Ayuda

Manuel Fernández de Castelblanco y Loyola

Biografía

Fernández de Castelblanco y Loyola, Manuel. Valdivia (Chile), c. 1728 – Lima (Perú), 1791. Militar, gobernador de Chiloé y del archipiélago de Juan Fernández (Chile).

Hijo del segoviano Juan Fernández de Castelblanco y de la valdiviana Gabriela Loyola y Araujo. Sirvió de voluntario desde el 11 de septiembre de 1743; por disposición del presidente de Chile, conde de Superunda, fue agregado sin sueldo como oficial segundo de Veeduría, 1746; cadete, 1 de enero de 1747; capitán graduado de Infantería, 1750. Sirvió el cargo de factor real durante cinco años. Capitán en propiedad, 1754. Pasó a dirigir varias obras en la frontera de Concepción señalándose por su celo y actividad.

Sargento mayor, provisto gobernador interino del archipiélago de Juan Fernández por Real Orden de 18 de febrero de 1760 en reemplazo del titular Francisco Gutiérrez de Espejo, siendo el tercero de las islas, por petición expresa del presidente Manuel de Amat al Rey; levantó allí el fuerte de Santa Bárbara, puso los cimiento de otro y construyó cuarteles para las tropas, además de otras edificaciones; rescató la artillería hundida de los buques de lord Anson que éste había echado a pique, y la utilizó en las baterías de la isla de Más a Tierra. En 1766 pasó a Valparaíso, encargado de dirigir las fortificaciones de ese puerto. Por haber pedido el presidente Guill y Gonzaga al bailío fray Julián de Arriaga el reemplazo del gobernador de Chiloé Juan Antonio Garretón, en el entretanto le promueve la causa y elige en su lugar en 1765 a Castelblanco, a quien encomienda las averiguaciones de la conducta de su predecesor mediante un juicio de residencia. En enero de 1766 envió Castelblanco una comisión de reconocimiento a la embocadura del río Bueno. Además efectuó revistas generales en Chacao, San Miguel de Calbuco y Castro. Un año después remitió desde el puerto chiloense de Chacao, sede del Gobierno, el Diario del viaje del jesuita José García a tierras australes, como también los autos sobre la apertura del camino de Chiloé a Valdivia de sus antecesores, Antonio Narciso de Santa María y Antonio Garretón; asimismo informó al presidente sobre el reconocimiento del estrecho de Magallanes y dio cuenta del viaje científico y misional del padre Segismundo Güell, SI, a Nahuelhuapi desde Chiloé, y del efectuado por el misionero de esa misma orden Juan Vicuña a Guayaneco. Dirigió una “Representación al Presidente Don Antonio Guill sobre la gravísima situación de Chiloé y su estado de completa desorganización”.

En 1767 le tocó hacer cumplir en el territorio de su jurisdicción la orden de extrañamiento de los regulares de la Compañía de Jesús, desempeñando tan difícil tarea de modo muy correcto y ajustado a las órdenes regias. Sin embargo, al año siguiente, por provisión del virrey Amat, fue separado en forma violenta del gobierno de Chiloé, siendo sucedido por Carlos de Beranguer. Pasó a Lima en 1769, donde continuó su carrera militar en el Regimiento de Infantería Real, y fue propuesto en 1780 por Joaquín Espinosa Dávalos, ex gobernador de Valdivia, para el comando de una gran expedición nuevamente proyectada para buscar la mítica ciudad de los Césares.

Teniente coronel por Real Orden dada en Aranjuez el 4 de abril de 1785. Testó en Lima el 9 de junio de 1791, declarando ser soltero.

 

Bibl.: J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial de Chile, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 191; G. Guarda, OSB, La sociedad en Chile Austral antes de la colonización alemana, 1645-1850. Santiago, Editorial Andrés Bello, 1979, págs. 192-193.

 

Isidoro Vázquez de Acuña y García del Postigo