Paulo de Mérida, San. Grecia, p. s. VI – Mérida (Badajoz), ¿560? Obispo, cirujano.
Con él comienza la época de oro del episcopado emeritense, según consta por la obra Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium. De origen griego y médico de profesión, fue varón virtuoso que se distinguió por su humildad.
Fue consagrado obispo para la sede emeritense, a la que proporcionó un período de tranquilidad (530-560).
Ante la enfermedad de una noble matrona, el marido recurrió a Paulo para impetrar de Dios con sus oraciones la salud de la esposa. Puesto que Paulo era cirujano y los médicos la habían desahuciado, pedía su intervención. El obispo rehusó dicha intervención quirúrgica, ajena a su estado episcopal. No obstante, indicó los cuidados para realizar la cura por los médicos.
Temiendo que esto no remediara la inminente muerte, el marido le suplicó que actuara. Por fin, movido de los ruegos, Paulo prometió ayudarle. Tras un día completo de oración en la Basílica de Santa Eulalia, fue a la casa de la parturienta. Tomó un bisturí y extrajo al niño muerto. Ordenó que en adelante la abstención carnal se respetase.
Los esposos, en agradecimiento, depositaron la mitad de sus bienes en vida para su provecho y el de los pobres, y la otra parte después de la muerte.
En las peregrinaciones griegas llegó un joven llamado Fidel, que Paulo reconoció como hijo de su hermana.
Ya anciano, se retiró a una paupérrima celda en la Basílica de Santa Eulalia; después de algún tiempo dedicado a la oración, ayunos y mortificaciones, murió.
Dos inscripciones relatan sus reliquias; en la primera se habla de él sólo y en la segunda, en unión de santa Lucrecia y santa Eulalia.
Bibl.: P. de Mérida, Pavli Diaconi Emeritensis, Liber de vita et miracvlis Patrvm Emeritensivm [s. VII], Matriti, Apud viduam Ildephonsi Martin, 1633 (Antverpiae, Ap. Joan. Meronsivm, 1638; trad. cast. de D. Sánchez Coro, Libro de la Vida y Milagros de los Padres Emeritenses, Cáceres, Tipografía El Noticiero, 1951; (ed., trad. y est. de J. C. Martín Iglesias, tesis doctoral, Universidad de Salamanca, 1996); B. Moreno de Vargas, Historia de la Ciudad de Mérida, Madrid, Pedro Taso, 1633 (Mérida, Patronato de la Biblioteca Pública Municipal y Casa de la Cultura, 1981); E. Flórez, España Sagrada, Madrid, [Antonio Marín], 1756; Bolandistas, Acta Sanctorum, November I, Paresiis et Romae, 1866; A. Camacho Macías, La antigua sede metropolitana de Mérida, tesis doctoral, Roma, 1965; T. A. López López, Apuntes para la historia de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Badajoz, 1997.
Teodoro A. López López
