Pagés Miravé, Fidel. Huesca, 26.I.1886 – Quintanapalla (Burgos), 21.IX.1923. Perteneciente al cuerpo de Sanidad Militar, investigador, fundador de la Revista Española de Cirugía.
Hijo de Juan Pagés y Concepción Miravé, ingresó como alumno oficial médico en la Academia Médico Militar el 30 de septiembre de 1908. Una vez transcurridos los nueve meses correspondientes a su formación, fue promovido al empleo de médico 2.º y destinado al Hospital Militar de Madrid (Carabanchel). Al iniciarse el verano de 1909 partió hacia tierras africanas, y en la comisión de servicios para el Hospital de Melilla prestó sus primeros servicios, en concreto en la Sección de Tropas de Sanidad Militar. En 1910 regresó a la Península y volvió a incorporarse al hospital de Carabanchel, pero tras un breve período de tiempo en la capital de España fue destinado de guarnición al 2.º Batallón del Regimiento de Infantería de San Fernando n.º 11, siéndole concedida por soberana disposición la Cruz de 1.ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo y pensionada, por su distinguido comportamiento durante los servicios prestados en Melilla el año anterior. Su meritoria actuación en Melilla será continuada; así, en la denominada posición de Hardui se hace cargo de la asistencia facultativa de las fuerzas allí destacadas. En estos momentos el Senado concedía un voto de confianza a la política emprendida por el Ejército en la Campaña del Rif; eran los años previos a la firma del Tratado del Protectorado. Dicho tratado fue firmado el 27 de noviembre de 1912, constituyéndose las zonas de influencia españolas en el norte y el sur de Marruecos. El documento quedó suscrito por el rey de España y el presidente de la República francesa, representados por García Prieto, ministro español de Estado, y M. León Marcel Isidoren Geoffray, embajador extraordinario y plenipotenciario.
En 1911 fue destinado a la Compañía Mixta de Sanidad Militar de Melilla, siendo nombrado instructor de reclutas y al poco tiempo declarado apto para su ascenso, cuando por antigüedad le correspondía, al empleo de médico 1.º. En agosto de 1911 se incorporó a su nuevo destino en Tarragona, pero su estancia fue muy breve y, tras un fugaz paso por el Colegio de Huérfanos de María Cristina, se le concedió una nueva comisión en 1912 para el Ministerio de la Guerra. Finalizada dicha comisión se hizo cargo de la asistencia facultativa del 2.º Regimiento de Zapadores-Minadores por enfermedad. En 1913 contrajo matrimonio con Berta Bergemam y Quirós y finalizó el año en Ciudad Real, desempeñando la comisión de reconocimiento ante la comisión mixta de dicha capital.
Al tiempo que comenzaba la Primera Guerra Mundial se le concedió una serie de menciones honoríficas por algunas publicaciones concernientes al tratamiento de las heridas por arma de fuego; fue destinado a la plaza de Mahón y posteriormente a la de Alicante, donde se le nombró para la observación e incidencias de la comisión mixta de reclutamiento de dicha ciudad. En pleno conflicto europeo fue destinado al Estado Mayor Central del Ejército, incorporándose a finales de 1916; seguidamente se le concedió una nueva comisión de servicio para Austria-Hungría, por tiempo indeterminado, con el fin de cooperar en concepto de delegado del embajador de España en Viena al servicio de inspección de campamentos de los prisioneros de guerra. En esta misión exterior dejó siempre constancia de sus grandes dotes profesionales y manifestó sus capacidades, así como voluntad e interés de las funciones y encargos encomendados en el cumplimiento de sus obligaciones. Al poco tiempo de acabar la Guerra Mundial le fue consignada la denominación de capitán médico.
En 1919 se le concedió autorización para usar sobre el uniforme la Medalla de 2.ª Clase de la Cruz Roja Española. En el Estado Mayor Central formó parte de la Junta para la formación de un cuadro de heridas y lesiones que puedieran ser producidas por los medios del momento y, por otra, parte se le destinó al Hospital de Urgencia de Madrid. En estos momentos de reconocimiento y prestigio recibió la Cruz Militar de 1.ª Clase con distintivo blanco y pasador de profesorado, haciéndose cargo del curso teórico-práctico de enfermedades en el Hospital Militar de Urgencia de Madrid, siendo ejemplo de profesional en el tratamiento de las distintas clases de heridas, anestesia general y local, cuidados post-operatorios, nociones de cirugía de urgencia y toda clase de material de cura.
Tras las graves noticias llegadas desde Melilla, en septiembre de 1921 fue nombrado cirujano jefe del equipo con destino en esa plaza, en la que permaneció hasta finalizar el año. En apenas unos días (julio de 1921), el dominio militar español sobre la comandancia de Melilla se vio reducido a los límites territoriales de la plaza. Se habían perdido unos 20.000 kilómetros, casi un centenar de piezas de artillería y unos ocho mil hombres. Annual, Dar-Drius, Batel-Tistuin, Monte Arruit, Zeluán y Nador son algunos de los principales hitos del calvario que se inició en julio de 1921 y culminó en agosto de 1921 en Monte Arruit.
Posteriormente, Fidel Pagés partió para Madrid, recibiendo menciones especiales del jefe de Sanidad Militar. En su carrera profesional se le atribuyó una nueva dádiva, al ser promovido como comandante médico de Sanidad Militar, siendo destinado como cirujano en el Hospital de Urgencia de Madrid.
En 1923 se le había concedido un permiso para tomar las aguas medicinales, pero un trágico accidente de automóvil, en el término municipal de Quintanapalla, provincia de Burgos, acababa con la vida de Fidel Pagés cuando regresaba a Madrid.
Obras de ~: Tratamiento de las fracturas de los huesos largos de las extremidades producidas por proyectiles de arma de fuego, 1914.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. 145 P.
J. Arencibia de Torres, Diccionario biográfico de literatos, científicos y artistas militares españoles, Madrid, E y P Libros antiguos, 2001; A. Belaústegui Fernández, “Sigamos recordando a Pagés”, en Diario de Aragón, 25 de noviembre de 2007, pág. 12; “Fidel Pagés Miravé, descubridor de la técnica de la anestesia epidural”, en Diario del Altoaragón, Suplemento Dominical, 2 de marzo de 2008.
Javier Ramiro de la Mata