Espinosa, Jerónimo de. Doña Mencía (Córdoba), c. 1724 – Córdoba, 1791. Pintor.
Fray Jerónimo de Espinosa fue lego profeso en el convento dominico de San Pablo de Córdoba. No se conoce con certeza su fecha de nacimiento, si bien, la lectura de un documento en el que indica que en 1779 era de edad de cuarenta y cinco años hace pensar que pudo haber nacido en 1724. Ramírez de Arellano dice que nació en Doña Mencía, un pueblo de la provincia de Córdoba, y que se inició en el arte de la pintura junto a su padre pasando después al taller de Leonardo de Castro. Muy joven entró en el convento de los dominicos de Córdoba.
En el Archivo Municipal de Córdoba, Ramírez de Arellano consultó un manuscrito que procedía del convento de los dominicos en el que se recoge que el día 18 de diciembre de 1758 el hermano fray Jerónimo de Espinosa solicita pasar del estado laical al clerical, petición que le fue concedida. En el mismo manuscrito Ramírez de Arellano recoge un documento en el que el 18 de julio de 1779 fray Jerónimo de Espinosa dice que es diácono y que había estado en el palacio de Martín de Barcia, obispo de Córdoba, haciendo algunas pinturas, pero que no volverá porque no hay nada más que pintar. Este dato indica que había acabado la galería de los obispos y señala su vinculación con esta obra hasta 1779. Fray Jerónimo de Espinosa fue llamado a palacio para que continuase la galería de los retratos de obispos que había iniciado Juan de Alfaro por encargo del obispo Alarcón y Cobarrubias. Juan de Alfaro realizaría desde el obispo Leopoldo de Austria hasta el obispo Salizanes. Fray Jerónimo de Espinosa continúa la colección y tiene que hacer otros que se habían perdido en un incendio que sufrió el palacio en 1745. En el lienzo del obispo Fitero, primero de la serie, aparece una inscripción en la que se puede leer que realizó desde Fitero hasta el número 29 que corresponde al obispo Fernández Manrique; debió rehacer o hacer de nuevo los lienzos con los números 32, 42, 60, 61 y 62, quizás dañados por el incendio. Continúa la colección con el obispo Salazar en el que se aprecia la influencia de Palomino.
Rafael Ramírez de Arellano le atribuye los retratos de los cardenales y hombres notables de la Orden de Santo Domingo que se conservan en la Sala Capitular del convento de San Pablo de Córdoba. Su pintura es muy desigual, habiendo retratos de gran calidad junto a otros muy mediocres. Fue un excelente copista como se puede observar en el apostolado que se conserva en el obispado de Córdoba en el que copia el apostolado realizado por Sebastián Martínez.
Obras de ~: Apostolado, palacio Episcopal, Córdoba, 1767; Apostolado, iglesia de San Rafael, Córdoba; Retratos de Obispos, palacio Episcopal, Córdoba.
Bibl.: R. Ramírez de Arellano, Diccionario biográfico de artistas de la provincia de Córdoba. Madrid, 1893 (col. de documentos inéditos para la Historia de España, CVII); “Artistas Exhumados”, en Boletín de las Sociedad Española de Excursiones, ts. XI y XII (1903-1904); R. Ramírez de Arellano y R. Díaz de Morales, Inventario monumental y artístico de la provincia de Córdoba, Córdoba, 1904 (Córdoba, Diputación Provincial, 1983); M.ª Raya Raya, Córdoba y su pintura religiosa (s. xiv-xviii). Córdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba-Cajasur, 1986; F. García de la Torre, “La pintura barroca en Córdoba”, en VV. AA., Córdoba y su provincia, t. III, Sevilla, Ediciones Gever, S. A., 1988, pág. 334; A. Villar Movella, M.ª T. Dabrio González y M.ª Raya Raya, Guía artística de Córdoba y su provincia. Sevilla, Fundación Lara, 2006.
María Ángeles Raya Raya