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Juan Martínez de Ripalda

Biografía

Martínez de Ripalda, Juan. Olite (Navarra), 13.XII.1641 – Madrid, 2.XII.1707. Jesuita (SI), procurador de Indias.

No existe unanimidad en lo referido a su fecha de nacimiento, ya que, como pone de manifiesto José del Rey, fue bautizado en el mes de julio, lo que supondría excesiva separación entre el parto y el sacramento del bautismo para lo que se acostumbraba en la época. Este jesuita navarro, tras haber entrado en la Compañía de Jesús en septiembre de 1659, en el noviciado de Villagarcía de Campos (Valladolid) y haber concluido este período de segunda probación, fue enviado al Nuevo Reino, en las Indias, en la expedición que dirigía el padre Alonso de Pantoja en 1662. Sus estudios, por tanto, discurrieron en América, cuando se formó en las disciplinas propias de Filosofía y Teología, en el colegio-seminario de San Bartolomé de Bogotá. Primero, estudió Lógica y en 1667 comenzó el primer curso de Teología. Así, según Rey Fajardo, pudo escuchar la Filosofía entre 1663 y 1666 y la Teología entre 1666 y 1670. En esta misma casa fue pasante, ministro, profesor de Filosofía y Teología entre 1678 y 1684 y, finalmente, lo gobernó como rector, entre 1682 y 1684, aunque también existe cierta imprecisión sobre estas fechas.

Cuando concluyó su oficio como rector, pasó a la Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá, dirigida por los jesuitas, donde trabajó como bibliotecario.

Entre 1685 y 1695 se vinculó plenamente con las tareas propias del procurador general de la provincia del Nuevo Reino, confundiéndose en gran medida con los casos y pleitos a los que se tuvo que enfrentar.

Uno de ellos fue, en 1685, el del padre Gabriel Álvarez; aunque también experimentó las dificultades de los primeros trabajos misioneros de los jesuitas en el Orinoco entre 1684 y 1694. Así, desde el oficio de procurador se dirigió, en 1686, al rey de España, Carlos II, a través de un memorial. Por el mismo, trataba de defender a la Compañía de Jesús de una imputación que contra los jesuitas había lanzado el fiscal de la Audiencia, Fernando de Prado y Plaza, al afirmar que éstos pretendían soldados en la misión del Orinoco, con el fin de “cuidar sus haciendas a costa del real erario”. A partir de 1687, se encargó de la regencia de las cátedras de Filosofía y Teología del colegio máximo, según el catálogo de aquel mismo año. Fue en aquel momento, cuando redactó su obra De usu et abusu doctrinae Sancti Thomae. En sus páginas defendía a la mencionada Universidad Javeriana de las acusaciones que se la habían realizado de no enseñar las doctrinas de santo Tomás de Aquino, el “doctor Angélico”.

En 1695, fue elegido procurador del Nuevo Reino y Quito en Madrid y Roma. Sin embargo, no pudo partir hacia la Península a causa del asedio que realizó la escuadra francesa del barón de Pointis a la ciudad y puerto de Cartagena de Indias. Ante esta circunstancia el padre Diego Francisco de Altamirano lo nombró rector de la mencionada Universidad Javeriana en abril de 1696. Su embarque no se produjo hasta mayo de 1698. Se estableció, desde 1701, en la Corte madrileña como procurador de Indias, ya no solamente ocupado con los asuntos del Nuevo Reino sino también con los propios de las provincias jesuíticas americanas.

Consiguió en aquellos momentos y desde este oficio la licencia del rey Carlos II para fundar en Colombia el colegio de Ocaña en 1699. Dos años después, se equipararon los grados académicos concedidos por el colegio de San Bartolomé de Bogotá, en el que había estudiado y leído disciplinas docentes, con el propio de los frailes dominicos de Nuestra Señora del Rosario.

En septiembre de 1704, presentó un memorial para la fundación de un colegio en la ciudad de Santo Domingo. Según Ignacio de Acevedo, quizás el logro más importante de Martínez de Ripalda como procurador de Indias fue conseguir el permiso de circulación de jesuitas extranjeros por las misiones de Hispanoamérica, concedido por una Real Cédula de Felipe V, de 27 de junio de 1703. Murió en la Corte madrileña el mismo año del nacimiento del príncipe de Asturias, el futuro Luis I, cuando todavía no había finalizado la Guerra de Sucesión.

 

Obras de ~: Alegación jurídica por parte del Colegio de la Compañía de Jesús de Santafé sobre la causa de nulidad de profesión y votos, que demandó el P. Gabriel Álvarez, Profeso de dicha Religión, Santafé, 17 de octubre de 1685 (en Archivum Romanum Societatis Iesu, Fondo Jesuítico, n.º 843); Informe al Consejo sobre las Misiones, 24 de octubre de 1701; Memorial sobre la igualdad en los privilegios y facultades de estudios concedidos a las religiones de Santo Domingo y la Compañía de Jesús, Madrid, octubre 1701; Memorial a S.M. sobre el pase de religiosos jesuitas extranjeros a las misiones del Nuevo Reyno y Quito, 5.VII.1702; Memorial sobre la fundación del colegio de Ocaña, 1703; De usu et abusu Doctrinae Divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Santaefedensis in Novo Regno Granatensi, Lieja, apud Guilielmum Henricum Streel, 1704, 2 vols.; Memorial por la provincia de Santa Fe y Quito, sobre la concesión para fundar un colegio en la ciudad de Santo Domingo, 2 de septiembre de 1704.

 

Bibl.: C. S ommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, vol. V, Bruxelles, O. Schepens, 1894, pág. 643; A. Valle Llano, La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico, Ciudad Trujillo, Seminario Santo Tomás, 1950; J. Restrepo Posada, “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, en Revista Javeriana (Bogotá), XXXVIII (1952), pág. 96; F. Zubillaga, “El Procurador de Indias Occidentales (1574). Etapas históricas de su erección”, en Archivum Historicum Societatis Iesu (1953), págs. 367-417; J. M.ª Pacheco, Los jesuitas en Colombia, Bogotá, 1962; J. del Rey Fajardo, Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1974; A. Galán García, El oficio de Indias de los jesuitas en Sevilla, 1566-1767, Sevilla, Focus, 1995; I. Acevedo, “Martínez de Ripalda, Juan”, en Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez, Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, vol. III, Roma-Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu y Universidad Pontificia de Comillas, 2001, pág. 2526; G. Marquínez Argote, “El maestro neogranadino Juan Martínez de Ripalda (1641- 1707)”, en Cuadernos salmantinos de Filosofía, Salamanca, vol. XXVIII (2001), págs. 5-64; J. del Rey Fajardo, Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2006, págs. 417-426.

 

Javier Burrieza Sánchez

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