Liliolo. ?, p. m. s. vi – ú. t. s. vi. Obispo de Pamplona.
El primero de nombre conocido con seguridad, aunque es probable, por diversas razones, que la sede diocesana hubiese sido instaurada al menos en el siglo anterior, si no antes. Estuvo presente en el III Concilio General de Toledo (589), convocado por el monarca hispano-godo Recaredo para proclamar la conversión de la minoría arriana de origen germano al catolicismo y perfeccionar así la unidad socio-política del reino mediante la compenetración religiosa. Debía de haber sido consagrado poco antes, pues figura en penúltimo lugar entre los padres conciliares. Participó también en el Concilio de los prelados de la provincia Tarraconense celebrado en Zaragoza (592), donde se dispuso que los presbíteros arrianos convertidos recibieran una nueva ordenación sacerdotal, las iglesias de esa misma confesión volvieran a ser bendecidas y se verificara la autenticidad de sus reliquias en juicio de Dios con la prueba del fuego.
Bibl.: L. A. García Moreno, Prosopografía del reino visigodo de Toledo, Salamanca, Universidad, 1974, pág. 218; J. Goñi Gaztambide, Historia de los obispos de Pamplona, vol. I, Pamplona, Eunsa, 1979, págs. 46-47; J. Orlandis y D. Ramos Lisson, Historia de los concilios de la España romana y visigoda, Pamplona, Eunsa, 1986, págs. 197-226 y 235-238; R. Jimeno Aranguren, “Red viaria y cristianización. Pamplona”, en Hispania Sacra, 51 (1999), págs. 717-740.
Ángel Martín Duque