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Antonio de Zúñiga y de la Cueva

Biografía

Zúñiga y de la Cueva, Antonio de. Marqués de Flores Dávila (II). Cuéllar (Segovia), c. 1590 – Orán (Argelia), 31.III.1652. Caballero de la Orden de Santiago, comendador de Reina, general de las galeras de Nápoles y Sicilia, gobernador de Orán y Mazalquivir y del condado de Rosellón, gentilhombre de cámara del príncipe Baltasar Carlos, miembro del Consejo de Guerra de Felipe IV.

Era el hijo menor de Beltrán de la Cueva, VI duque de Alburquerque, y de la duquesa Isabel de la Cueva y Córdoba, su primera mujer y sobrina, por lo que su nombre de pila fue el de don Antonio de la Cueva y Córdoba. Fue caballero de la Orden de Santiago, cuyo hábito le fue concedido en Valencia el 15 de febrero de 1604. En Cuéllar, ciudad donde había nacido, fue armado caballero el 18 de diciembre de ese mismo año, vistiendo el hábito delante del altar mayor de la parroquia de Santiago. Por merced de Felipe III y como prueba de gratitud del monarca hacia don Beltrán, padre del biografiado, don Antonio fue nombrado comendador de Reina el 5 de junio 1607, pero, al ser aún menor de edad, se le dio esta encomienda en administración con goce de frutos en San Lorenzo el Real, previa dispensa del papa Pablo V. Cumplió después la edad necesaria para la profesión y se le dio el título de comendador en Madrid, el 12 de junio de 1611. En 1616 fue nombrado general de las galeras de Nápoles y Sicilia, por ausencia del marqués de Santa Cruz, Álvaro de Bazán y Benavides.

Previa real licencia, por ser caballero de Santiago, dada en El Pardo el 7 de febrero de 1627, casó con Mayor Ramírez de Zúñiga y Vargas, II marquesa de Flores-Dávila, hija mayor y sucesora de Bernardo Ramírez de Vargas y Mendoza y de Catalina Nieto de Zúñiga y Cabeza de Vaca, hermana del I marqués de Flores Dávila y fallecida antes que él. Por razón de este matrimonio Antonio de la Cueva antepone el Zúñiga de su esposa a su primer apellido y pasa a compartir con ella el título del marquesado de Flores Dávila, uno de los diecisiete que otorga Felipe III a lo largo de su reinado, en este caso en premio a los servicios de Pedro de Zúñiga y de la Cueva Cabeza de Vaca, gentilhombre de Cámara, gobernador del Rosellón, embajador en Inglaterra y muerto en 1631 sin sucesión. El entroncamiento con esta rama nobiliaria supuso un refrendo político, además de social, para don Antonio, quien a partir de este matrimonio alcanzaría mayores prebendas dentro de la corte y desempeñaría cargos de mayor responsabilidad y honor. Además de ser miembro del Consejo de Guerra con Felipe IV, uniendo su nombre al de los marqueses de Santa Cruz, Leganés, Gelves, o los condes de Oñate y Lemos, el 9 de febrero de 1632 desembarcaba en una de las fronteras más comprometidas de la Monarquía hispánica, como era la de Orán, cuyo gobierno desempeñaría en una primera etapa desde esta fecha hasta el 16 de junio de 1639. Como ayuda para sufragar los gastos de su viaje se le concedieron 6000 ducados a censo sobre las casas y mayorazgo de su esposa, con obligación de redimirlos en seis años. El cabildo de la plaza, satisfecho ante el envío de un gobernador que, aun sin ser grande de España, pertenecía a una de las familias más influyentes de la alta nobleza, escribía a Felipe IV poco después de la llegada del marqués a Orán que, “con mucho consuelo se halla esta çiudad por el general con que quedan sus veçinos y gente de guerra con la venida del marques de flores davila a governar estas plaças y ser tan conoçido el celo cristiandad y animo con que acude a todas las cosas del serviçio de V.M. bien y aumento dellas que por tan digna y acertada elecçion esta çiudad puesta a los reales pies de V.M. los vesa mill veçes y esta muy çierta que asi por el balor de sus armas como por las disposiçiones con que comiença a governar tan açertadamente [...] el buen estado y el grande contento con que se halla esta çiudad con la venida y govierno del marques por ser persona de tanta calidad y aprobación”.

Durante su gobierno protagoniza cabalgadas contra moros de guerra que fueron publicadas a modo de brillantes victorias contra el enemigo cuando, en realidad, denotaban la cada vez mayor imposibilidad de España de abastecer a sus presidios norteafricanos, obligados a buscar por su cuenta otros medios de subsistencia. Cuestiones como la circulación de la moneda de vellón, el estanco del tabaco o la reforma de las compañías ocupan igualmente lugares preeminentes este primer gobierno del marqués de Flores-Dávila, interrumpido por la gravedad de los acontecimientos que tienen lugar en otra frontera de la Monarquía, la que separa a Francia de España, ante los hechos que se vienen gestando en Cataluña. El 15 de marzo de 1641 Felipe IV le nombra gobernador del condado de Rosellón, como a su antecesor, el I marqués de Flores-Dávila, “atendiendo a que en vos, D. Antonio de Zúñiga y de la Cueva, de mi Consejo de Guerra, concurren la calidad y partes necesarias y teniendo consideracion a lo que me habeis servido de 32 años a esta parte y a que por mi mandado gobernasteis las Galeras de España y despues servisteis los cargos de gobernador y capitán general de las plazas de Orán y Mazalquivir procediendo en todo con mucho cuidado y desvelo”. Sin embargo, su gobierno en el Rosellón iba a prolongarse apenas un año. Tras el cerco francés a Perpiñán, el 29 de agosto de 1642 don Antonio firmaba con los mariscales Meilleraye y Schomberg el documento de capitulación, comprometiéndose a entregar la ciudad con todo el armamento y municiones, excepto seis piezas de artillería, en lo que sería el inicio de varios días de celebraciones en París y Barcelona por la pérdida del Rosellón por parte española. Su breve paso por la frontera norte de la Monarquía no sería óbice para un segundo nombramiento del marqués de Flores Dávila como gobernador y capitán general de Orán y Mazalquivir, cargo que volverá a desempeñar desde el 28 de noviembre de 1647 y hasta 1652, fecha en que fallece en estas mismas plazas. Le sucedió al frente del título nobiliario, en calidad de III marqués de Flores Dávila, su primogénito, Pedro de Zúñiga y de la Cueva y Ramírez de Zúñiga.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Guerra Antigua, leg. 1067, 1 de marzo de 1632 [carta de la ciudad de Orán a Felipe IV].

Relación verdadera de la gran victoria que el señor don Antonio de Zúñiga y de la Cueva [...] tuvo con los moros Venarages distantes de Oran veinte y quatro leguas, a los 7 de otubre de 1632, Madrid, 1632; Relación muy verdadera de dos presas y derrotas que en diferentes aduares de la Berbería en los confines de Orán tuvo el Señor Marqués de Flores Dávila, Madrid, 1632; L. Salazar y Castro, Los comendadores de la Orden de Santiago, vol. II, Madrid, Patronato de la Biblioteca Nacional, 1949, págs. 663- 664; J. Sanabre, La acción de Francia en Cataluña en la pugna por la hegemonía de Europa (1640-1659), Barcelona, Librería J. Sala Badal, 1956, págs. 227 y 231; B. Alonso Acero, Orán- Mazalquivir, 1589-1639: una sociedad española en la frontera de Berbería, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2000, págs. 62-63, 97, 138, 211, 275, 350, 352, 386, 389, 408, 411 y 436; F. Fernández Bethencourt, Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española, vol. X, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2003, págs. 293-295.

 

Beatriz Alonso Acero

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