Brandeburgo, Juan de. Marqués de Brandeburgo (IV). Lassenburg (Alemania) c. 1480 – Valencia, 5.VII.1525. Aristócrata y militar alemán.
Miembro de la Casa de Hohenzollern, hijo del margrave de Brandeburgo, príncipe elector del Sacro Imperio, fue su hermano mayor, Joaquín, quien asumió la herencia y dignidad electorales, lo que no le impidió titularse marqués de Brandeburgo, y así fue conocido por los españoles. Fue caballero de la Orden Teutónica y servidor de la Casa de Habsburgo. En 1509 entró en contacto con la corte del príncipe Carlos, en Flandes, a la que acabó por incorporarse. Carlos I, al poco de acceder al trono español, lo admitió, junto a otros servidores de la Casa de Austria, como caballero de la orden del Toisón de Oro. En 1517 viajó con el joven Rey a España, y dos años después, el mismo Rey, deseoso de conseguir el voto del elector brandeburgués para su candidatura al vacante trono imperial, e instigado al parecer por el señor de Chièvres, concertó su matrimonio con la reina viuda de Aragón, Germana de Foix. Los esponsales se celebraron en Barcelona, con la asistencia del Rey, en 1519. Al parecer, el enlace, que no tuvo descendencia, no fue bien visto por no pocos de los cortesanos españoles, pues suponía una mengua en la dignidad de la Reina.
Tampoco parece que el marqués se comportase como marido modélico, no sólo por sus atenciones hacia otras damas de la Corte, sino también por el maltrato que infligía a su mujer.
En 1523, con privilegio dado en Burgos el 15 de septiembre, Juan de Brandeburgo fue nombrado capitán general de Valencia, al tiempo que su mujer recibía el cargo de lugarteniente general del mismo reino. En el nombramiento se ensalzaba la claridad de la sangre y el linaje del marqués, así como su prudencia, sagacidad y experiencia y ciencia militares.
La misión parecía, en principio, revestir un cierto relieve: dado que el reino de Valencia acababa de salir de la cruenta revuelta de las Germanías (1519- 1522), se imponía el castigo de los rebeldes, y, por otra parte, su fachada marítima era frecuente objeto de ataque de los enemigos de la Monarquía (circunstancias ambas señaladas en el nombramiento); por añadidura, comenzaban a fraguarse los planes para imponer la conversión de la minoría musulmana valenciana. En realidad, nombrar capitán general a Juan de Brandeburgo sólo sirvió para completar el virreinato de su mujer, dado que a ésta, por su sexo, se la consideraba excluida de los oficios militares.
Ahora bien, el Gobierno efectivo del reino, incluso en cuestiones que afectaban a la defensa o la milicia, fue asumido casi íntegramente por la reina Germana, aunque al marqués se le concedió el primer lugar en su Consejo. Más notable que su labor de gobierno fue su muerte. El 5 de julio, después de una rápida enfermedad, el marqués de Brandeburgo murió en Valencia, y su funeral fue preparado con toda pompa. Carlos V envió a la capital del Turia un rey de armas para que organizase adecuadamente sus exequias, que se hicieron a la moda de Flandes, según relatan las crónicas, con una gran capilla ardiente y con muchas “ceremonias y banderas”. Dichas ceremonias comenzaron el domingo 9 de julio, a la hora de vísperas, y concluyeron al día siguiente, con una solemne procesión desde la residencia de la Reina hasta la catedral; lo que, por la novedad y vistosidad de los actos, causó notable impresión en la ciudad de Valencia. Juan de Brandeburgo fue enterrado en el convento de Jerusalén.
Fuentes y bibl.: Archivo Municipal de Valencia, Cartas Reales, h3-3, fols. 139v.-141v.
F. Diago, Apuntamientos recogidos por el P. M. Fr. Francisco Diago, O. P., para continuar los anales del reyno de Valencia desde el rey Pedro III hasta Felipe II, ed. de José M.ª Garganta, vol. II, Valencia, Acción Bibliográfica Valenciana, 1946, págs. 100- 101; P. Sandoval, Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V, máximo, fortísimo, Rey católico de España y de las Indias, islas y tierra firme del mar océanos, ed. de Carlos Seco Serrano, vol. I, Madrid, Atlas, 1955-1956, pág. 146; J. Matéu Ibars, Los virreyes de Valencia. Fuentes para su estudio, Valencia, Ayuntamiento, 1963, pág. 114; K. Brandi, Carlos V. Vida y fortuna de una personalidad y un imperio mundial, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, pág. 59; J. Zurita, Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, ed. de Ángel Canellas López, vol. IV, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1994, pág. 295; R. E. Ríos Lloret, Germana de Foix. Una mujer, una reina, una corte, Valencia, Biblioteca Valenciana, 2003, págs. 89-90.
Juan Francisco Pardo Molero
