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Hernando El Habaquí

Biografía

Habaquí, Hernando El. Alcudia de Guadix (Granada), p. m. s. XVI – La Alpujarra (Granada), 15.VII.1570 ant. General morisco.

Noble morisco de la comarca de Guadix, era alguacil de su pueblo natal cuando estalló la rebelión de La Alpujarra (1568). Afín al alzamiento del marquesado del Cenete del primer trimestre de 1569, fue encarcelado en la prisión accitana, de la que logró escapar y huir a la comarca alpujarreña. Allí se unió a las partidas rebeldes que se escondían en las sierras, iniciándose militarmente al lado de su paisano Jerónimo El Maleh. Este general de Abén Humeya logró quedarse cerca de la Corte del reyezuelo, teniendo ocasión de participar en el segundo alzamiento de la tierra (mayo). El Habaquí asistió al rey morisco en la batalla de Berja contra el marqués de Los Vélez, y acompañó a El Maleh al levantamiento de la sierra de los Filabres y del río Almanzora.

Durante la segunda mitad de junio quedó adscrito al estado mayor de Abén Humeya, participando el día 23 en el asalto a La Peza. Después de este efecto, el soberano morisco le nombró embajador en Argel, con la intención de conseguir una alianza con los otomanos.

El Habaquí partió de tierras alpujarreñas el 3 de agosto, llegando a la ciudad norteafricana ocho días después. Su entrevista con el berlerbey turco, Uluch Alí Pachá, fue exitosa. Ambos firmaron el día 12 un ventajoso pacto que garantizaba el futuro de la rebelión alpujarreña, al comprometerse el bey turco a enviar tropas al reino de Granada a cambio del vasallaje morisco a Constantinopla.

En la segunda quincena de agosto Hernando El Habaquí volvió a la tierra, trayendo armas y pólvora, así como un primer contingente militar en ocho fustas con cuatrocientos hombres al mando del capitán turco El Hoscein. La exitosa misión le valió el bastón de general, quedando adscrito al Estado Mayor del general El Maleh. En su nuevo cargo militar estuvo presente en el intento del rey morisco por tomar el 25 de septiembre la ciudad de Vera, punto elegido para que sirviera de cabeza de puente costera para la llegada de las ayudas otomanas. La ofensiva no tuvo éxito, de modo que el ejército rebelde debió replegarse al río Almanzora y a la sierra de los Filabres.

Tras el fracaso veratense, Abén Humeya optó por abrir una vía de diálogo con las tropas reales, línea que apoyaban los generales moderados, entre ellos El Habaquí. Un golpe de mano de los radicales, no obstante, frenó este posicionamiento, al asesinar a Abén Humeya y sustituirlo por Abén Aboo. En la reestructuración realizada por el nuevo soberano, El Habaquí no ocupó ningún cargo relevante, manteniéndose en un segundo plano, asistiendo con el reyezuelo a la contraofensiva que lanzó en octubre sobre el extremo occidental de La Alpujarra.

La muerte de El Maleh, a finales de enero de 1570, permitió a El Habaquí sustituirle como capitán general del Almanzora. Su nuevo cargo no era cómodo, pues le tocó organizar la defensa contra la campaña de Juan de Austria. Las primeras derrotas en este frente, al igual que las que sufría la comarca alpujarreña, permitieron a El Habaquí convencer a Abén Aboo de la necesidad de negociar una paz con las tropas reales.

Así, y con permiso del rey morisco, a partir de febrero inició las conversaciones. Sus interlocutores, en representación del capitán general del reino, fueron Hernando de Barradas, Francisco de Molina y Francisco de Córdoba.

Los tratos llevados a cabo por este general tuvieron su efecto el 22 de abril, cuando Abén Aboo ratificó los acuerdos alcanzados en el Almanzora. Al día siguiente, Juan de Austria decretaba en Santa Fe de Mondújar (Almería) el bando de reducción de los moriscos. En los días siguientes El Habaquí logró convencer a los principales generales para que entregasen las armas.

Su buen hacer hizo que el 13 de mayo se entrevistase personalmente con Juan de Austria en Fondón, acompañado de los principales alcaides moros y varios capitanes turcos.

Durante la segunda mitad de mayo El Habaquí, pese a la oposición de los turcos y exaltados, colaboró con las tropas reales en la entrega de armas. A finales de este mes, cerró el proceso con la reducción de Abén Aboo, a quien representó en aquel importante acto. Esta última acción fue ratificada pocos días después por el propio reyezuelo. En los meses siguientes este morisco se preocupó por negociar la salida de la tierra de los otomanos, contingente que desestabilizaba la reducción. Ubicado en la costa, el 2 de julio logró embarcar en Castell de Ferro a la mayoría de los turcos.

A principios de julio de 1570 El Habaquí había logrado casi eliminar la presencia turca. Sin embargo no pudo evitar que éstos, con el apoyo de los radicales moriscos, cambiasen el parecer de Abén Aboo. En los días siguientes el Monarca reanudó secretamente su alianza con Constantinopla. Entre tanto, el general morisco, ajeno a este doble juego para ganar tiempo, continuó dialogando con Barradas el proceso de paz.

Cerrada la trama, el día 11 el reyezuelo ordenaba encarcelar a El Habaquí, acusándole de traición.

El Habaquí fue asesinado por estrangulamiento pocos días después de su prisión, ya que los oficiales reales anunciaron su muerte en carta fechada el día 15 de julio. Al término de la contienda su mujer, María Habaquía, y sus hijas fueron expulsadas del reino, recibiendo trato de favor de la Corona.

 

Bibl.: V. Sánchez Ramos, “La guerra dentro de la guerra: los bandos moriscos en el alzamiento de Las Alpujarras”, en VV. AA., Actas del VII Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Centro de Estudios Mudéjares, 1999, págs. 507-522; V. Sánchez Ramos, “La guerra de Las Alpujarras (1568-1570)”, en Historia del Reino de Granada, vol. II, Granada, Editorial Universidad, 2000, págs. 507-542.

 

Valeriano Sánchez Ramos

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