Méndez de Vigo y García de San Pedro, Froilán. Oviedo (Asturias), 1786 – Valencia, 23.X.1838. Mariscal de campo y caballero de San Fernando.
Era hijo de don Manuel Méndez de Vigo y Fernández Cueto y doña Vicenta García de San Pedro y Menéndez del Busto. Ingresó en 1808 en el Ejército, siendo enseguida ascendido al empleo de capitán, alcanzando el de sargento mayor en 1811 y el de teniente coronel al año siguiente. Sirvió en los Regimientos de Infantería de Covadonga, Castropol y Lena.
Combatió a los franceses desde 1808. En 1811 luchó en la acción de los Castillejos, siendo declarado “Benemérito de la Patria”; en 1812 en la batalla de La Albuera, por la que consiguió el anterior título por segunda vez; ese mismo año resultó herido en el reconocimiento a Torre Carbonera. En 1818 se le concedió la Cruz de San Fernando de 1ª clase por su participación en la batalla de Bornos o del Guadalete (Cádiz), el 1 de junio de 1812, en la que habiendo penetrado a través de la primera línea de nuestro ejército un cuerpo de caballería enemigo, se colocó a su retaguardia llamándole la atención, siendo atacado decididamente y rechazando este ataque con la mayor serenidad, consiguiendo hacer prisionero al jefe enemigo. En 1818 era primer ayudante de la Guardia Real de Infantería.
Luchó durante la primera guerra civil con los empleos de teniente coronel, coronel y brigadier, haciéndolo en
Al mando de la 2ª Brigada de la 2ª División, participó al año siguiente en el levantamiento del tercer sitio puesto a Bilbao por los carlistas, teniendo que sustituir al barón de Meer al frente de dicha División, al haber resultado herido, y recibiendo él mismo tan fuertes contusiones que le impidieron andar y montar a caballo.
Ascendido a mariscal de campo y nombrado segundo cabo de Valencia, en el mes de octubre de 1838 corrió por la ciudad la noticia de que Cabrera había fusilado a un numeroso grupo de sargentos de la División del general Pardiñas, amotinándose el populacho, que le exigió que hiciese lo mismo con los presos carlistas encerrados en las torres de Cuarte. Se negó el jefe militar y cuando el día 23 ordenaba retirarse a miembros de la Milicia Nacional, que reunidos en los claustros de la Escuela Pía apoyaban a los amotinados, recibió un tiro que le ocasionó la muerte, cuando estaba esperando el nacimiento de su primer hijo.
En el mes de octubre de 1839 la Reina Gobernadora concedió a su viuda, doña Luisa Oráa y Erice –hija del general don Marcelino Oráa–, una pensión de 20.000 reales.
Estaba en posesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica (1838).
Fuentes y bibl.: Gaceta de Madrid; Hemeroteca Nacional; Escalafones del Arma de Infantería.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
