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José Sabau y Blanco

Biografía

Sabau y Blanco, José. Tamarite de Litera (Huesca), 1757 – Madrid, 15.VII.1833. Obispo electo de Osma, moralista, historiador y VI anticuario de la Real Academia de la Historia (1820-1833).

No se conocen sus circunstancias familiares en Tamarite de Litera, aunque era hermano de Pedro Sabau y tío de Pedro Sabau y Larroya, secretario perpetuo de la Real Academia de la Historia. Tras estudiar y ordenarse sacerdote, ya en edad algo avanzada fue nombrado canónigo de la Catedral de Burgos en 1818, arcediano de Aliaga en la Catedral de Zaragoza, canónigo de San Isidro en Madrid y fue elegido obispo de Osma en 1833, aunque no llegó a ser investido al morir en ese mismo año.

Entre sus primeros trabajos cabe señalar su publicación sobre moral, tema al que dedicó la primera y la última de sus obras conocidas. Además, desempeñó ocasionalmente la labor de censor de los libros de Historia, pues la Real Academia de la Historia conserva un informe del 4 de febrero de 1831 sobre la “Censura de la Historia de la Conquista de Granada sacada de la crónica manuscrita del V. P. F. Antonio Agapide, escrita en inglés por Wasington Irving y traducida del Francés al Castellano”. Fue también del Consejo de S. M. y su secretario de la Interpretación de Lenguas, lo que denota su buena formación, aunque no se sabe dónde realizó sus estudios ni cuántas dominaba.

Sabau debe considerarse entre los eclesiásticos de orientación liberal, pues su catecismo, Instrucción familiar, política y moral, publicado en Madrid en 1812 en plena invasión napoleónica, sería copiado años después con ligeras modificaciones por la Cartilla social o breve instrucción sobre los derechos y obligaciones del hombre en la sociedad civil, de J. J. Gómez de la Cortina, conde de la Cortina. Este último texto, utilizado en las escuelas municipales y lancasterianas de Ciudad de México y de otros estados, como Puebla, alcanzó más de ocho ediciones entre 1833 y 1849, lo que da idea de la repercusión indirecta de la obra de Sabau en el México de mediados del siglo XIX. De nuevo, volvió a abordar el tema de la moral en La moral de Jesucristo y de los Apóstoles, publicada al año siguiente de su muerte.

La actividad más importante de José Sabau puede considerarse su labor como historiador. El 10 de octubre de 1819 solicitó entrar en la Real Academia de la Historia como académico supernumerario, para proceder a la reedición y continuación de la Historia General de España del padre Juan de Mariana, publicación que había iniciado en 1817 y que logró finalizar en 1822, lo que prueba su eficacia. La extensa obra del padre Mariana, que comprende los dieciséis primeros volúmenes de esta edición, seguía siendo la obra fundamental en este campo hasta la publicación de la Historia de España de Modesto Lafuente entre 1848 y 1869. Pero la obra del padre Mariana finalizaba el año 1516, con la muerte de Fernando el Católico. Las sucesivas reediciones de los siglos xvii y xviii intentaron actualizar la obra, pero fue José Sabau quien logró proseguirla hasta el final del reinado de Carlos III, en los volúmenes 17 a 19. Esta labor indica su interés por los estudios de historia tradicionales, realizados con una visión erudita e ilustrada propia de su época, basada todavía en recoger hechos heroicos y anecdóticos de exaltación de la monarquía y las glorias patrias. Pero, además, dedicó el último volumen, el XX, a unas extensas tablas cronológicas desde el año 1700 hasta el de 1789, otra de las preocupaciones esenciales de los historiadores de la Ilustración.

Al morir José Antonio Conde y quedar vacante el cargo de anticuario, fue elegido para desempeñarlo José Sabau, que representa la continuidad en el Gabinete de Antigüedades de la tradición de eclesiásticos ilustrados característica del siglo XVIII.

A partir de 1820, desempeñó el cargo de anticuario perpetuo, al que se sumó, poco después, también el de bibliotecario. Tras el fallecimiento de José de Vargas Ponce había quedado vacante la vivienda de la Academia existente en la Casa de la Panadería y ningún numerario le interesó ocuparla, por lo que se la concedieron a Sabau con la obligación de desempeñar al mismo tiempo el cargo de bibliotecario. El 9 de marzo de 1821 fue nombrado bibliotecario interino, pasando a ocupar el cargo en propiedad el 28 de noviembre de 1823, al haber sido nombrado numerario en la sesión anterior, cargo que desempeñó hasta su muerte, sobrevenida a causa del cólera, el 15 de julio de 1833, a los setenta y seis años de edad.

Para su elección como individuo de número el 17 de noviembre de 1823 leyó una Memoria sobre la excelencia de las monedas antiguas y de su utilidad para la historia. El tema denota cierta dedicación a la numismática, aunque lejos de estar especializado en esa materia. Juan Agustín Ceán Bermúdez, revisor de dicho trabajo, lo informó con cierta reserva y lo remitió a otros dos académicos el 17 de noviembre de ese año de 1823 para que dieran su propio informe. Dichos académicos señalan que “aunque el asunto no sea nuevo, ha sabido darle un aire de novedad”, por lo que “no deja de tener un mérito digno de obtener lugar entre las Memorias Académicas”.

José Sabau fue, en resumen, un erudito bien formado y trabajador, que al morir longevo para su época, ya avanzado el siglo XIX, todavía representaba la tradición erudita de eclesiásticos ilustrados del siglo XVIII, lo que explica que su principal aportación deba considerarse su continuación de la Historia de España del padre Mariana.

 

Obras de ~: Instrucción familiar, política y moral, Madrid, Imprenta de Ibarra, 1812; reed. de la Historia general de España compuesta, enmendada y añadida por el Padre Juan de Mariana (ts. I a XVI), ilustrada con notas históricas y críticas, y nuevas tablas cronológicas desde los tiempos más antiguos hasta la muerte del Sr. Rey D. Carlos III por el Doctor Don ~ (ts. XVII a XIX), Madrid, Imprenta de D. Leonardo Núñez de Vargas, 1817-1821, 19 ts.; Historia general de España: continuación de las tablas cronológicas desde el año 1700 hasta el de 1789 por [...] ~, Madrid, Imprenta de Leonardo Núñez de Vargas, 1822; La moral de Jesucristo y de los Apóstoles, Madrid, 1834.

 

Fuentes y bibl.: Real Academia de la Historia, Exps. personales, leg. 102, carpeta 3, secc. 114.

VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, t. LII, Madrid, Espasa Calpe, 1926 (reed. 1966), pág. 1062; Marqués de Siete Iglesias, “Real Academia de la Historia. Catálogo de sus individuos. Noticias sacadas de su archivo”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CLXXV, n.º 98 (1978), págs. 88-89; M. Almagro-Gorbea, “El Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia. Pasado, presente y futuro”, en M. Almagro-Gorbea (ed.), El Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 1999, pág. 132; Real Academia de la Historia, Anuario, Madrid, Real Academia de la Historia, 2005, págs. 125 y 133.

 

Martín Almagro-Gorbea Gorbea

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