Martí y Estadella, Mariano. Bráfim (Tarragona), 24.XII.1721 – Caracas (Venezuela), 20.II.1792. Doctor en ambos derechos, abogado, presbítero, obispo de Puerto Rico y de Venezuela, autor de la mayor visita pastoral efectuada en América.
Hijo de José Martí, médico, y Gertrudis Estadella, familia pudiente, fue el último de siete hermanos. Desde los diez años estudió, interno, en Tarragona y después cursó Filosofía, Leyes y Cánones hasta los veinticinco años en la Real y Pontificia Universidad de Cervera, en donde fue “pasante”, sustituto de cátedra y recibió el doctorado en ambos Derechos, Civil y Canónico, en 1748. Ya en 1743 había recibido el subdiaconado y pasó como “comensal” (becario) a la catedral de Tarragona. Se ordenó de presbítero en 1749 e ingresó en la Confraternidad de Nuestra Señora de Presbíteros, de la que fue en 1753 vicario general.
El arzobispo de Tarragona le nombró el mismo año, 1753, provisor, y en 1757 fue abogado del Concilio de Tarragona, y codificó los cánones de los anteriores concilios. El rey Carlos III lo presentó, en 1761, como obispo de San Juan de Puerto Rico; aparte de la isla, la diócesis alcanzaba a otras islas (Margarita, Trinidad) y la zona oriental de Venezuela.
Llegado a América, fue consagrado en La Guaira el 17 de enero de 1762 de manos del obispo de Venezuela, D. A. Díez Madroñero. En Puerto Rico, Martí se identificó plenamente con el clero nativo, escogiendo de entre ellos a su vicario y cargos curiales; con ello se conquistó el afecto de sus diocesanos. En 1763 emprendía una gran visita pastoral, que duró hasta 1768. Después de San Juan visitó la isla y pasó a sus anexos: Cumaná (1764), Barcelona (1765), islas Margarita y Trinidad (1766) y Guayana-Orinoco (1766-1767). Visitó todas las ciudades, villas, doctrinas, parroquias, conventos; atendió asuntos educativos y sanitarios, proveyó de clero a Trinidad y otros lugares, donde fundó nueve parroquias, y actuó con energía: cesó al vicario de Cumaná, alabó las misiones capuchinas y jesuitas, se enfrentó, junto con el gobernador José Diguja, a una grave epidemia en Cumaná (1764-1765), sufrió el terremoto de 1766 en la isla Margarita, cayó enfermo de anemia y regresó a Puerto Rico en enero de 1768. En este último período de su pontificado en Puerto Rico, Martí erigió la congregación de presbíteros de San Pedro, construyó su capilla en la catedral, planificó el nuevo Hospital de San Juan. Y acogió a los negros esclavos prófugos de colonias extranjeras.
En 1769 fue presentado como obispo de Caracas; tomó posesión en agosto de 1770, pero fue mal recibido por el alto clero español y por el gobernador Agüero. El Cabildo eclesiástico lo denunció al Consejo de Indias, que le hizo remover sucesivamente los nombramientos de tres provisores (el último, el criollo José Lindo). Tampoco era buena su relación con la Universidad. En 1781, por orden de Madrid envió cartas a todos los párrocos para delimitar su diócesis con el Arzobispado de Santafe (hoy, Colombia; esto fue precursor de los límites actuales entre Venezuela y Colombia). Su acción pastoral fue notable, pero sobre todo, consumió su vida en una visita pastoral exhaustiva, que duró doce años (1772-1784), con seis pequeños intervalos en que regresó a Caracas. Se conoce, día a día, esta visita, gracias a la publicación de los siete volúmenes de documentos originados.
La inició el 8 de diciembre de 1771 con la catedral (cinco meses), siguió con las parroquias caraqueñas, conventos, capillas, oratorios, seminario. El 12 de octubre de 1772 el obispo y su comitiva salieron de Caracas y visitaron los pueblos vecinos. Prosiguió por Maiquetía y pueblos de la costa hasta Puerto Cabello.
Siguieron por el río Yaracuy hasta Coro, donde permaneció hasta julio de 1773. Se adentraron, cruzaron el lago y permaneció once meses en Maracaibo.
Siguió en febrero de 1775 a Perijá, visitó las extensas misiones capuchinas. Salió de Maracaibo el 5 de febrero de 1776 hacia Zaparas y la barra del lago, llegó a Carora, donde estuvo cinco meses. El 17 de agosto de 1776 se adentró en las montañas del Tocuyo y pasó a Trujillo. Prosiguió por Guanare hasta Barquisimeto, donde enfermó de gravedad y, tan pronto pudo viajar, regresó a Caracas. Salió el 21 de diciembre de 1779 por los llanos hasta Calabozo, pueblos llaneros y valles de Aragua; regresó a Caracas en junio de 1780.
Volvió a salir el 19 de febrero de 1781 y recorrió las regiones del centro y occidente hasta Nuestra Señora del Buen Consejo de Mamón; regresó a Caracas en junio de 1781. Salió de nuevo el 24 de octubre de 1781, por los valles de Aragua hasta Yaritagua; visitó Valencia y llegó hasta Maracay; regresó a Caracas. El 24 de enero de 1783 partió hacia el sur y sureste, visitando todos los pueblos hasta San Sebastián de los Reyes y pueblos del Tuy; regresó a Caracas (junio de 1783). Finalmente, salió en enero de 1784 hacia Santa Lucía y pueblos de Barlovento hasta Guarenas.
El 1 de abril de 1785 entró en Caracas, culminando su titánica empresa, única en la historia de la Iglesia en América.
No es posible consignar su enorme labor: fundó y reestructuró pueblos, erigió cincuenta y dos parroquias, mandó construir cementerios fuera de poblados.
Día a día, ayudado por su secretario, el criollo José Joaquín de Soto, notario de la visita, anotó la historia y el presente de las trescientas cuarenta y cinco poblaciones que visitó. Registraron el número de sus habitantes, los inventarios de templos y de capillas.
Describieron la vegetación existente y la agricultura recomendable, ganadería, pesca, ríos, fuentes, caminos, costumbres, lenguas indígenas. Creó escuelas públicas.
Mejoró la enseñanza de la doctrina cristiana.
Defiendió a los indios de los abusos de las autoridades locales, y a los esclavos frente a sus amos; mandó que los esclavos contrajeran matrimonio libremente; exigió que les cuidasen en sus enfermedades en sus propias haciendas. Corrigió todo tipo de delitos “por medios suaves y verbales”. Destacó en la pastoral sanitaria.
Sus viajes los hizo en mula o en canoa.
El geógrafo español Pablo Vila (1981) analizó toda la documentación de la visita pastoral, una inmensa fuente geográfico-histórica. La metodología de la visita era tenaz: cada día se acumulaban datos en folios; éstos iban a carpetas. Los datos seleccionados pasaron a cinco volúmenes manuscritos y dos de providencias; son los siete publicados en 1969.
Además, “sus representaciones al Consejo de Indias, tanto en Puerto Rico como en Caracas, son auténticos tratados de jurisprudencia [...] El episcopado caraqueño de Martí se enmarca en el proceso de formación del estado moderno de Venezuela, con la creación de la Intendencia de Ejército y Real Hacienda (1776), la autoridad conferida al capitán general de Caracas sobre las demás provincias (1777) y el establecimiento de la Real Audiencia (1786-1787), recta final hacia la Independencia” (Tort, 1988).
Obras de ~: Relacion de los meritos, y circunstancias del Doctor D. Mariano Martì, Obispo de la Santa Iglesia Cathedral de San Juan de Puerto-Rico, s. l., ‘proveído en 2 de Marzo de 1764’; M. Martí, obispo de Caracas, Documentos relativos a su visita pastoral de la Diócesis de Caracas, 1771-1784, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1969, 7 vols. [est. prelim. y coord. L. Gómez Canedo].
Bibl.: J. T. Medina, Biblioteca Hispano-Americana, 1493- 1810, vol. IV (1701-1767), Santiago de Chile, Imprenta y grabado en casa del Autor, 1898-1910, pág. 592, n.º 4.088; Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana [...], vol. XXIII, Madrid, Espasa Calpe, 1917, pág. 451; J. Serra Vilaró, El obispo Mariano Martí Estadella, Tarragona, Instituto de Estudios Tarraconenses, Diputación Provincial, 1956; J. Suriá, El eximio prelado doctor Mariano Martí, Obispo de Caracas y Venezuela, Caracas, 1962; L. Lopetegui y F. Zubillaga, Historia de la Iglesia en la América Española [...], Antillas, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 1965, pág. 808; A. Egaña, Historia de la Iglesia en la América Española [...], Sur, Madrid, BAC, 1966, págs. 1015 y 1067; “El legado testamentario del Obispo Mariano Martí”, en Boletín del Archivo General de la Nación (Caracas), n.º 215 (II semestre de 1968), págs. 297-327; P. Vila, El Obispo Martí. Interpretación humana y geográfica de la marcha Pastoral del obispo Mariano Martí [...], Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1981, 2 vols.; P. Vila, “Martí i Estadella, Marià”, en Gran Enciclopèdia Catalana, vol. IX, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, Reimpressiò corregida, 1981, pág. 646; F. Tort Mitjans, “Martí, Mariano”, en Diccionario de Historia de Venezuela, vol. II, Caracas, Fundación Polar, 1988, págs. 839- 841, además aparece bajo otros artículos en págs. 454 y 482- 483; L. Febres, “El expolio [aquí ‘expolio’ tiene el sentido de ‘inventario de bienes’] del Obispo Mariano Martí y la riqueza de Venezuela en la segunda mitad del siglo XVIII”, en Boletín (Caracas, Academia Nacional de la Historia), n.º 349 (marzo de 2005), págs. 91-123.
Fernando Rodríguez de la Torre