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San Prudencio

Biografía

Prudencio, San. Armentia (Álava), p. m. s. vi – El Burgo de Osma (Soria), 589. Eclesiástico, arcediano, obispo de Tarazona, santo.

Prudencio descendía de una familia noble romanovisigoda. Aunque se desconoce su fecha de nacimiento, hay referencias indirectas que pueden orientar, pues a la edad de quince años se sabe que decidió ir al encuentro de un santo eremita con gran fama de santidad y sabiduría en la región soriana, a las orillas del río Duero, que se llamaba Saturio y había nacido en el año 493. De él recibió —en palabras de M. Tello— “sabias lecciones y consejos acerca de la divinidad y designios de las Sagradas Escrituras” durante los siete años que le acompañó.

Tras esta primera etapa marchó a Calahorra propagándose su fama de buen predicador y milagrero. Huyendo de los aplausos y la fama se trasladó a Tarazona donde encontró la soledad que ansiaba retirado junto al clero más humilde. Allí se ordenó presbítero y después fue designado arcediano de la Catedral.

Tal como se consigna en los Breviarios antiguos de la Catedral turolense, Prudencio fue tan amado y admirado de todos, que, a la muerte del obispo Esteban, fue aclamado obispo por los fieles y aceptado por el clero. Al frente de la sede cumplió fielmente sus deberes de buen pastor. Murió santamente en el año 589 cuando se encontraba actuando como árbitro conciliador entre el obispo y el clero de Osma. Su cuerpo fue trasladado al monte Laturce, entre Clavijo y Leza del Río Leza, cerca de Logroño, donde fue inhumado y en cuyo lugar se levantó un monasterio en fecha incierta —entre 925 y 950—, formando parte del cenobio de San Martín de Albelda.

Dos siglos después, dada su fama de santo, consta que el rey Ramiro I de Asturias fue a postrarse ante su sepulcro para darle gracias por una victoria obtenida ante los sarracenos. Baronio, teólogo e historiador italiano, fue el primero que introdujo su nombre en el martiriologio romano en 1586. La fiesta de este santo, patrono de la diócesis de Tarazona, se celebra el 28 de abril. Su memoria se recuerda con estas palabras: Turiazone in Hispania S. Prudentii episcopi et confessoris.

 

Bibl.: G. Loperráez, Descripción histórica del obispado de Osma, vol. II, Madrid, Imprenta Real, 1788, pág. 141; C. Castillo, “Prudencio”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, págs. 2030-2031; F. J. García Turza, “El monastrio de San Prudencio de Monte Laturce (siglos x-xii)”, en Espacio, Tiempo y Forma, serie III, Hª Medieval, t. 2 (1989), págs. 137- 160; Documentación medieval del monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (siglos x-xv), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1992; M. Tello Ortiz, “San Prudencio”, en Aragonia Sacra, XVI-XVII (2001-2003), pág. 154.

 

César Ramos Iglesias

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