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Gregorio Verdú y Verdú

Biografía

Verdú y Verdú, Gregorio. Monóvar (Alicante), 27.IV.1818 – Dima (Vizcaya), 30.I.1876. Militar y escritor, brigadier de Ingenieros.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1836, permaneciendo en el centro hasta el 26 de diciembre de 1839, año en el que terminados sus estudios reglamentarios era ascendido a teniente y destinado al Regimiento de zapadores minadores. Tomó parte muy activa en la Primera Guerra Carlista integrado en el Ejército del Centro, con el que concurría en 1840 al sitio y toma del castillo de Aliaga, sitio en el que construía varias baterías, entre ellas la denominada del Calvario, la más cercana al castillo asediado, y otras acciones que le valieron el ascenso a capitán del Ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo).

Terminada la guerra, fue destinado con su compañía, sucesivamente, a las islas Baleares, con guarnición en Palma, a Mahón, y posteriormente a Barcelona. El 30 de mayo de 1842 ascendía a capitán del Cuerpo, siendo su siguiente destino, siempre dentro del Regimiento, la guarnición de Madrid, en la que permaneció hasta que en 1843 era destinado a la Academia de Ingenieros de Guadalajara como profesor del 2º año.

En 1847 fue elegido para una comisión científica y de indagaciones militares en el extranjero, siendo su objeto principal el estudio de la Física, la Química y la Historia Natural, fijando su residencia en París, donde se relacionó y puso en contacto con los hombres más eminentes y con los centros de instrucción más notables. Esta comisión formaba parte de aquellas organizadas por el ingeniero general, D. Antonio Remón y Zarco del Valle, el cual mandó a varios profesores de la Academia, así como a otros oficiales de Ingenieros para que recorriesen Europa con el objetivo de conocer aquellos adelantos de las ciencias que pudiesen ser de interés para el Cuerpo. En París realizó una traducción de la Química elemental de Mr. Regnaul, con aplicaciones y notas referentes a la industria en España, continuando al mismo tiempo sus estudios y trabajos. También visitó las Escuelas de Artillería e Ingenieros de Metz y las Escuelas Regimentales de Ingenieros, remitiendo documentos relativos sobre su organización y los programas completos de sus asignaturas.

Las primeras experiencias del Ejército con la electricidad se realizaron en el Cuerpo de Ingenieros, con aplicación a la voladura de minas, en Guadalajara en 1845 en el marco de los ejercicios anuales, llamados Escuelas prácticas. Estas experiencias fueron realizadas por Verdú utilizando una pila Wollaston y alambres de cobre, sustituyendo posteriormente la pila por un aparato portátil de Ruhmkorff, al tiempo que ensayaba los cebos de fulminato de mercurio.

En 1851 pasó a Londres como jefe de la Comisión de oficiales de Ingenieros que debía estudiar la Exposición Universal, permaneciendo en dicha capital hasta que aquella duró, redactando posteriormente una memoria que mereció la felicitación del ingeniero general.

En 1853 terminaba la traducción de los cuatro tomos de la Química de Regnaul, la cual fue declarada de texto para las universidades, escuelas especiales y Academia de Ingenieros. Por este y otros servicios fue recompensado con el ascenso a coronel del Ejército. En esos años emprendió una serie de ensayos y experiencias para conseguir inflamar las cargas de pólvora de los hornillos militares por medio de la electricidad, escribiendo una memoria en francés al respecto, que presentó a la Academia de Ciencias de París, mereciendo que fuese publicada en sus actas, recibiendo igual acogida en la Academia de Ciencias de Madrid. Ascendido a comandante de Ingenieros, volvía a París en 1854, publicando en la capital francesa una obra titulada Nuevas Minas de Guerra, que fue traducida al francés, mereciendo grandes elogios.

En 1855, con el empleo de teniente coronel de Ingenieros era destinado a Filipinas (los oficiales destinados a Ultramar recibían un ascenso, que perdían al volver a la Península), donde desempeñó el cargo de jefe de la Comandancia del Cuerpo en Manila y donde realizaba importantes obras, como la construcción de un puente de hierro sobre el río Pasig, lo que le hacía marchar a Inglaterra en 1863 para contratar e inspeccionar la construcción de la parte metálica del citado puente. Ascendido a coronel ese mismo año, volvía a la península, destinado a la Junta Superior Facultativa del Cuerpo, en la que realizó una importante labor.

En 1865 se le nombraba jefe del Depósito General Topográfico, logrando en 1873 formar los catálogos sistemáticos y ordenados de sus fondos. A partir de 1872 también presidió los trabajos de revisión del Reglamento de obras y la de los estudios en la Academia de Ingenieros. Promovido el 25 de marzo de 1873 a brigadier de Ingenieros, era nombrado jefe de la Brigada de las tropas del Arma, con la que marchaba al sitio de Cartagena sublevada y en poder de los cantonalistas (Guerra Cantonal). Como comandante de Ingenieros de las tropas de sitio, asistió a los hechos de armas que culminaron con la toma del fuerte Atalaya y con la posterior huida de los rebeldes. En mayo de 1874 tomaba parte en las operaciones realizadas en Valencia y en Sigüenza contra los carlistas (Tercera Guerra Carlista), pasando posteriormente al Ejército del Norte, con el que de nuevo concurría a numerosas acciones. En una de ellas, el 28 de junio de 1874, al mando de una unidad de ingenieros salía de Madrid con orden de fortificar la línea del Ebro. La fuerza, al mando del brigadier Verdú, estaba compuesta por cinco compañías, con 16 jefes y oficiales de ingenieros. Los objetivos eran Lodosa y Castejón, que fortificaban en un corto periodo con proyectos de Verdú.

Como consecuencia de una grave enfermedad contraída en campaña, se veía obligado a abandonar las operaciones y regresar a Madrid, donde solicitaba el pase al Estado Mayor General del Ejército. Sin embargo, una vez restablecido de sus dolencias, solicitaba su vuelta al Cuerpo de Ingenieros, lo que se le concedía en febrero de 1875, siendo destinado al Ejército del Norte como comandante general de Ingenieros, al tiempo que se le nombraba director subinspector de Navarra. El 30 de enero del siguiente año, al tomar parte en la toma del pueblo de Dima, un disparo del enemigo mató a su caballo y poco después una segunda bala acabó con su vida.

Poseía numerosas distinciones y condecoraciones. Entre las militares, la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo o la Gran Cruz del Mérito Militar Roja, y entre las civiles, era Caballero de la Legión de Honor francesa, Encomiendas de las Ordenes de Carlos III y la de Isabel la Católica. Era miembro de la Sociedad Geológica de Francia, de la Real Academia de Ciencias de España, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, y de la de Filipinas.

 

Obras de ~: Memoria sobre los medios de emplear la electricidad en la inflamación de los hornillos de mina, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1846; H. V. Regnaul, Curso elemental de Química para el uso de las Universidades, Colegios y Escuelas especiales, trad. de ~, París, 1850; Memoria sobre nuevas experiencias para dar fuego a las minas por medio de la electricidad, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1853; Nuevas minas de guerra y su aplicación a la defensa como consecuencia de su reciente descubrimiento para emplear la electricidad en la voladura de los hornillos, Madrid, Aguado, Impresor de Cámara de S.M. y de su Real Casa, 1854; Carbones minerales de Sibura, en la isla de MindanaoNuevo sistema de construir edificios públicos y particulares para las islas FilipinasProyecto sobre el dominio y ocupación de la isla de MindanaoCatálogo General del Depósito Topográfico del Cuerpo de Ingenieros.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1840-1875; “Necrología”, en Memorial de Ingenieros y Revista Científico Militar (Madrid), 1876; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; Índice Analítico de las Memorias, Artículos y Noticias del Memorial de Ingenieros, desde el año 1846 al 1920, Madrid, Imp. del “Memorial de Ingenieros del Ejército”, 1925; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, Madrid, 1993; H. Capel et al., De Palas a Minerva. La formación científica y la estructura institucional de los Ingenieros Militares en el siglo XVIII, Barcelona-Madrid, EyP Libros, 2001; M. Silva Suarez, Técnica e Ingeniería. V: El Ochocientos. Profesiones e Instituciones civiles, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico”, 2007; M. Silva Suárez, Técnica e ingeniería en España. VI: El Ochocientos, de los lenguajes al patrimonio, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico”, 2011. S. García Trigo, “De los fortines de Castejón”, en Ayuntamiento de Castejón, agosto de 2018 [en línea], disponible en http://www.castejon.com/wp-content/uploads/sites/66/2018/08/De-los-fortines-de-Castejon.pdf.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño