Julián Gallego, Francisco. Cevico de la Torre (Palencia), 1690 – La Guaira (Venezuela), 6.VIII.1755. Obispo de Puerto Rico y Caracas.
Perteneciente a una arraigada familia castellana, el nombre completo de su padre era Francisco Julián Antolino, lo que explicaría que en la documentación y en la bibliografía venezolana aparezca como Francisco Julián Antolino. Francisco Julián Gallego realizó estudios eclesiásticos en Palencia y Salamanca y, tras ordenarse sacerdote, ejerció inicialmente como tal en la parroquia de San Martín de su pueblo natal.
Con posterioridad, pasó a ejercer de capellán mayor en la parroquia de San Lázaro de Palencia y en 1728 accedió a un curato vacante en la parroquia de San Antolín de la misma ciudad, donde permaneció desempeñando su ministerio hasta 1747. Su sólida formación y el prestigio adquirido en esos años fueron determinantes para la designación como obispo de Puerto Rico, hacia donde salió en junio de 1748. Tras su llegada, enseguida pudo comprobar los problemas de la diócesis, derivados sobre todo de la excesiva extensión de la misma, la escasez de clero y los devastadores efectos de los huracanes que la habían asolado poco antes. En consecuencia, trató de abordar una labor pastoral plagada de dificultades y que intentó extender no solamente a los propios territorios insulares del obispado sino también a lo que se llamaba los “anejos ultramarinos”, es decir, las provincias de Barcelona, Guayana, Margarita y Cumaná; hacia ellas se dirigió en 1751 para realizar una visita pastoral que aspiraba a ser completa y profunda pero que hubo de interrumpir al poco de iniciarse, pues estando en Cumaná recibió la noticia de su nombramiento como obispo de Caracas. La designación tuvo lugar en 1752 y a principios del año siguiente ya se encontraba en la capital venezolana afrontando las tareas de su ministerio. Al parecer, elaboró varios informes sobre los pueblos de indios de la diócesis, cuya situación aspiró a conocer personalmente igual que otras muchas cuestiones que requerían su intervención.
Ello le llevó a iniciar en 1755 una visita que incluía diversas zonas del Obispado, pero enfermó estando en La Guaira y murió allí el 6 de agosto de ese año. Su cadáver se trasladó a Caracas para ser enterrado en la catedral.
Bibl.: Actas del Cabildo Eclesiástico de Caracas, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1963; G. Figuera, Documentos para la Historia de la Iglesia Colonial en Venezuela, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1965; Cehila, Historia General de la Iglesia en América Latina. T. IV, Caribe; T. VII, Colombia y Venezuela, Salamanca, Ediciones Sígueme, 1981; S. Francia Lorenzo, Aportación palentina a la gesta indiana, Palencia, Diputación Provincial, 1992.
María Luisa Martínez de Salinas Alonso
