Montáñez (Montañés), Nicolás de San Luis. Xilotepec (México), ú. t. s. XV – Querétaro (México), c. 1580. Cacique indígena, conquistador y colonizador en representación de España.
El territorio del Estado de Querétaro ha sido ocupado desde la antigüedad por diversos grupos étnicos; entre los primeros destacan los otomíes (flechadores de pájaros), que poblaron la amplia zona que rodea la cuenca de México y comprende los actuales Estados de Hidalgo, México y Querétaro; también hay presencia teotihuacanos y toltecas, pero, más tarde, en torno a los siglos XIV y XV, fueron desplazados por los chichimecas y hay incursiones de purépechas y aztecas.
Con la conquista de los españoles de Tenochtitlán, en 1521, se acentuaron las migraciones de otomíes al Bajío. A dicha cañada se le llama en voz purépecha Crétaro o Queréndaro, que derivó en Querétaro, que significa “pueblos o lugar de peñas” y también se traduce en “juego de pelota”. A partir de 1521, el otomí Mexici asentó a su población al sur de la actual ciudad de San Juan del Río, en lo que llamaron Yztacchichi Mecapam (“chicimecos blancos o Tierra blanca de chichimecos”), quien entró en contacto con el mercader Conin (Conni, después llamado Fernando de Tapia) y éste con Nicolás de San Luis Montañés, “capitán general e indio cacique principal que se decía descendiente de los reyes y emperadores de la Provincia de Tula y Jilotepex (Xilotepez)”, según Padilla, mientras que en San Juan del Río se indica que el sacerdote Juan Sánchez de Alanis “tuvo un papel importante en la conversión” de Conin, y junto a él trazó el pueblo de Querétaro en 1550, mientras que Anaya precisa que es el encomendero Hernán Pérez de Bocanegra el que convenció al indígena Conin de que aceptase ser su vasallo, previa conversión al cristianismo y jurar fidelidad a la Corona española (se bautizó con el nombre de Fernando —Hernando— de Tapia, contrajo matrimonio con Magdalena Ramírez, de origen otomí y sobrina de Nicolás de San Luis Montáñez, y murió en 1571), se unió a su pariente Nicolás de San Luis Montáñez, que, junto con la ayuda de mexicanos, tlaxcaltecas y españoles, formó un ejército de quinientos soldados (según San Juan del Río, otros autores hablan de un número mucho mayor) “con el fin de pacificar y cristianizar las tierras” que corresponden al actual Estado de Querétaro.
Montáñez, cacique de Tuda, y según México-Tenoch, junto (mientras que el resto de historiadores consideran a Montáñez únicamente) al otro capitán otomí Fernando de Tapia (con igual apellido que el jesuita conquistador Gonzalo de Tapia, que pacificó a los chichimecas y los congregó en San Luis de la Paz en 1590), aliados de Hernán Cortés, fundaron diferentes poblaciones: Acambaro (19 de septiembre de 1526, según Soto, y México-Tenoch, pueblo de San Francisco de Acámbaro, “primera población legal” en tierra guanajuatense, según Joyas Coloniales); Huimilpan (San Miguel de Huimilpan, el 10 de julio de 1529, aunque Soto establece esta fecha para esta conquista y 1526 para Acambaro, Estado de México. Historia indica, al contrario que la mayoría de los historiadores —incluido Soto—, que esta conquista se realizó en 1526 y la anterior de Acambaro en 1528), y otras conquistas en Bajío, como apunta Padilla al exponer el desarrollo de la conquista y fundación de San Juan del Río, el 24 de junio de 1531, de Xilotepec (Xilotepec), en el que parte de “indios armados y asesorados por un pequeño núcleo de soldados españoles y de uno o dos religiosos” encabezados por Pedro de Cristo, con Alonso de Granada y Alfonso Guini, detrás el capitán de guerra Martín Arco y Flecha, apellidado Moctezuma (“vestido con peto, casco y brazaletes de bronce en brazos y pies, armas de su gentilidad, con el cuerpo cubierto con un cuero de venado con una pluma blanca en señal de paz”, Nicolás de San Luis Montáñez montado en su caballo blanco “La Valona” y Malinche (esposa de Juan Jaramillo, encomendero de Xilotepec).
Los 25.329 soldados llegaron “al cerro [...] junto al río”, donde esperaron a la festividad de san Juan Bautista “para ponerle ese nombre a la nueva población, en cuya fundación no hubo derramamiento de sangre, ni se intentó hacer alguna escaramuza”, llegaron y tomaron la posesión del lugar el 24 de junio de 1531 y celebran una misa, posteriormente el fiscal mayor declaró formalmente la fundación y le puso el nombre de San Juan del Río. A las dos de la tarde se ordenó hacer el paseo para trazar la plaza principal de la que saldrían las cuatro calles principales de sus ángulos y cuatro más al partir estas cuadras por el medio, según las ordenanzas reales. La nueva población debía tener 2.500 varas cuadradas. Seguidamente pusieron unas cruces de sabino verde en cada una de las esquinas como señales del fundo y en ese momento el capitán general Nicolás de San Luis Montáñez ordenó hacer repicar las dos campanas que traían consigo, tocaron los clarines y los tambores de guerra, todas las personas a pie o a caballo recorrieron las calles recién trazadas, gritando “¡Pueblo de San Juan del Río, en nombre de Dios Nuestro Señor, del Cielo y de la Tierra, quedas fundado!” (cfr. Padilla). De igual forma, se expresa la placa conmemorativa en la plaza de los fundadores, situada frente al Convento de la Cruz, en el antiguo cerro de San Gremal, en la que se expone que “en este lugar, el 25 de Julio de 1531 se fundó la Prócer Ciudad de Querétaro, al conmemorarse el 450 aniversario de tan relevante suceso, pueblo y gobierno, al erigir este monumento a sus egregios fundadores D. Fernando de Tapia (Conin), D. Nicolás de San Luis Montáñez, Fray Jacobo Daciano y D. Juan Sánchez de Alaniz rinden también perenne veneración a todos aquellos hombres y mujeres ilustres que han forjado la grandeza espiritual y material de esta monumental e histórica Ciudad” (cfr. Soto).
Aunque, como indica Soto, “el Caso de Montáñez, cae dentro de los hombres y héroes con historia que han sido ignorados en gran parte ya que sus hazañas, batallas o hechos históricos de muchos de ellos han pasado desapercibidos para los historiadores, mas no para la historia en si. A quien esto escribe [Soto] gran decepción y asombro le ha causado cuando acudiendo al Archivo Histórico Municipal de la Ciudad de Querétaro no se pudo encontrar documento alguno que por los méritos del citado fundador de Querétaro se le hiciera justicia, no obstante el importante papel que junto con Fernando de Tapia (Conin), a quien si le han dado un lugar preponderante en la fundación de Querétaro, acontecimiento que se llevó a cabo en el cerro de san Gremal”. Sobre el mismo tema, en la sala de Etnología Otomí del Museo Regional de la ciudad de Querétaro, sito en el ex convento franciscano, se encuentra una pintura del cacique Nicolás Montáñez, de autor desconocido, en el que se inscribe el siguiente texto “El Gral. Dn. Nicolás Montañez yndio cazique y Sr. que fue de Tula, Caballero de la Orden de Santiago, que con el auxilio de 33 Caciques Cabos prinsipales de Tula, y Xilotepec, y de 25.000 yndios combatientes, y 300 caballos, el día 25 de julio de 1531, dio la famosa batalla a un Exercito de mallor numero de Indios bárbaros de la Nación Chichimeca, en el Campo y Cerro de San Gremal, donde oy se venera el Colegio de los Apostólicos Misioneros de la Santa Cruz de Querétaro. Durante el sangriento combate onze horas con higual furia de uno y otro campo, hasta que por ultimo se aclamó la Victoria por el exercito Christiano, con auxilio del Patrón de las Españas del Apostol Santiago y de la Sma. Cruz que visiblemente se vió en el cielo, la que copiada se hallo después entre las lajas pies de los montes de aquel circuito, i oy se benera Milagrosa en esta Ciudad en el espresado Colegio, como a quien se deve la Conquista i población. Discrepcion panegirica del P. Franco Xavier de Santa Gertrudis impreso en el año de 1722. Se colocó este lienzo a expensas del Dr. Don Ignacio Montañez, profesor en cirugía c v años de 807” (cfr. Soto). La conquista de Santiago de Querétaro se dio el 25 de julio de 1531, según la mayoría de los autores, aunque Wright señala que debió de llevarse a cabo diez años después, hacia 1540. Las fuentes documentales existentes más próximas a la época de los hechos son los franciscanos, en la primera mitad del siglo XVII, entre los que, según Anaya, destaca el texto de fray Isidro Félix de Espinosa, que “inició su Crónica Apostólica y Seráfica de todos los Colegiados de Propaganda Fide de esta Nueva España”, publicado en México por la viuda de Hogal en 1746, en la que se refiere a un combate de unos sesenta mil soldados. A mediados del mes de septiembre en Querétaro, se conmemora las fiestas de la Santa Cruz, en la que se representan algunos fragmentos del Auto de la Conquista de Querétaro de los franciscanos, y en el que mezclan el asunto de la cruz de Constantino y la tradición de la aparición santiaguina. Dicha obra consta de tres partes: la primera alude a los diálogos entre los representantes de los dos bandos contendientes, los cuales exponen sus razones y el porqué de sus actitudes, ataques y resistencia. En el segundo acto se representa un simulacro de lucha cuerpo a cuerpo, representando a Nicolás de San Luis Montáñez y Fernando de Tapia, hasta que tras un eclipse surge Santiago y la cruz, y concluye con la rendición.
Y en el tercer acto se alude a la evangelización de los vencidos, quienes se muestran en fiesta con cánticos y danzas delante de la cruz y el santo que le tutela desde entonces. En octubre de 1531, al mando de Nicolás de San Luis, Montáñez fundó un presidio en Colón (al noroeste del Estado de Querétaro), que llamaron de San Isidro de Hospadam (que en 1550 se formalizó la fundación a partir de estancias de ganados y asentamientos de personas con el nombre de San Francisco Tolimanejo). Posteriormente, en 1538, conquistó y fundó San Luis de la Paz y Apaseo (Estado de México. Historia). En 1551, fundó Tequisquiapan (Villa Mateos y actual municipio de Tequisquiapan), de la siguiente forma: “Esta población fue fundada el año de mil quinientos cincuenta y uno, por cédulas Reales de Carlos V y firmadas por el Virrey de la Nueva España D. Luis de Velasco y realizada por el conquistador indígena Don Nicolás de San Luis Montañez, el veinticuatro de julio de 1551, acompañado de sus caudillos y capitanes D. Alonso de Guzmán, D. Alonso de Granados, D. Ángel de Villafaña y el Padre D. Juan Bautista. Se congregaron al despuntar el alba los indios Chichimecas y Otomíes en el lugar señalado para la fundación; se plantó una cruz y se formó con un montón de piedras y cubierto con yerbas y flores, un altar, donde el Padre Juan Bautista celebró el santo sacrificio de la misa como acto oficial de la fundación [...]. D. Nicolás de San Luis Montáñez, vestido de la manera más vistosa y extraña para los indios, se dirigió a ellos, amonestándolos cumplir con fidelidad el vasallaje ofrecido al rey, encargándoles el estudio de la doctrina cristiana, así como de levantar su templo en el lugar en que por primera vez, se acababa de celebrar el sacrificio incruento [...]. Enseguida, el capitán D. Domingo Moreno, tomó en la mano un cordel y una vara de medir de cuatro varas castellanas, y diciendo: ‘En el nombre de la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios Todopoderoso y de su santísima madre la Virgen María y de sus majestades’, comenzó a medir las quinientas varas de donde está la Santísima Cruz que es el asiento y fundación de este Pueblo y sale por los cuatro vientos a saber: Por el Norte, Sur, Oriente y Poniente [...]. Como lo dijo lo efectuó, tras de los cuales hizo la elección de autoridades, resultando por voto de los indios como Gobernador D. Bartolomé de Guzmán, D. Juan Quijano y Fiscal Mayor de la Doctrina D. Miguel de Bárcena.
Los tres indios caciques y principales de este nuevo pueblo (cfr. Fondo biografías)”. En 1552 las tropas de Montáñez derrotaron a los chichimecas (jonáz) del norte de Guanajuato, suscribiéndose un tratado entre los chichimecas y los otomíes, estos últimos representando al virrey de Nueva España (Perfil indígena chichimeca). Y, en 1577 —según Estado de México. Historia— Montañez fue declarado hidalgo “para sí y sus descendientes”.
Bibl.: J. R. Anaya Larios, “Leyenda dorada: la conquista de Querétaro”, en México en el tiempo, n.º 2 (noviembre-diciembre de 1997); F. Soto López, “Cacique de Tula”, en TulaHidalgo.com (\Cacique de Tula TulaHidalgo_com.htm), 2005; B. Padilla Siurob, “La fundación de San Juan del Río. Y sucedió en Querétaro”, en Diario de Querétaro, 2 de septiembre de 2007; “Estado de México. Historia”, en Estado de México- Historia.htm, 2007; “Joyas Colonias. Acámbaro”, en \j o y a s c o l o n i a l e s_Acámbaro.htm; “Index_Mexico-Tenoch”, en \Index_Mexico-Tenoch.htm; “Perfil indígena chicimeca”, en \perfil indigena chichimecas.htm; “Querétaro. Historia” en \ Enciclopedia de los Municipios de México_ Querétaro.htm; “San Juan del Río” en \San Juan del Río.htm.
Miguel Héctor Fernández-Carrión