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Francisco Jerónimo García Tejero

Biografía

García Tejero, Francisco Jerónimo. Garray (Soria), 11.V.1825 – Sevilla, 8.XII.1909. Fundador de la Congregación de Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa, cofundador de las Misioneras de la Doctrina Cristiana.

En 1828, tras el fallecimiento de su madre y el trabajo de su padre como secretario del Ayuntamiento, pasa a ser educado por sus abuelos maternos en el cercano pueblo de Tardesillas. A los nueve años comienza a trabajar en la tienda de su tío en Fuentes de Andalucía, dirigiéndose espiritualmente con el párroco del pueblo. Sintiendo fuertemente la llamada de Dios, toma la resolución de ser sacerdote, con la firme oposición de sus tíos, que le tienen como a un hijo y cuentan casarlo con su hija Rosario. Su obstinación por el sacerdocio va acompañada de intensa vida de piedad y constante mortificación.

En septiembre de 1846 llega a Sevilla y comienza a seguir los cursos en la Universidad Literaria. Es atendido generosamente por un sacerdote caritativo, en cuya casa se hospeda y trabaja en una escribanía para no serle gravoso. El 6 de abril de 1849 recibe la tonsura.

Se dirige con el sacerdote Juan de la Carrera, del oratorio filipense. El 20 de septiembre de 1851 recibe la ordenación sacerdotal, celebrando su primera misa el 5 de octubre. Por influencia de su director se integra en el oratorio de los padres filipenses. Tras la revolución liberal de 1854 llevada a cabo por O’Donnell y el gobierno de Espartero, en 1855 es incautada, tras la desamortización liberal de Madoz, la casa del oratorio de Sevilla, teniendo que abandonarla, e instalándose en la parroquia de San Roque, a las afueras de Sevilla.

Se dedica a catequizar por los corrales de vecinos a los que, por su pobreza o incultura, no acuden a la iglesia. Recuperada la casa del oratorio, sigue con su apostolado con los pobres, juntando en una asociación de laicos, un ingente grupo de catequistas y personas compasivas que ayudan con sus recursos.

En 1859 comienza a buscar medios para liberar a las muchas prostitutas que pululan por Sevilla y a las muchachas explotadas. Con sus catequistas, prepara un hogar de acogida para las arrepentidas y lo tiene dispuesto en julio. El 22 de este mes se compromete a vivir en la casa alquilada Rosario Muñoz Ortiz. Aquel día nace el germen de la Congregación de Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa. En febrero de 1860, se integra en el difícil trabajo Dolores Márquez, de holgada posición, profunda cultura y gran calidad humana y cristiana, que se dirige con el padre Tejero. Surgen oposiciones en el seno del oratorio ante el tipo de apostolado que él lleva. El superior, padre José María Alonso, le apoya. Solicita permiso a su congregación; ésta, en reunión de Capítulo, le apoya generosamente y la obra continúa. Conociendo ser voluntad de Dios el formar congregación religiosa, ya en 1861 escriben las Reglas para regirla. El 3 de abril de 1865 el cardenal de Sevilla reconoce el decreto como congregación diocesana a las Filipenses Hijas de María Dolorosa. Se solicita el reconocimiento civil en la Corte de Madrid, a donde viaja María Dolores para presentar la solicitud oficial.

El 19 de septiembre de 1868 estalla una nueva revolución liberal que destrona a Isabel II. El martes 22 de septiembre, la Junta constituida en Sevilla se incauta de los edificios de los jesuitas y de los filipenses. El 23 de ese mismo mes, el padre Tejero tiene que salir de Sevilla en un barco, con otros padres del oratorio, al destierro, camino de Gibraltar. Enfermo, debe ser desembarcado en Cádiz, siendo acogido en casa de su amigo, el sacerdote Vicente Calvo. Su celo pastoral le decide a regresar clandestinamente a Sevilla en diciembre, a pesar del peligro de la revolución triunfante.

En mayo de 1869 se traslada la comunidad, ya de dieciséis religiosas y cincuenta arrepentidas, al incautado convento de Santa Isabel, en el barrio de San Marcos. El padre Tejero sigue con discretas actividades y trata de pasar en el anonimato. Viaja a Francia para ver en Bayona algunos centros similares al suyo. El 10 de febrero de 1871 está de nuevo en Sevilla, donde toman el hábito ocho nuevas religiosas, profesando al día siguiente.

En 1876 funda, en la cartuja de Jerez, un asilo con escuela-taller para huérfanos, que pone bajo la titularidad de la Congregación de Filipenses Hijas de María Dolorosa (única con existencia civil en ese momento).

Esta fundación perdurará hasta el año 1884, primero bajo la dirección de un sacerdote secular sevillano, después con un contrato con los hermanos del Santo Ángel de la Guarda (congregación francesa).

En 1878 conoce a Mercedes Trullás Soler, que acude a confesarse en Santa Isabel, residencia de las madres filipenses, donde el padre Tejero realiza su acción apostólica con las almas. Preocupado por la instrucción y la educación religiosa de tantas niñas y mujeres adultas abandonadas, invita a Mercedes, mujer de sólidos valores espirituales y humanos, generosa, decidida y con una excelente formación académica, a colaborar en su obra de catequistas. Se unen a ella otras cinco catequistas para vivir lo que ya era un llamamiento del espíritu a consolidar una futura congregación religiosa. Con la ayuda del párroco Marcelo Spínola, que luego será arzobispo de la ciudad, el 7 de septiembre de 1878 se instala la comunidad con Mercedes en la calle Guadalquivir, n.º 2, de la parroquia de San Lorenzo, y el 24 del mismo mes, festividad de Nuestra Señora de las Mercedes, fue la inauguración de la casa y comienza a existir oficialmente la nueva congregación de las hermanas de la Doctrina Cristiana, con el fin “de desterrar el más grave mal de la sociedad, que es la ignorancia religiosa, declarando ser voluntad expresa de los fundadores, el que la congregación entre las distintas obras a que se dedica, dé siempre preferencia, sin descuidar a los demás, a las que redunden en bien de los pobres”, como lo expresan las reglas autógrafas del padre fundador.

El 3 de abril de 1880 el cardenal Joaquín Lluch y Garriga, arzobispo de Sevilla, aprueba las Constituciones de las hermanas de la Doctrina Cristiana.

En 1870 comienzan a reunirse en Sevilla los padres del oratorio, aunque no podrán alquilar una casa y hacer vida común con la Iglesia que les cede el obispado hasta 1877. Ese año, el padre Tejero es elegido prepósito (superior), cargo que mantendrá hasta la muerte, salvo un lapso de seis años en que estuvo bastante enfermo.

El 31 de julio de 1897 se recibe la aprobación de Roma para las Hijas de María Dolorosa y de San Felipe Neri. Siguen las actividades pastorales y parroquiales del padre Tejero, velando especialmente el desarrollo y fundaciones de las hermanas. El 17 de abril se aprueba por Real Orden el instituto de las hermanas de la Doctrina Cristiana.

A pesar de sus muchos achaques, continúa la catequesis en Santa Isabel, en el colegio de las hermanas de la Doctrina Cristiana y en el barrio de San Bernardo y atiende las almas en el confesionario, a pesar de no poder celebrar la santa misa. Tras una larga y penosa enfermedad y agotado por sus trabajos apostólicos fallece el día 8 de diciembre de 1909, fiesta de la Inmaculada Concepción de María.

 

Obras de ~: Las Prácticas para las Congregaciones de catequistas, Sevilla, Francisco Álvarez y Comp., 1859; Constituciones de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, Sevilla, Librería e Imprenta de Izquierdo y Cía., 1913; La Perfección de la Vida Religiosa, Cazalla, Imprenta N. Neguillo, 1935; Renovación. Doctrina Espiritual, introd., nota biográfica y selec. de M.ª de Fátima Valseca Ruiz (FMD), Madrid, Alameda, 1975; Autobiografía, Sevilla, Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa, 1979; Cartas, Sevilla, Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa, 1981.

 

Bibl.: C. Fernández, El Oratorio de San Felipe Neri de Sevilla, Sevilla, Imprenta Izquierdo y Cía., 1894; Reverendo, “El Reverendo Padre Francisco García Tejero”, en Boletín Oficial del Arzobispado de Sevilla (1909), págs. 286-288; A. Muñoz Torrado, Oración fúnebre, Sevilla, Escuelas Salesianas de Artes Gráficas, 1928; “Rvdo. P. Francisco García Tejero, Fundador de Nuestra Congregación”, en Mi Colegio (Sevilla) (1953), págs. 43-46; R. Muñoz, M.ª F. Valseca (FMD) y J. Durán (CDC), Sevilla serán tus Indias, Madrid, PPC, Folleto Con Él-difusión Revista Vida Nueva, 1991; M. Martín Riego, “El Oratorio de San Felipe Neri de Sevilla”, en Isidorianum, 7 (1998), págs. 483-545; P. Chico González (FSC), Institutos y Fundadores de Educación Cristiana, Valladolid, Centro Vocacional La Salle, 2000, págs. 303-312; VV. AA., El Espíritu que animó a nuestros fundadores, Madrid, Misioneras de la Doctrina Cristiana, julio de 2001; R. Martín Ribas et al., Sublime itinerario. Guía inédita religiosa, hagiográfica, histórica, artística de España, Madrid, Ramiro Martín Ribas, 2004 (2.ª ed. act.).

 

José Martín Brocos Fernández