León y Escobar, Manuel de. Panamá, c. 1622 – Lima (Perú), 1688. Letrado y oidor en Indias.
En su juventud pasó a los reinos de España y allí fue recibido como abogado por los Reales Consejos, estableciéndose en la Corte, donde moraba en la calle del Pozo en el año 1664.
Por Real Provisión del 15 de diciembre de 1662 se le libró título de relator de la sala del Crimen de la Real Audiencia de Lima y regresó entonces a las Indias, donde recibiría título de fiscal de la Real Audiencia de Santiago de Chile el 18 de enero de 1666.
Se trasladó a Santiago y allí tomó posesión de su plaza el 2 de mayo de 1667, en la que se mantuvo hasta el 15 de noviembre de 1670, día en que juró como oidor en el mismo tribunal, de acuerdo con el título que se le había despachado el 20 de abril del año anterior.
Desde los primeros tiempos de su estancia en Santiago se vio envuelto en una serie de enfrentamientos con el obispo, debido a su vida desarreglada y a las ilícitas amistades que cultivaba. En 1670 el obispo de Santiago comunicaba al Consejo de Indias que Manuel “tiene trato ilicito y escandaloso con una mozuela de mal vivir, que se llama por mal nombre la Pincha”, y pocos meses después insistía el prelado en que: “Ha seguido en sus vicios a sus compañeros, dando muy mal ejemplo con una mujer soltera, a quien el gobernador desterró a instancias mías, y la echó y desterró de esta ciudad”.
Se enemistó con su colega de la Peña y Salazar, porque había logrado que el presidente desterrara a la amante de este último, quien le acusó de cometer pecado nefando. Estos hechos dieron origen a un largo proceso, iniciado el 16 de septiembre de 1674, que acabó en su prisión y suspensión de su plaza el mismo día y con su remisión a la cárcel del Callao. Sobre consulta del 29 de noviembre de 1686 se declaró que no podía volver al ejercicio de su plaza, y por otra del 8 de enero de 1687, no obstante haber sido absuelto de los crímenes que se le imputaban, se ordenó designarle sucesor y retirarle con medio salario “para pasar la vida por su pobreza y crecida edad”, todo ello porque la Audiencia de Lima había representado que a pesar de su absolución no convenía que tuviera “exercicio este ministro, por la difamación y publicidad que resulta del proceso y circunstancias que constan por los dichos de algunos testigos”, pero Manuel de León no llegó a enterarse de estas resoluciones, porque murió poco tiempo antes en la cárcel del Callao a consecuencia del “susto” que le ocasionó un temblor de tierra.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 2, 84, 223; Archivo Nacional Histórico de Chile, Real Audiencia, 3.136.
A. de Silva y Molina, “Oidores de la Real Audiencia de Santiago de Chile durante el siglo xvii”, en Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903), págs. 55-57; E. Madrid Rebolledo, El Ministerio Público en el Derecho Indiano, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1950, págs. 55-57.
Javier Barrientos Grandon
