Fernández de Mesa y Fernández de Valenzuela, Ana Rafaela. Marquesa de Villaseca (VI). Córdoba, 17.VI.1737ant. – 7.II.1788. Dama, noble.
Ana Rafaela Fernández de Mesa, Argote y Córdoba, Fernández de Valenzuela, Alfonso de Sousa, marquesa de Villaseca, señora de las villas de Belmonte, Moratalla, Añora, El Cojo, Herrera de los Palacios y de los Zahurdones, Salares, Algarrobo, Alcaucín, Daralcalde, Viveros y El Boyero, fue la única hija del matrimonio formado por María Antonia Fernández de Valenzuela Alfonso de Sousa Navarrete y Laso de la Vega, Manuel y Guzmán, y por Pedro Fernández de Mesa y Argote, Cabrera de los Ríos, Córdoba, Figueroa y Villaseca, V marqués de Villaseca y señor que fue de la villa del Chanciller Venazurera (1706-1738).
Fue bautizada el 17 de junio de 1737 en el sagrario de la catedral, y vecina del castizo barrio cordobés de Santa Marina en su casa solariega de don Gómez, fue digna y egregia representante de la nobleza titulada cordobesa.
En su ya citada condición de unigénita sucedió en el título de Castilla de su padre, y en las casas principales de su morada, y otra bastante dotación inmueble rústica y urbana, así como de capital, incorporada a sus también varios y jugosos mayorazgos, vínculos y patronatos, en los que le sucedió su hijo primogénito Diego Rafael Cabrera Fernández de Mesa.
Casó con Fernando de Cabrera Méndez de Sotomayor y Angulo, Gómez de Cárdenas y de la Cerda, conde de Villanueva de Cárdenas, el 30 de mayo de 1752 en el sagrario de la catedral cordobesa y aportó una dote de más de 30.000 reales de vellón. Fue madre de ocho vástagos a los que fue dotando y colocando adecuadamente a su nivel y estatus. Poseyó como privilegio la capilla de San Jacinto y su entierro sito en el convento dominico cordobés de San Pablo; el patronato de la capilla mayor y su entierro en el cenobio de religiosas clarisas de Santa Isabel de los Ángeles; el patronato de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, servida en el convento de San Agustín; la regalía de tener tarima y escaño en la capilla mayor de la parroquia de Santa Marina, y el patronato del Colegio de Ciencias de Santa María de Gracia, fundado en el ya citado San Pablo. Como correspondía a su cualidad social, dio muestras de innegables signos de riqueza, magnanimidad, e interés por la cultura manifestados en los numerosos y ricos legados testamentarios con que premió a familiares y numerosa servidumbre, así como en los varios volúmenes de su interesante biblioteca.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico y Biblioteca Viana (Córdoba).
T. Márquez de Castro, Compendio histórico y genealógico de los títulos de Castilla y señoríos antiguos y modernos de la ciudad de Córdoba y su reyno, ed. y est. prelim. de J. M. de Bernardo Ares, Córdoba, Diputación Provincial, 1981, págs. 190- 196; V. Porras Benito, Bocetos genealógicos cordobeses, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2004.
Soledad Gómez Navarro