Quiroga, Jerónimo de. Sevilla, c. 1628 – Concepción (Chile), 1704. Militar.
Hijo legítimo de Fernando de Quiroga y de Clara Eugenia de Aguayo y Rivaldo. Fue bautizado en la iglesia colegial de San Salvador, de Sevilla, y allí mismo recibió el óleo de la confirmación, según él mismo lo expresó en su testamento otorgado dos años antes de su muerte. En el mismo instrumento dice “ser hijo y nieto de padres católicos y cristianos [...] descendientes por varonía de los Quiroga Varcárcel, que tienen su entierro en la iglesia de Lugo, donde en la capilla de San Juan Bautista está enterrado el eminentísimo señor Don Gaspar de Quiroga, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Arzobispo de Toledo, Inquisidor General y Gran Chanciller de Castilla [...]”.
El mismo Quiroga dice que abandonó la escuela a la edad de diez años, para pasar al virreinato del Perú, bajo el gobierno del conde de Chinchón. Allí, el joven sevillano tomó plaza de soldado y comenzó su aprendizaje militar. Tras seis años de permanencia en la capital del virreinato, a mediados de 1644, joven de dieciséis años cumplidos, llegó a Chile en el contingente de trescientos soldados que envió el virrey para reforzar la defensa del Reino, ante la amenaza de asalto a Valdivia por los corsarios holandeses. Llegó en las postrimerías del gobierno del marqués de Baides.
Desde tal año hasta 1704, año de su muerte, Quiroga permaneció en Chile. Su actividad se desenvolvió bajo la administración de quince gobernadores, cuyas administraciones fueron descritas por Quiroga en su Compendio Histórico de los más principales sucesos de la Guerra de Chile [...].
En 1656, Quiroga luchó contra los indios en la región de Imperial y presenció el paso de la piratería holandesa por el Mar del Sur. También participó activamente en las fortificaciones de Concepción y Arauco, en Tucapel, Nacimiento y las Peñuelas, y en la población y reducción de Arauco, Yumbel y Paicaví, bajo el gobierno de Acuña y Cabrera.
Al finalizar el año 1651 se encontraba en la capital del Reino. En las fronteras engendró una hija natural, María de las Nieves, pero ahora quería hijos legítimos de su sangre y de su credo. En Santiago, el 4 de noviembre de 1651, por escritura otorgada ante el escribano Pedro Vélez Pantoja, celebró sus capitulaciones matrimoniales con Isabel Moñiz y Barbier, nacida en la ciudad, hija de Vicente Moñiz, nacido en España, y de Isabel, su esposa, nacida en Santiago. En el seno del matrimonio Quiroga Moñiz nacieron ocho hijos, una hembra y siete varones.
Al cumplir veinticinco años de matrimonio, Isabel Moñiz falleció en Santiago. Había testado ante Juan de Aburto el 14 de julio de 1677. Su viudo se trasladó a Concepción y allí conoció, a poco andar, a Isabel Jofré de Loaiza, hija y nieta de conquistadores, viuda del capitán Fernando de Cea y Ortiz de Godoy. Se casó con ella en 1679, sin dejar descendencia.
De modo paralelo a su vida militar transcurrió su vida cívica, la que puede seguirse, paso a paso, en las actas del Cabildo de Santiago. Fortalecido económicamente por la dote de su esposa, rica en tierras y en indios, adquirió en pública almoneda la vara de regidor perpetuo de Santiago. Participó con entusiasmo en obras de adelanto, como la construcción del edificio del Cabildo, la instalación de una fuente de bronce en la Plaza de Armas, la construcción de una parte de los tajamares del Mapocho, un puente sobre el río y la iniciación de las obras de la Catedral, a cuya fábrica contribuyó con la suma de 10.000 pesos. Desde el día en que fue recibido en el Cabildo, 23 de enero de 1669, hasta el 11 de octubre de 1675, en que fue reconocido como alcalde y maestre de campo, entregó a la ciudad el rico caudal de su tenacidad, preparación y desinterés. Entre los cargos que ocupó en el Ayuntamiento se cuentan los de alcalde de aguas, comisario de obras públicas, administrador del derecho de balanzas y fiel ejecutor. En el acta del Cabildo del 6 de abril de 1674, se recoge la confirmación de su título de regidor perpetuo de Santiago, por Real Cédula de Su Majestad despachada en Madrid el 20 de agosto de 1671, firmada por la Reina, lacrada con el sello real y refrendada por el Supremo Consejo de las Indias.
Con el cargo de capitán de caballos del Ejército de Chile, maestre de campo, gobernador de las armas y comisario general, regresó a Concepción en octubre de 1677, donde alcanzó los títulos de Castellano de los Fuertes de Arauco, Yumbel y Purén. Los gobernadores Juan Henríquez y José de Garro le hicieron merced de valiosas encomiendas de indios. El primero le otorgó una en Concepción y otra en los pueblos del Morro y Diamante, en la provincia de Cuyo, que llevan fecha del 23 y 26 de noviembre de 1679.
Nueve años después, José de Garro le hizo merced de la encomienda de indios del pueblo de Palomares, en Concepción, con fecha 16 de mayo de 1683.
Mas, al finalizar el siglo, su fortuna cambió. El gobernador Marín de Poveda le despojó en 1692 de su cargo de maestre de campo general, que le había concedido Alonso de Figueroa y Córdoba. En 1694 se le arrebató su encomienda de Palomares. No se respetaron ni su casa ni sus canas. Sin contemplación, este “voluntarioso gobernador” se apoderó de sus escritos y documentos. El anciano general se refugió en el Convento de San Francisco. Con una pierna inutilizada, hubo de permanecer quince largos años postrado, desde 1689 hasta 1704, año de su muerte, a los setenta y seis años. Vestido con el humilde hábito de hermano tercero seráfico, fue sepultado en la iglesia de San Francisco de Concepción, bajo el arco de la capilla de San Antonio de Padua.
Jerónimo de Quiroga escribió Compendio Histórico de los más principales sucesos de la conquista y guerras del Reyno de Chile hasta el año 1656, sacado fielmente del manuscrito del Maestre de Campo don Jerónimo de Quiroga, publicado en el Semanario Erudito en 1789.
Hay una publicación más reciente de esta obra de Quiroga que lleva el título de Memoria de los Sucesos de la Guerra de Chile, recogidas por Jerónimo de Quiroga, soldado de este Ejército y con ejercicio en la Frontera, cuyo manuscrito poseía el presbítero Antonio Peña, en Andalucía, y que después pasó a un anticuario norteamericano y de él a la Universidad de Indiana.
La Academia Chilena de la Historia obtuvo un microfilm de los 722 folios de la relación de Quiroga, que se desenvuelve a través de 98 capítulos y varios apéndices, con ilustraciones. Esta obra fue publicada en Santiago de Chile en 1979. En la investigación previa a la publicación, quedó claro que existían varias copias del Compendio, realizadas por manos que no fueron las del autor, como la que se publicó en el Semanario Erudito de Madrid, o la que posee el British Museum de Londres y otras que se conservan en la Biblioteca Nacional de Chile.
Obras de ~: Compendio Histórico de los más principales sucesos de la conquista y guerras del Reyno de Chile hasta el año 1656, sacado fielmente del manuscrito del Maestre de Campo don Jerónimo de Quiroga, en Semanario Erudito, t. XXIII, Madrid, Blas Román, 1789, págs. 163-282 (reimpr. en Colección de Historiadores de Chile y documentos relativos a la Historia Nacional, t. XI, introd. de L. Montt, Santiago de Chile, Imprenta de la Librería de El Mercurio, 1878; nueva ed., Memoria de los Sucesos de la Guerra de Chile, recogidas por Jerónimo de Quiroga, soldado de este Ejército y con ejercicio en la Frontera, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1979).
Bibl.: D. Barros Arana, Historia General de Chile, t. V, Santiago de Chile, Rafael Jover, 1885, pág. 408; J. T. Medina, Biblioteca Hispano-Chilena (1523-1817), t. III (1769-1817), Santiago de Chile, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina, 1963 (ed. facs.), pág. 127.
Sergio Martínez Baeza