Aguilar, Gonzalo de. ?, p. s. xiv – Sigüenza (Guadalajara), 25.II.1353. Arzobispo de Toledo, obispo de Cuenca, Sigüenza y arzobispo de Compostela.
Las bulas pontificias le designan como Gonzalo Pérez de Aguilar. Siendo todavía estudiante y bachiller en Teología en París, Benedicto XII le confirió el arcedianato de Salamanca en 1336. Continuó profesando y Teología en París hasta alcanzar el grado de magisterio. Dotado de una sólida formación doctrinal, en su tiempo fue el único prelado castellano que poseía tan alta cualificación académica en Teología, pues la mayor parte de los obispos se habían decantado por la carrera de Derecho. Fue gran predicador y sus sermones estaban indulgenciados por concesión pontificia, para estimular a los fieles cristianos a que acudieran a escucharlos.
Antes de llegar a Toledo había ocupado las sedes de Cuenca (1341-1342), Sigüenza (1342-1348) y Santiago de Compostela (1348-1351). Fue promovido a Toledo de forma directa por el papa Clemente VI, ya que su antecesor en Toledo, Gil de Albornoz, había renunciado a la mitra de Toledo por promoción al cardenalato y, por tanto, según el derecho de las reservas pontificias, toda vacante producida en la curia quedaba reservada a la libre designación del Papa. Es muy probable que en su traslado a Toledo influyera decisivamente la opinión del propio Albornoz.
Los años de su pontificado toledano coincidieron con las secuelas de la peste negra y, sobre todo, con los años iniciales del turbulento reinado de Pedro I de Castilla. Apenas han quedado noticias de su actuación como arzobispo de Toledo durante los dos años que estuvo al frente de la diócesis primada ni en el campo político ni en el terreno eclesiástico. Siendo obispo de Sigüenza centralizó en Atienza las escuelas dispersas de dicha diócesis. Es muy poco lo que se sabe de su actuación pastoral en las diócesis castellanas que rigió.
De él se conserva una carta dirigida a los arciprestes y vicarios de la diócesis de Toledo, en que ordena que los capitulares de la catedral que tuvieran beneficios curados o servideros en las parroquias debían conservar sus prerrogativas en orden a la percepción de sus emolumentos, con tal de que prestasen los debidos servicios por medio de tenientes o capellanes, por estar la catedral primada muy necesitada de la presencia de dichos clérigos.
Está enterrado en la catedral de Sigüenza, donde falleció y había sido obispo.
Obras de ~: Carta a los arciprestes y vicarios de la diócesis de Toledo (Alcalá de Henares, 24 de junio de 1351), original en el Archivo Capitular de Toledo, I.6.B.1.15 (ed. en J. Sánchez Herrero, Concilios Provinciales y Sínodos Toledanos de los siglos xiv y xv. La religiosidad cristiana del clero y pueblo, La Laguna, Universidad, 1976, págs. 50 y 215; M. J. Lop Otin, El Cabildo catedralicio de Toledo. Aspectos institucionales y sociológicos, Madrid, Fundación Ramón Areces, 2003, pág. 473, n.° 40).
Bibl.: C. Eubel et al. (eds.), Hierarchia Catholica Medii Aevi, vol. I, Padua, Il Messagero di S. Antonio, 1960 (reimpr.), págs. 200, 444 y 487; J. F. Rivera Recio, Los arzobispos de Toledo en la Baja Edad Media, Toledo, Diputación Provincial, 1969, págs. 89-90; T. Minguella y Arnedo, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus obispos, vol. II, Madrid, 1910, págs. 51-58; J. F. Rivera, “Aguilar, Gonzalo de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 15; V. Beltrán de Heredia, Bulario de la Universidad de Salamanca, vol. I, Salamanca, Universidad, 1966, n.os 31, 32, 35, 61, 77 y 95; Cartulario de la Universidad de Salamanca, vol. I, Salamanca, Universidad, 1970, pág. 128.
Ramón Gonzálvez Ruiz
![Gil [Álvarez] de Albornoz](/sites/default/files/styles/thumb/public/imagenes/biografias/1620_Albornoz_Gil-_1.jpg "Detalle del retrato de Gil [Alvarez] de Albornoz por Matías Moreno, Depósito del Museo Nacional del Prado. Número de catálogo P003424. Real Academia de la Historia"){kind=small}
