Domingo el Real.
Parece que pudieran ser suyas diversas obras con punzón “Diego” —bajo acueducto—, existentes en iglesias segovianas, así como el singular relicario de la mandíbula de San Frutos, de la catedral, sostenido por tres niños desnudos, dos en pie y uno sentado, y con base poligonal hendida. Durante algún tiempo se creyó identificable con Diego Muñoz II, sin duda posterior. De este Diego platero son la custodia procesional turriforme del Salvador de Sepúlveda, de astil renovado, y las cruces de San Cristóbal de Segovia —más sobria que la de Valdesimonte—, Villar de Sobrepeñas, Muñoveros y Valdevacas-El Guíjar —cercana a la de Varverde de los Arroyos— y la de Cardoso de la Sierra (Guadalajara, Museo Diocesano), y los cálices de Miguel Ibáñez, Brieva y de San Vicente el Real y el palacio episcopal de Segovia, de mayor sobriedad y menos arcaizantes, así como una cajita hostiaria de Turégano
Obras de ~: cruz procesional de plata de la parroquial, Valdesimonte (Segovia), 1516-1517; cáliz, Cantalejo (Segovia), 1517; cruz, Valverde de los Arroyos (Guadalajara); Relicario del Lignum Crucis, Zamarramala (Segovia); cáliz, Victoria and Albert Museum (Londres); cajitas hostiarias, Santo Domingo el Real, Segovia.
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Fernando Collar de Cáceres