Escoriaza y Zabalza, Teresa de. Félix de Haro. San Sebastián (Guipúzcoa), 9.XII.1891 – 18.VII.1968.
Periodista y escritora.
Teresa de Escoriaza y Zabalza estudió el bachillerato en Madrid y en 1910 obtuvo un diploma de profesora de enseñanza elemental en la Académie de Bordeaux (Francia). Completó después sus estudios en las universidades de Madrid y Liverpool. Sus conocimientos del inglés y francés fueron fundamentales para posteriores trabajos de enseñanza y traducción, a los que se dedicó en alguna época de su vida. A la edad de veinticinco años viaja a Nueva York, donde trabaja de profesora de español en varias instituciones. Sus inicios en el periodismo se producen como consecuencia de su estancia en esa ciudad, desde la que envía crónicas en 1919 al periódico La Libertad, dirigido por Luis de Oteyza, con el que entabla una buena amistad que se extenderá hasta la muerte de éste. Los primeros escritos de Teresa de Escoriaza aparecen firmados con el seudónimo de Félix de Haro, siguiendo así cierta tradición española de mujeres escritoras e intelectuales, que firmaban sus trabajos con nombres masculinos. Pocos meses después y ya desde otras secciones del mismo periódico comienza a firmar con su nombre.
En 1921, su periódico la envía a África para informar sobre la guerra que estaba librando España en aquellos territorios. La campaña de Marruecos era el tema candente de la política y la prensa españolas en aquellos momentos y el lugar donde las empresas periodísticas destacaban a sus más relevantes redactores. Teresa de Escoriaza aporta una visión humana y humanitaria al conflicto. En sus escritos, en los que muestra una gran sensibilidad, se identifica con las víctimas de la guerra, con los heridos, pero también con los personajes femeninos ausentes: las madres, las novias y las esposas de los soldados... Sus andanzas en esta campaña están recogidas en la obra Mujeres en Melilla de María Ángeles Sánchez Suárez. Estas crónicas fueron publicadas poco después en un libro, cuyo título expresa el sentir de Escoriaza en el conflicto, Del dolor de la guerra, cuyo prólogo está firmado por un ilustre periodista y escritor, Antonio Zozaya, compañero de redacción de La Libertad. A Zozaya se le debe una valiosa información, tanto sobre el aspecto físico de Escoriaza —“nadie imaginó que Félix de Haro pudiera ser una mujer joven, bellísima, rubia como una Gretchen, delicada y sensible como una Ofelia”— como sobre su carácter, o más bien, sobre la percepción que de su personalidad tenían algunos de sus contemporáneos —“ágil, nerviosa, varonil... Teresa de Escoriaza, esta mujer enigmática en apariencia y, en el fondo, luminosa como un cristal diáfano, se presenta ante nuestros ojos maravillados como una aparición evocadora y sublime de una gesta heroica” —y continúa Zozaya:— “¿Es una iluminada, una heroína, una hembra desdeñosa del sexo o una propagandista de su exaltación regeneradora y romántica?”—. Un texto que en definitiva informa de la extrañeza que despertaban aquellas mujeres que en las primeras décadas del siglo xx comenzaron a ocupar espacios reservados tradicionalmente a los varones; mujeres que como Teresa de Escoriaza poseían una fuerte personalidad y una enorme voluntad, empeñadas todas ellas en elevar el nivel de educación femenina en España para posibilitar su independencia y su presencia social.
En 1924 se hace cargo, en Radio Ibérica —emisora decana de la radiodifusión española—, de unas charlas dedicadas a la mujer española. En la primera de ellas expresa un mensaje optimista sobre las posibilidades del medio y su influencia en la educación femenina. Es también la responsable en esa emisora de Curso de francés para españoles. En 1929 publica una novela, El crisol de las razas, donde la ciudad de Nueva York se convierte en escenario y protagonista de esta historia de amores trágicos. En ese mismo año escribe el prólogo para una antología de poesía femenina que incluye textos de Carolina Coronado, a quien Escoriaza califica como la mejor poetisa española.
Posteriormente continuó sus colaboraciones periodísticas en Mundo Gráfico. En 1929 prosiguió su carrera como profesora de español en Nueva York, en Montclair State Teachers Collage, convirtiéndose su estancia en exilio tras la Guerra Civil española. Se jubiló en Montclair en 1959 y vivió más tarde en California, hasta su regreso a España.
Murió en San Sebastián, el 18 de julio de 1968.
Obras de ~: Del dolor de la guerra, pról. de A. Zozaya, Madrid, Pueyo, 1921; Curso elemental de Francés, Madrid, Tipografía Artística, 1925; El crisol de las razas, Madrid, Prensa Moderna, 1929; “Prólogo” a Antología: Paz de Borbón, Carolina Coronado, Concha Espina, Blanca de los Ríos de Campérez, Gloria de la Prada, Sor Juana Inés de la Cruz, Gabriela Mistral, Rosario de Acuña, Carmen Nevado, Baronesa de Wilson, etc., Madrid, Imprenta de Sordomudos, 1929.
Bibl.: A. Zozaya, “Premio. Una flor en la senda”, en T. Escoriaza, Del dolor de la guerra (crónica de la campaña de Marruecos), op. cit.; M.ª C. Seoane y M.ª D. Saiz, Historia del periodismo en España, Madrid, Alianza Editorial, 1996; A. Balsebre, Historia de la Radio en España (1874-1939), Madrid, Cátedra, 2001; M.ª A. Sánchez Suárez, Mujeres en Melilla, [Melilla], SATE-STEs-[Granada], Grupo Editorial Universitario, [2004]; M. Fernández Sande, Los orígenes de la radio en España, Madrid, Fragua, 2006, 2 vols.; M. Palenque, “Ni ofelias ni amazonas, sino seres completos. Aproximación a Teresa de Escoriaza”, en Arbor, n.º 719 (2006), págs. 363-376, E. Marteles Marteles “Notas sobre la historia de las mujeres en la radio española” en Arbor, n.º 720 (2006) págs. 455-467.
Elvira Marteles Marteles
