Gil de Jaz, Isidoro. Sangüesa (Navarra), 11.IV.1703 ant. – Madrid, 22.IV.1765. Consejero de Guerra y consejero de Castilla.
Hijo de José Gil y de Úrsula de Jaz. Bautizado en Sangüesa el 11 de abril de 1703, muy pronto su familia se trasladó a vivir a Sos del Rey Católico. Tras cursar estudios de Artes y Filosofía en Zaragoza, en 1718 se ordenó en órdenes menores pero después decidió seguir la carrera judicial e ingresó en el colegio de San Vicente de Huesca, en cuya Universidad se licenció en Leyes. Ejerció como abogado en Madrid desde 1725, siendo nombrado asesor del Real Protomedicato en 1730. En septiembre de 1736 fue nombrado oidor del Consejo de Navarra. En Pamplona tuvo una larga estancia de trece años durante la cual se ocupó de diferentes comisiones, entre ellas fue encargado por el Consejo de Navarra para preparar los funerales por la muerte de María Luisa Isabel de Orleans.
Igualmente en Pamplona se encargó de la jurisdicción sobre el asiento de la pólvora del reino y desde 1747 de la consultoría de Guerra en la Capitanía General de Navarra. En julio de 1749 promocionó a regente de la Audiencia de Asturias, en donde, amén de su actividad judicial, impulsó importantes obras para la mejora y construcción de los caminos, la construcción del hospicio y hospital del Principado, e impulsó proyectos para la reactivación económica de Asturias.
Precisamente su dedicación a la construcción de este hospital le hizo rechazar un puesto de presidente de la Chancillería de Granada en 1752, aunque esta decisión luego le serviría como un mérito para lograr en 1753 los honores y antigüedad de consejero del Consejo de Castilla. En ese mismo año de 1753 fue comisionado para desarrollar una misión tan importante como fue la negociación con el Papa de la parte del Concordato relativa a los beneficios eclesiásticos.
Todos estos méritos le llevaron en agosto de 1754 al Consejo de Castilla en donde desarrollaría otras atribuciones como la asesoría del juzgado de las Guardias de Corps y la asesoría de las Guardias Españolas de Infantería y Walonas desde 1756. En agosto de 1755 había sumado a estos trabajos el cargo de consejero asesor del Consejo de Castilla en el de Guerra.
A lo largo de su vida, amén de su actividad judicial, desarrolló importantes tareas que ponen de manifiesto su espíritu emprendedor y reformista. En Sos del Rey Católico fundó en 1760 un colegio de Escuelas Pías, en Oviedo el hospicio y hospital, y en Navarra recopiló una magna obra sobre la nobleza de aquel reino.
Obras de ~: Libro primero de la nobleza del Reino de Navarra en que se comprehenden las familias, que por su calidad y servicios llebaban acostamientos de las Rentas Reales de Su Magestad, mandado recopilar por don Isidoro Gil de Jaz [ms., ed., Pamplona, Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, 1927]; Representacion, que hacen al Rey nuestro Señor el Virrey, Regente, y Consejo Supremo de Navarra en respuesta a un manifiesto anonymo, dado al publico con orden del... obispo de Pamplona, y el cavildo de su iglesia cathedral en razon de los procedimientos respectivos, que se practicaron en las... exequias de... Doña Maria Ana de Neoburq, Pamplona, 1740; Ordenanzas aprobadas por S. M. para el Hospicio de Oviedo, Oviedo, 1752.
Bibl.: J. Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla (1621-1788). Informes biográficos, Madrid, Hidalguía-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Salazar y Castro, 1982, pág. 173; J. M. Sesé Alegre, El Consejo Real de Navarra en el siglo xviii, Pamplona, EUNSA, 1994; F. Andújar Castillo, Consejo y Consejeros de Guerra en el siglo xviii, Granada, Universidad, 1996; A. Martínez Bel, Don Isidoro Gil de Jaz: apuntes para una biografía, Ejea de los Caballeros, Centro de Estudios de las Cinco Villas, 2000.
Francisco Andújar Castillo
