Asta y Anzano, Esteban. Huesca, 1783 – Mérida (Badajoz), 25.IV.1853. Magistrado, consejero de Castilla.
Hijo de Agustín Asta y Teresa Anzano, ambos naturales de Huesca. En la Universidad de Zaragoza cursó tres años de Filosofía y diez de Leyes y Cánones.
Obtuvo el grado de bachiller en las tres facultades, y el de licenciado, maestro y doctor en la primera y la última. Desempeñó la cátedra de Historia Eclesiástica. Fue recibido de abogado en la Audiencia de Zaragoza el 16 de mayo de 1808. Cuando se produce la invasión francesa es nombrado teniente del primer batallón formado en Zaragoza. En el primer sitio de esa ciudad saldría disfrazado, atravesando las líneas y trincheras enemigas para llevar unos pliegos del general en jefe a los puntos convenidos. Por ello le fueron otorgados los dos escudos de distintivo que se dieron en aquella capital. Una vez levantado el sitio, fue nombrado fiscal de la comisión militar de Aragón.
El general José Palafox le nombra el 6 de octubre de 1808 corregidor de Tarazona. Invadida ésta el 23 de noviembre, permaneció en Zaragoza durante el segundo sitio y participó en la defensa de las baterías de la Magdalena. Rendida la ciudad huyó a Sevilla. Por decreto de 26 de marzo de 1810 es nombrado para una fiscalía del Crimen de la Audiencia de Aragón. El 31 de julio de 1811 la Cámara de Castilla propuso en primer lugar a Esteban de Asta para la plaza de alcalde del Crimen de la Audiencia de Extremadura, vacante por ascenso de Francisco María de Valle Marimón a oidor de ella. El 3 de agosto es nombrado para dicha alcaldía, el título al efecto fue despachado el 22 de enero de 1812. Tres años más tarde asciende a oidor de la misma. Formó los aranceles y ordenanzas de este tribunal. Comisionado por el Consejo Real realizó el reconocimiento, división y adjudicación de los montes de Trujillo y elaboró un censo para ello. Fue gobernador de la Sala del Crimen, subdelegado de penas de cámara, asesor del capitán general de la provincia y en 1818 presidió la Sala Civil. Al año siguiente acabó con una partida de facinerosos que, al mando de los capitanes Melchor y Merino, operaba en Extremadura, Andalucía, La Mancha y Castilla.
En 1820 presenta su candidatura a una plaza de magistrado de la Audiencia Territorial de Madrid, vacante por fallecimiento de Felipe Vázquez Canga, que no se le concede. Durante el Trienio Constitucional su plaza de oidor de la Audiencia de Extremadura se transforma en una de magistrado y el 29 de agosto de 1822 es trasladado a otra similar de la Audiencia de Valencia. El 22 de abril de 1823, desde Novelda, donde se encuentra, pide licencia para tomar aires en Extremadura, o que, en el caso de que no hubiese lugar a ello se le admitiese la renuncia de su plaza. El Gobierno revolucionario aceptó su renuncia el 4 de junio. El 3 de septiembre se ordena a Asta que vuelva a servir la plaza de oidor de la Audiencia de Extremadura, y el 24 de noviembre fue nombrado subdelegado de rentas del partido de Cáceres. Sin mediar petición suya, el 27 de febrero de 1824 es nombrado regente del Consejo de Navarra. El virrey marqués de Lazán le nombra, el 28 de agosto, juez de contrabando del reino, del que también era subdelegado de tablas y consultor del virreinato. Desde el 13 de septiembre hasta el 20 de abril del año siguiente desempeña interinamente el virreinato navarro. En julio de 1826, encontrándose sumamente agitado el señorío de Vizcaya, y sobre todo Bilbao, donde era raro el día en que no había delitos de sangre, fue enviado como comisionado regio para que, reasumiendo la jurisdicción del señorío, lo pacificara. Fernando VII le nombra por un decreto despachado en San Ildefonso el 30 de julio de 1827 para una plaza de ministro togado del Consejo de Órdenes, vacante por promoción de Vicente Borja al Consejo de Castilla. El 22 de marzo de 1828 es propuesto en primer lugar por el Consejo de la Cámara para una plaza del Consejo de Castilla, vacante por fallecimiento de Manuel de Torres Cónsul, y es nombrado para ella. Será miembro y presidente de la Junta para la formación del Código Criminal, creada el 26 de abril de 1829; de la Junta Apostólica desde el 18 de octubre de 1829 y de la Junta encargada de examinar el origen y objeto de los Fueros de Navarra en 1830. A comienzos del año siguiente, Fernando VII le confía el gobierno de la Sala de alcaldes de Casa y Corte. Suprimido el Consejo de Castilla en 1834, pasará a tener la condición de cesante y percibirá las dos terceras partes de su sueldo. Esteban Asta había contraído matrimonio el primero de marzo de 1814 con María del Pilar Mendoza y Mendoza, natural de Mérida, hija de Joaquín de Mendoza y Moscoso, también de Mérida, y de Juana de Mendoza y Quintano, nacida en Fuente del Maestre. El 12 de marzo de 1836 obtuvo licencia para pasar un año en Francia con el fin de dar una educación esmerada a su hijo menor, Luis. En Bayona permaneció hasta comienzos del verano de 1840 cuando retorna a España y se establece en Mérida. La Reina Gobernadora aprobará el 16 de agosto de ese año la pensión de veinticinco mil reales anuales que la Junta de Calificación de derechos de los empleados civiles había señalado a Asta. Desde el día 26 de abril de 1853, que fue el siguiente al fallecimiento del ex consejero, se concedieron a su viuda doce mil reales anuales de pensión.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Ministerio de Hacienda, leg. 5066/38; Ministerio de Justicia, Jueces y Magistrados, leg. 4242/1; Archivo del Palacio Real, secc. Fernando VII, Papeles Reservados, t. 82.
P. Molas Ribalta, La Audiencia borbónica del reino de Valencia (1707-1834), Alicante, Publicaciones de la Universidad de Alicante, 1999.
Ricardo Gómez Rivero