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Miguel Díaz de Armendáriz

Biografía

Díaz de Armendáriz, Miguel. Navarra, p. m. s. XVI – Sigüenza (Guadalajara), c. 1552. Visitador y gobernador del Nuevo Reino de Granada.

Colegial de San Bartolomé de Salamanca, licenciado en Leyes, en 1544 fue nombrado por la Corona visitador y juez de residencia de las provincias de Santa Marta, Cartagena, Río San Juan y Popayán con el objetivo de solventar los diferentes litigios que existían entre los conquistadores, castigar los excesos cometidos, asegurar la colonización y aplicar las Leyes Nuevas en todo el territorio de Nueva Granada. Su controvertida actuación en tales cuestiones ha hecho de él una figura sumamente polémica.

Nada más llegar a la ciudad de Cartagena, tomó residencia a Pedro y Alonso de Heredia, a quienes apresó y envió a España; al mismo tiempo, aunque con escaso éxito y a costa de un gran retraso en su salida hacia el Nuevo Reino de Granada, que le obligó a nombrar como su teniente de gobernador allí a su sobrino Pedro de Ursúa, trató de ejecutar las Leyes Nuevas, que finalmente fueron aplicadas en 1547 por su teniente López de Ayala. En abril de 1546 salió hacia Santa Fe; tras una breve estancia en Santa Marta y Tunja, a finales del mismo año, llegó a la capital del Nuevo Reino, donde enseguida manifestó su firme propósito de alejar del gobierno a Alonso Luis de Lugo y aplicar las Leyes Nuevas. Consiguió el primero de sus fines, pero las circunstancias le impidieron poner en marcha el segundo pues, por un lado, el solo anuncio de la publicación de las Leyes provocó la formación de un sólido frente común de oposición entre los españoles de las principales ciudades de Nueva Granada que aspiraban a defender sus intereses en relación con la encomienda y, por otro, existía un fundado temor de que Benalcázar siguiera el ejemplo de Perú, lo que llevó a Armendáriz a posponer dos años la aplicación de las Leyes. No obstante, ello no impidió al visitador confirmar algunas encomiendas, nombrar a amigos y familiares como administradores de otras pertenecientes hasta entonces a las principales autoridades del territorio o repartir las más grandes entre nuevos encomenderos. En cualquier caso, no existió en este tiempo una política clara para organizar el régimen de la encomienda en Nueva Granada, aunque sí manifestó el visitador una marcada preocupación por la evangelización de los indígenas y por dotar a las iglesias de los ornamentos precisos.

Otra de las principales preocupaciones de su gobierno fue la recluta de una hueste de apoyo a Pedro Lagasca contra las tropas de Gonzalo Pizarro; organizó una partida de doscientos soldados que salieron en 1548 al mando de Pedro de Ursúa, pero que al llegar a Tocaima regresaron a Santa Fe por entender que ya no era necesaria su ayuda. Una de las acciones más criticadas de Armendáriz fue el nombramiento de Jorge Robledo como gobernador de Antioquia, Arma, Cartago y Anserma, pertenecientes a la jurisdicción de Popayán de la que era gobernador Sebastián de Benalcázar; el grave conflicto que se originó entre ellos concluyó con la muerte del primero en 1546. En realidad, fueron muchos los enemigos que el visitador se creó a su paso por Nueva Granada, pues todos los asuntos abordados levantaron una cierta polémica y generaron un frente de oposición política que fue minando su credibilidad y provocó su caída. Así, pudo comprobar claramente la fuerza de este sector cuando no se le tuvo en cuenta para integrar la Audiencia de Nueva Granada, creada en 1547 y en la que aspiraba a tomar parte. Su declive político fue ya imparable. En 1549, recogiendo las quejas que fueron presentadas contra él, la Audiencia de Santo Domingo designó a Alonso de Zorita para que le tomara juicio de residencia, recibiendo un duro trato; en 1550 fue encarcelado y despojado de sus bienes y posteriormente se le ordenó trasladarse a España, pero en Santo Domingo se le hizo retornar y permaneció preso en el Nuevo Reino durante todo el período de la residencia, terminada la cual pudo volver a España. Murió como canónigo en Sigüenza, alrededor de 1552.

 

Bibl.: P. de Aguado, Historia de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada, Madrid, Est. tipográfico de Jaime Ratés, 1916; L. Fernández de Piedrahita, Noticia Historial de las conquistas del Nuevo Reino de Granada, Bogotá, Ediciones de la Revista Ximénez de Quesada, 1973; E. Restrepo Tirado, Historia de la Provincia de Santa Marta, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1977; M. A. Eugenio Martínez, Tributo y trabajo del Indio en Nueva Granada (De Jiménez de Quesada a Sande), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1977; M. C. Borrego Pla, Cartagena de Indias en el siglo xvi, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1983; C. Gómez Pérez, Pedro de Heredia y Cartagena de Indias, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1984; J. Rodríguez Freile, Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada (ed. de J. Delgado), Madrid, Historia 16, 1986; N. del Castillo Mathieu, Descubrimiento y conquista de Colombia, Bogotá, Banco de la República, 1988; A. Martínez Garnica, Legitimidad y proyectos políticos en los orígenes del gobierno del Nuevo Reino de Granada, Bogotá, Banco de la República, 1992.

 

María Luisa Martínez de Salinas Alonso