Paveto (o Pavetto) Molteda, Cayetano. Génova (Italia), 5.I.1726 – La Habana (Cuba), 7.I.1802. Brigadier e ingeniero director.
Entre 1747 y 1748 sirvió como ingeniero voluntario en el ejército de S.M. (en el marco de la Guerra del segundo Pacto de Familia o Sucesión de Austria), siendo empleado en reconocimientos, levantamiento de mapas, trazado de trincheras y otras funciones, hallándose también en la defensa del sitio de Génova.
El 16 de enero de 1751 ingresó en el Cuerpo de Ingenieros como ingeniero delineador y alférez del Ejército. En esa misma fecha, se le destinó, “de orden del Conde de Gages, Cap. Gral. y Virrey de Navarra en levantar el mapa particular del Camino Real; dándole a su cargo la realización de 12 leguas de camino hasta su conclusión”. En octubre del mismo año, y por orden de Juan de Gages, conde de Gages, asistió al ingeniero Felipe Crame Mañeras, teniente coronel e ingeniero en jefe, en el levantamiento del mapa general de dicho reino, como así mismo en la nivelación de la ribera del río Ebro.
Con fecha de 25 de mayo de 1752 era destinado como ayudante de profesor de la clase de dibujo en la Real Academia de Matemáticas de Barcelona, en sustitución del ingeniero extraordinario Ignacio Zapino. Para justificar el destino de Paveto, se afirmaba de él que, “para levantar y lavar planos de montaña, es de los mejores que ha habido, era pintor en Génova y vino a España a servir en el Cuerpo de Ingenieros”. Ascendió a ingeniero extraordinario el 10 de octubre de 1756, continuando en la Academia hasta el 21 de marzo de 1764, en que se encontraba en Andalucía “al presente […] asistiendo al Director D. Pedro Zermeño en la comisión de extender el recinto de Cádiz y establecer las casas de Aduanas, contratación y consulado”.
El 1 de noviembre de 1774 era nombrado ingeniero ordinario con destino en la Secretaría del Ramo de Caminos. En ese año se dividía el Cuerpo de Ingenieros en tres secciones o ramos: el ramo de Academias Militares, el ramo de Fortificaciones del Reino y el ramo de Caminos, Puentes, Edificios de Arquitectura Civil, y Canales de Riego y Navegación. Paveto pasó el 25 del mismo mes (noviembre) a las órdenes del brigadier Francisco Sabatini y con destino en Madrid. Se le ordenó que devolviese antes “los planos extraídos de esta dirección y todos los papeles y relaciones correspondientes a esas obras que tomados van por inventario, remitiéndome relación de todo”, en Barcelona, firmado por Francisco Llobet.
El 8 de julio de 1775 asistió a la expedición y desembarco de Argel, donde resultó gravemente herido. Era ascendido a ingeniero en segundo por antigüedad y a teniente coronel del Ejército (los oficiales de Ingenieros y Artillería podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo).
A partir de 1778 se encontraba como ingeniero en jefe de la plaza de La Coruña, levantando ese mismo año el Plano en el que se manifiesta las fortificaciones actuales de la plaza de La Coruña. Diez años después, el 21 de noviembre de 1788 presentó su proyecto para la defensa de toda la citada plaza, Plano que manifiesta las fortificaciones actuales de la Plaza de La Coruña, las alturas inmediatas y las nuevas obras que se consideran necesarias para la mejor defensa y seguridad de esta importante Plaza y su puerto. También en ese último año citado proyectó el fuerte (en forma de reducto) de Valparaíso sobre el monte de Santa Margarita, padrastro del frente de tierra del barrio de La Pescadería en La Coruña, para cubrir todas las avenidas de la parte de tierra. Finalmente, en Galicia levantó el plano de la ría de Vigo e islas de Bayona, proyectó baterías con objeto de abrigar el puerto de Vigo y dibujó el Plano del castillo antiguo de Rande y Batería Nueva, en Pontevedra.
Destinado a la isla de Cuba, el 26 de noviembre de 1795 era ascendido a brigadier e ingeniero director de la citada isla con sede en La Habana. Paveto en 1797 perfeccionó el recinto de la plaza con un camino y un foso más profundo y comenzó la batería de Santa Clara, que, terminada en 1799, se convertía en la posición más importante del frente marítimo de Sotavento. También realizó el plano y perfiles del fuerte del Príncipe y el plano de una batería para la punta de Casilda, en La Habana, y finalmente, sin agotar la cuestión, el castillo San Pedro de la Roca en el Morro de Santiago de Cuba. A fines del siglo, el castillo se sometió a reparaciones bajo la atención del ingeniero jefe Cayetano Paveto.
No solo obras de fortificación, de igual forma construyó los almacenes de la aduana, proyectados inicialmente el año 1799 en la zona del muelle de Caballería y los Molinos de Tabaco en La Habana, para los que realizó una planta general en 1791.
Paveto también trabajó en la Luisiana española. Así, edificó el presidio de Los Nogales (zona de Natchez, situado en el territorio de los indios Choctaw a orilla del río Yazoo cerca de su confluencia con el Mississippi). El gobernador Gayoso de Lemos fue el autor de los planos del fuerte, encargando su ejecución al holandés Juan Shekler. Situado a 26 pies sobre la superficie del río Yazoo, el frente consistía en una cortina de 150 pies con dos baluartes en el frente de tierra y dos torres. Este proyecto pareció excesivo al ingeniero jefe de la Habana, Cayetano Paveto, por lo que elaboró un nuevo proyecto más sencillo con planta cuadrangular.
A él se deben, finalmente, las obras en San Carlos de Barrancas (Pensacola, Florida) en 1796 y algunas propuestas para Trinidad (Cuba) en 1797.
Fuentes y bibl.: Gaceta de Madrid, 1 de enero de 1765; J. M.ª Montaner i Martorell, La modernització de l'utillatge mental de l'arquitectura a Catalunya (1714-1859), Barcelona, Instituto de Estudios Catalanes, 1990; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, MAPFRE, 1996; J. R. Soraluce Blond, “Las fortificaciones de Galicia durante el reinado de Felipe II”, en A. Erias Roel (coord.), El reino de Galicia en la monarquía de Felipe II, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1998; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; L. Báez y P. de la Hoz, Hotel Nacional de Cuba: Revelaciones de una leyenda, La Habana, Capitán San Luis, 2014; A. Ramos Zúñiga, “Castillo del Morro de Santiago de Cuba”, en Neoclub press, 9 de abril de 2016 [en línea], disponible en https://www.neoclubpress.com/castillo-del-morro-de-santiago-de-cuba/; P. Luengo Gutiérrez, Mares fortificados. Protección y defensa de las rutas de globalización en el siglo XVIII, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2018; R. Rosello, Presencia italiana en Cuba: 1492-1902, Xlibris, 2019; P. Luengo, “Ingenieros italianos al servicio de la Corona hispana. Entre el liderazgo técnico y el espionaje”, en Revista Internacional de Historia Militar, 97, monográfico Presencia de ingenieros militares extranjeros en la milicia española (2019), págs. 15-45.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño