Sorreguieta y Arribillaga, Tomás. Tolosa (Guipúzcoa), m. s. XVIII – Larraul (Guipúzcoa), 11.I.1819. Ensayista.
Constituye un modelo bastante acabado de los sacerdotes llamados “de misa y olla”, los cuales, recibidas las órdenes menores, podían acceder a un beneficio eclesiástico del que se mantenían de por vida. Al no tener obligaciones pastorales, en bastantes casos dedicaban su tiempo a tareas intelectuales. En 1777 Sorreguieta había recibido ya la primera tonsura, lo que le permitió ser nombrado titular de tres capellanías, instituidas en las parroquias de Acedo (Navarra), Asteasu y Albistur, estas dos últimas en Guipúzcoa. El patrono de las citadas capellanías era el también vecino de Tolosa José Manuel de Acedo, conde de Echauz y vizconde de Riocavado, que decidió fusionarlas en una sola y dar posesión de ellas a Sorreguieta, que con esto alcanzó una renta anual nada pequeña, de unos 75 ducados. En 1781 fue ordenado sacerdote. Para el año 1816 había añadido a las tres capellanías que ya disfrutaba otra más, instituida en la parroquia de Luquín (Navarra), con lo que alcanzó una renta de 94 ducados. Sin embargo, en los últimos años de su vida pasó alguna estrechez económica; debido a las circunstancias de la guerra, los censualistas sobre los que descansaban las citadas fundaciones no podían afrontar los pagos, por lo que Sorreguieta solicitó que se le permitiese reducir las cargas de misas que debía decir, en proporción a lo que le debían, cosa que le fue denegada.
Fue aficionado a la astronomía y la lingüística y de ahí derivó su obra como ensayista. Participó de lleno en la ya antigua polémica sobre las excelencias de la lengua vasca que entre los años 1802 y 1807 se vio recrudecida con publicaciones apologéticas por parte de Juan Bautista Erro, Pablo Pedro de Astarloa, Lorenzo Hervás y el propio Sorreguieta y detractoras a cargo de Joaquín Traggia, Francisco Javier Martínez Marina y José Antonio Conde.
Publicó en 1804 su Semana Hispano-Bascongada en dos partes y para defenderse de las críticas recibidas dio a la imprenta en 1805 el Triunfo de
Sus etimologías parecieron excesivas incluso a los propios apologistas de la lengua vasca del momento, hasta el punto de que el más importante de ellos, Pablo Pedro de Astarloa, se vio en la obligación de publicar en 1804 un folleto titulado Carta de un vascongado a señor don Tomás de Sorreguieta, advirtiéndole de los errores que había cometido en su Semana Hispano-Bascongada. Sin embargo, sus obras alcanzaron bastante eco y algunos lingüistas posteriores les prestaron atención, tanto para rebatir los argumentos contenidos en ellas como para compartirlos.
Obras de ~: Semana Hispano-Bascongada, la única de
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Diocesano de Pamplona, C/2.436, nº 14, año 1777; A/12, nº 51, año 1816; Archivo Histórico Diocesano de San Sebastián, 2466/006-00.
L. Villasante, Historia de la literatura vasca, Bilbao, Sendo, 1961;
Juan Madariaga Orbea