Borlán Rodríguez, Fernando. Galleguillos de Campos (León), 18.VIII.1932 – Guadalajara, 20.I.2008. Poeta.
Bautizado con el mismo nombre que su abuelo paterno en la iglesia de San Salvador de su pueblo leonés natal, sus padres, Desiderio y Gliceria, habían perdido hacía poco a su primer hijo, Benito, que no llegó a cumplir el año de edad. Después de Fernando, nacieron Melecio en 1934 y Benita en 1936. Campesino a jornal, su padre consiguió, con los años, reunir cinco hectáreas de viñedo propias cuyo vino guardaban en la bodega familiar de Gliceria. La bodega de adobe se convirtió en uno de los motivos recurrentes de toda su poesía, refugio de sus últimos años y camposanto donde, a voluntad, se esparcieron sus cenizas.
Aprendió a leer con su abuela Benita y luego se instruyó en la escuela del pueblo. En 1943 se trasladó interno al colegio marista de Tui, donde se había ubicado el seminario de la Orden. Allí fundó en 1950, junto a Francisco Gutiérrez y Sacramento Martínez, la revista Atalaya. Con inquietudes y estética similares, pronto entró en contacto con Antonio González de Lama y su revista Espadaña. Al curso siguiente, sin embargo, le trasladaron, para finalizar su “escolasticado”, al colegio marista de Palencia y posteriormente al Colegio de San José, en Madrid. Allí coincidió con Eloy Álvarez Prieto que le introdujo en la vida teatral madrileña y le presentó a uno de sus referentes principales, Antonio Buero Vallejo. Aquel verano de 1952, cuando tenía veinte años, Borlán tomó la decisión de abandonar la Orden y su vocación religiosa y regresar a su pueblo.
En las siguientes tres décadas Borlán aceptó las mudanzas a las que le obligó su profesión. Durante el curso 1952-1953 trabajó en el reformatorio de Valladolid Arzobispo Gandásegui, donde descubrió por dentro la marginación. Al curso siguiente se trasladó al Colegio El Salvador de Valladolid, donde fundó, junto a Julio Jiménez, un Aula de Oratoria que inauguró Francisco Pino. Colaboró también con la emisora de Valladolid EAJ47 en Versos al viento.
En enero de 1954 comenzó el servicio militar en Colmenar Viejo, en los barracones de madera de Farmacia, donde compuso el himno del Cuerpo. Al acabar el campamento, le destinaron al cuartel del Conde Duque, donde se encontró con Froilán Tellaeche, nieto del compositor de zarzuelas José Tellaeche. El teniente-coronel Montero Saucedo le invitó a participar en unas veladas poéticas que se celebraban en un palacete de la calle Leganitos y allí acudió con sus primeros versos, hasta que en el otoño de 1955 descubrió la Cripta de Don Quijote, en el desaparecido café de Levante, de la Puerta del Sol. Borlán se puso a trabajar para el diario El Alcázar y meses después para Diez Minutos bajo el seudónimo E. Mac. Alquiló un piso en Lavapiés y preparó unas oposiciones a agente judicial, que aprobó, y fue destinado a Luarca. En este pueblo de la costa asturiana colaboró en la emisora local y en el periódico Horizontes. En 1957 fue internado en el hospital Monte Naranco de Oviedo, aquejado de tuberculosis. Desde allí le envía sus crónicas poéticas como El Vagabundo a Pablo Villamar, que realizaba entonces el programa De él para ellas en Radio Asturias.
El 25 de agosto de 1961 se casó con Lydia Pazos, con quien tuvo tres hijos: Lydia (26 de junio de 1963), Fernanda (29 de mayo de 1964) y Manuel (12 de octubre de 1965). En estos años, Borlán estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Oviedo, donde fue alumno de Emilio Alarcos Llorach y de Gustavo Bueno. En el otoño de 1966, recién licenciado, se trasladó a Ferrol, donde siguió trabajando de agente judicial. Impartió algunas clases de Literatura en el Colegio Montefaro y, al curso siguiente, de francés en el Instituto Concepción Arenal. Allí entró en contacto con el grupo de teatro de la Asociación de ex alumnos Teatro Estudio a la que pertenecían figuras que fueron luego claves en el desarrollo del teatro gallego nacional, como Eduardo Alonso o Luma Fernández. A partir de 1970, y bajo la dirección de Borlán, el grupo pasó a denominarse Teatro Zoo, que estrenó Sin título, sin autor (el poema del niño) y en 1971 Mac y Marjorit, sobre textos de Rafael Alberti y con canciones de Atahualpa Yupanki. Su compromiso con la oposición al régimen franquista le llevó a afiliarse al Partido Socialista del Interior (PSI) que había fundado Enrique Tierno Galván en 1968.
En 1972 aprobó las oposiciones de secundaria de Lengua y Literatura, y fue destinado, en el curso 1973-1974, al Instituto Esteban Manuel de Villegas de Nájera, donde fundó el 10 de octubre de 1975, junto a Raquel García, los hermanos Viniegra y José Ignacio de la Iglesia, el cineclub Hexágono. En aquel otoño, destinado como secretario al recién creado Instituto Juan de Herrera, se trasladó de nuevo, con la familia, a San Lorenzo de El Escorial. Al llegar las primeras elecciones generales de la Transición, en la primavera de 1977, Borlán publicó su primer poemario, Por la noche y en medio de la calle, e impulsó, junto a Pilar Hermosa Ridruejo y otros intelectuales, la candidatura del Partido Socialista Popular (PSP). Al año siguiente se incorporó al Instituto Eijo y Garay, en el paseo de Extremadura de Madrid, donde conoció a Ángela Bautista y a Rosalía Vallejo con quienes fundó la revista La cuadratura del círculo. En 1980 se trasladó a Las Rozas, donde tuvo como alumno a Benjamín Prado y comenzó a frecuentar el Rincón del Arte y la Asociación Prometeo de Poesía.
En 1982 da fin a su itinerario por los centros educativos.
Se incorpora al grupo literario Enjambre y realiza con Alfredo Villaverde una selección de poesía tradicional castellana que aparece, con fotografías de Antonio Lafuente, bajo el título Y nació la trova en Castilla. En 1985 publica su segundo poemario, Cántico carnal, cuyos versos le definen, según el arabista Juan Antonio Pacheco Paniagua, como “un poeta arábigo andaluz”. En la comarca de la Alcarria (Guadalajara) funda, junto a Mariluz Adama y Francisco Núñez, el grupo GENS y en su Instituto, Radio Arrebato. En 1990, en compensación por la ayuda ofrecida a la publicación de Taberna de humo y sueño, Borlán accede a colaborar semanalmente, y durante los tres años siguientes, en el semanario local El Decano con su columna crítica “La taberna”. En 1992 crea el Tenorio Mendocino, que pasea desde entonces a don Juan por los edificios renacentistas de la ciudad.
En la primavera de 1993, escribe su tercer poemario, Zálata, que permanece inédito hasta la compilación de sus Poesías Completas que realiza Carlos Alba en 2007. Tres años después, en la revista de filología y creación literaria Barataria, aparece Derrota de los ídolos y en 1998 ve la luz su única novela, El arcón de la Argamasilla, que reedita en 2004 la Diputación de Guadalajara en la colección El Observatorio. En sus últimos versos convalecientes de Aunque el alma se quiebre, de edición póstuma, explora el valor sin precio de la palabra, la ternura indiscreta del amor y el flagelo inmisericorde de la aflicción.
Obras de ~: Por la noche y en medio de la calle, Madrid, Vox, 1977; Cántico Carnal, Guadalajara, Grupo Enjambre, 1985; Taberna de humo y sueño, Guadalajara, Flores y Abejas, 1990; Derrota de los ídolos, en Pliegos de la Ínsula Barataria, 4 (separata), Madrid, 1998; El arcón de la Argamasilla, Guadalajara, I. B. Brianda de Mendoza, 1998 (Guadalajara, Diputación, 2004); Poesías completas (1977-2007), Guadalajara, Diputación, 2007; Aunque el alma se quiebre, Guadalajara, Ayuntamiento, 2008.
Bibl.: M. Sánchez Arnosi, “La poesía de Fernando Borlán: un grito de vida y libertad”, en Arbor (separata), Madrid, 1978; J. A. Pacheco Paniagua, “Fernando Borlán: un poeta arábigo andaluz”, en Mundo Obrero (Madrid), n.os 519-520 (1989), págs. 26-27; C. Alba Peinado, “Trashumancia hacia la libertad”, en F. Borlán, Poesías completas (1977-2007), op. cit., págs. 11-31; C. Alba Peinado, “Sobre Fernando Borlán”, en Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid), 684 (junio de 2007), págs. 37-40; “Introducción”, en F. Borlán, Aunque el alma se quiebre, op. cit., págs. 9-14.
Carlos Alba Peinado