López Rayón, Ignacio. Tlalpujahua (México), 1773 – Ciudad de México (México), 2.II.1832. Independentista mexicano.
Era hijo de Rafaela López Aguado de Rayón, cuyos cinco hijos lucharon en la Guerra de la Independencia. Ignacio inició sus estudios en el colegio de San Nicolás, en Valladolid, para posteriormente trasladarse a la Ciudad de México y continuar sus estudios en el colegio de San Ildefonso, en donde se graduó de abogado.
En 1810, cuando Hidalgo se dirigió de Valladolid hacia la Ciudad de México, le precedió por esas tierras el guerrillero Antonio Fernández, quien a la cabeza de numerosos indios devastaba las haciendas. En esa coyuntura, le propuso al guerrillero un plan que evitase la dilapidación de los bienes embargados a los españoles y que sirviesen al sostenimiento de la guerra de independencia; Fernández consultó con Hidalgo y éste, que aprobó el plan, escribió el autor de él felicitándolo por sus miras patrióticas e invitándole a unirse a sus huestes. El 24 de octubre publicó la proclama, en la que calificaba de justa, santa y religiosa la revolución de independencia, oponiéndose con ello a las excomuniones que pesaban sobre Hidalgo y su acusación, por parte del clero virreinal, de herético y anticatólico.
Todo esto motivó que fuera uno de los primeros que se unió al insurrecto Miguel Hidalgo en Maravatío como parte del Movimiento de Independencia mexicano. En las posteriores acciones bélicas en las que se vio envuelto se distinguió especialmente, por lo que pronto fue tenido como uno de los jefes militares más destacados del levantamiento contra la metrópoli.
Tras el éxito inicial y la formación de entidades políticas para la defensa de la causa independentista, fue nombrado secretario personal de Hidalgo y secretario de Estado en cuyo cargo decretó la libertad de los esclavos en todo el país, y el goce exclusivo de las tierras de comunidad para los indios, mediante decreto de 6 de diciembre de 1810.
Al retirarse los caudillos de la independencia hacia el Norte, después de su derrota de Puente de Calderón, el 16 de marzo de 1811, celebraron una junta en Saltillo, Coahuila, en la cual trataron de nombrar un jefe de las tropas que quedarían en ese lugar, sosteniendo la rebelión contra los realistas. No admitieron el cargo ni Abasolo ni Arias, a quienes se les propuso, por ser militares de carrera. Finalmente, López Rayón aceptó el cargo, se le nombró jefe supremo y se le dio por colega en el Gobierno insurgente a José María Liceaga, otro insurgente notable.
Como gran seguidor de Hidalgo, y con la idea de propagar lo más rápidamente posible sus revolucionarias ideas, hizo que el doctor Francisco Severo Maldonado, publicara el primer periódico insurgente: El despertador americano, órgano del Movimiento de Independencia.
Al saberse la captura de los jefes insurgentes en Baján, López Rayón salió de Coahuila, el 26 de marzo de 1811, para dirigirse a Zacatecas; pero fue seguido por el realista Ochoa, al cual presentó batalla el 1 de abril, en el puerto de Piñones, donde lo derrotó y le quitó algún armamento. Después de varios combates, el 15 de abril tomó a Zacatecas, donde fundió cañones, fabricó pólvora y vistió a sus tropas. De allí marchó a La Piedad, en Michoacán, donde se puso en contacto con José Antonio Torres, el Amo Torres, marchando juntos a Zitácuaro, donde se fortificó y constituyó una Junta de Gobierno, que representó al movimiento.
Envió a Pascasio Ortiz de Letona a Estados Unidos, para negociar una alianza ofensiva y defensiva, arreglar tratados de libre comercio y adquirir pertrechos de guerra. A la muerte de Hidalgo y de otros iniciadores de la Independencia, volvió a Michoacán.
En enero de 1812, dirigió la defensa de Zitácuaro contra el ataque de Calleja, y al caer la ciudad, la junta se retiró, con Liceaga a la cabeza, a Sultepec, mientras López Rayón marchaba a Toluca, fortificándose en Lerma. Fue derrotado por Castillo y Bustamante, tendiendo a disolver la Junta de Gobierno, pues sus miembros continuaron separados de la lucha. Posteriormente, tomó parte aún en numerosas acciones guerreras, manteniendo encendida la rebelión en el centro y en el occidente de México hasta que, por la proclama que se lanzara contra su hermano, Ramón Rayón, por la capitulación del Cóporo y por su negativa a reconocer a la Junta de Jaujilla, se vio en situación difícil. En 1813 formó parte del Congreso Constituyente de Chilpancingo encabezado por Morelos.
En 1817 fue detenido y permaneció encarcelado en Patambo hasta 1820, aunque pudo librarse de una condena a muerte gracias a que no participó en las matanzas en las que Hidalgo estuvo implicado. Al consumarse la Independencia se le otorgó el cargo de tesorero de San Luis Potosí.
Murió el 2 de febrero de 1832, en la Ciudad de México. Fue declarado benemérito de la Patria Mexicana y su nombre se encuentra inscrito en la Cámara de Diputados.
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José Manuel Serrano Álvarez
